Si tuviera que eliminar una palabra de mi vocabulario sería la palabra debería.
Originalmente del latin debēre, debería es una conjugación del verbo deber y se refiere a algo que se supone tiene que ser de cierta forma o debe realizarse de determinada manera. Representa cosas que nos han acostumbrado a hacer sin querer, sin darnos cuenta.
Los deberías son las creencias de alguien más que taladran la cabeza con un disfraz de “buena onda”. Los deberías son las expectativas de la manera en la que se supone debo hacer mis cosas o, mejor dicho, vivir la vida según la sociedad.
Seguramente algunos de estos deberías te molestan tanto como a mí:
• Deberías hacer ejercicio
• Deberías empezar a meditar
• Deberías tomar 8 vasos de agua al día
• Deberías casarte y tener hijos antes de los 35
• Deberías ahorrar un poco más
• Deberías empezar un negocio
• Deberías buscar más clientes
Es fácil perderse en esta retahíla de “buenos” consejos. Pero antes de empezar a aplicarlos, como con cualquier otro debería, vale pena detenerse un momento para reflexionar y preguntarse. ¿De dónde viene ese sentido de obligación o beneficio?, ¿quién decidió que sea así?, ¿es algo que me nace hacer?, ¿esto me acerca a lo que quiero?, ¿haciendo esto de esa manera represento bien quien soy?
Si realmente es algo que te pertenece, te nace, te hace sentir pleno y quieres hacer porque te funciona, entonces puedes modificar cómo lo expresas, y cambiar el debería por un estoy, como: “estoy escribiendo este email porque me encanta y funciona” (y no porque debería hacerlo)
Vive de acuerdo a tus expectativas, a tus deseos y emociones. La dirección de tu vida la marcas tú, no el deseo o visión de alguien más. Haz una lista de los “deberías” que te han dicho o siguen diciendo a diario, y decide si te ayudan a crecer sin traicionar tu esencia, o nada más limitan quien eres. Si ese es el caso, déjalos pasar, con el tiempo y tus acciones se van a olvidar, seguramente porque no deberían haberse dicho.
Esta semana vamos a conocernos mejor, para seguir nuestros sueños y no los de alguien más.
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