No soy experto en productividad porque realmente no me interesa, a mí lo que me interesa es ser eficiente. Invierto poco tiempo en las cosas que tengo que hacer y no disfruto, para tener mucho tiempo para las cosas que disfruto y me dan más satisfacción. Por eso me preguntan: ¿Cómo ser productivo si odias la productividad?
(Versión en video)
He leído muchos libros sobre hábitos y productividad para darme cuenta que lo más importante es tener rutinas que te ayuden a automatizar el trabajo.
No hay una fórmula que funcione para todo el mundo, pero estoy seguro de que la productividad está directamente relacionada con la energía, los estados de ánimo y la personalidad de cada uno.
¿Cómo realmente podemos ser productivos?
Por supuesto que las herramientas y aplicaciones de productividad ayudan, pero solamente si las adaptas a tu rutina y no dejas que te dominen. Si has visto otros de mis videos, seguro ya sabes que siempre digo que para ser productivo no se necesita trabajar más, se necesita trabajar de manera más inteligente.
Hay personas que trabajan hasta 16 horas al día y no terminan, esa es la prueba de que la fórmula para ser eficiente es otra. Automatizar las tareas que no te gustan, para cargarte de energía con las que te gustan más. Cuando termine el programa vas a conocer qué cosas hago para ser eficiente, sin ser un amante de la productividad.
Un truco perfecto para ser eficiente es planear los días de acuerdo con tu energía. Si eres una morning person, pues empieza el día con las tareas más importantes, las que necesiten de más enfoque y concentración y, por el contrario, si eres de estos búhos que trabajan muy bien de noche, puedes empezar con lo menos prioritario en la mañana. Las personas eficientes piensan primero en ellas y después en el trabajo.
Estas son 5 cosas que hago para ser eficiente, sin ser un amante de la productividad.
1. La primera prioridad soy yo
Es imposible ser eficiente, si no estás bien físicamente.
Descubrí que no podía enfocarme en las responsabilidades del trabajo si antes no estaba bien en lo físico y mental. Para mí es primordial arrancar el día haciendo ejercicio, lo hago todos los días de la semana. De hecho, nunca programo algo que me impida hacerlo.
Los días con más responsabilidades o eventos especiales ajusto mi horario, pero no dejo de hacer ejercicio.
Las ventajas son muchas; la actividad física me pone más alerta y creativo. Cuando llego a la oficina ya tengo un par de horas de actividad intensa, por lo que mi energía está por las nubes, avanzo más rápido en todos los proyectos.
Para cuando todos empiezan a despertar después de una taza de café, yo ya terminé la primera parte de mi día laboral.
2. Diseño los días a mi gusto y medida
No adopto, adapto ideas y estrategias. Nunca copio exactamente algo que funciona para otra persona. Soy curioso y siempre estoy averiguando qué herramientas, aplicaciones o rutinas utilizan, y adapto a mi estilo y necesidades lo que me gusta.
Mi rutina de trabajo tiene que gustarme solamente a mí, no le doy gusto a nadie. Disfruto mucho los días porque están planeados de acuerdo al ritmo que va mejor conmigo.
3. Rompo las reglas
Siempre me permito experimentar y hacer las cosas de otra manera. Nuestro desempeño está ligado a nuestro estado de ánimo, todos los días son diferentes. Si algo no está avanzando al ritmo que quiero, lo pongo en pausa por unas horas o por un par de días y regreso con la mente despejada a trabajar en ello con otra visión o perspectiva.
Esto me funciona no nada más para cosas de productividad, lo he dicho antes, romper las reglas siempre es bueno para la creatividad, la educación o el desarrollo personal
4. Menos opciones y más resultados
Cuando digo menos, me refiero a todos los aspectos: menos cosas en el escritorio, menos aplicaciones en el celular, menos tareas en mi lista, menos opciones en el closet, etc.
Tener muchas opciones solamente nos conduce a la parálisis, se gasta más tiempo en decidir qué hacer o cómo hacerlo que el tiempo que se requiere terminarlo. Todos los días dejo mi escritorio limpio y escribo las tres tareas que tengo que terminar al día siguiente. Si puedo hacer más de tres lo considero ganancia, tres bien hechas es más de lo que hace la mayoría.
Otra cosa que limito es mi consumo de noticias e información.
No me informo en la televisión o medios tradicionales. Tengo una lista de newsletters con los que estoy al tanto de todos los temas que me interesan. Es la manera más eficiente y moderna de informarnos. Si quieres hacer lo mismo, te sugiero que te suscribas a las 5 razones, mi newsletter semanal.
Es una selección muy cuidada de ideas, herramientas, consejos o cursos que puedes leer en menos de 5 minutos y aprender algo para hacer mejor tu trabajo. Si no lo conoces visita inconfundiblemente.com para suscribirte y empezar a recibir, información útil, divertida y de calidad todos los viernes.
5. Despacio que voy de prisa
Todos los días me doy tiempo para ver el estado de todos los proyectos y hago hasta lo imposible por que las cosas queden bien hechas a la primera.
Prefiero revisar todo una o dos veces antes de enviarlo o considerar que está terminado. Siempre que puedo, pido a alguien más que examine todo y, si es necesario, corrijo de inmediato lo que haga falta. Si haces esto de manera constante, la inversión de tiempo es mínima comparada a los beneficios que arroja.
Conclusiones:
Ser productivo no es lo mismo que terminar muchas cosas, es terminar bien las tareas que impactan más en el resultado final de un proyecto.
Para conseguirlo, existe una sola herramienta que puede ayudarte, esa herramienta eres tú. Cuídate, procúrate y haz cosas que te hagan sentir bien.
Muchas gracias por acompañarme en este programa. Nos vemos pronto en otro, hasta entonces, se inconfundible.
