Establecer objetivos es como manejar de noche o subir una escalera de más de un piso. No se puede ver el camino completo, pero eso no evita que se pueda hacer todo el viaje.
Esta es una de las ideas que más me gusta, no solo de establecer metas para un año nuevo, sino para la vida en general. Muchas personas no establecen metas ni intentan cosas nuevas porque no tienen toda la información. No saben qué va a pasar y no quieren tomar ningún riesgo. Quieren tener un mapa completo antes de emprender cualquier viaje. Esto se traduce de manera sencilla: esas personas nunca viajan ni avanzan, sencillamente no se mueven.
El camino se va iluminando a medida que avanzamos y nos acercamos a una meta intermedia. No se necesita luz a kilómetros de distancia, se necesita apenas unos pasos adelante. Los caminos bien iluminados son los más transitados. Son las rutas que siguen los inseguros y, no sé tú, pero a mí no me gusta viajar al lado de un montón de indecisos.
Además, siempre he pensado que la vida sería muy aburrida sin encrucijadas, si todo estuviera resuelto como al final de una película, cuando los créditos corren y todo el mundo abandona la sala. Pero la vida no es una película, no ha terminado ni podemos salirnos, porque faltan muchos capítulos por vivir.
Ahora que estamos estableciendo metas para un año nuevo, atrévete, fija objetivos que te asusten un poco, goles que nunca hayas marcado, caminos que no conozcas por completo. Confía en tus habilidades, experiencias e intuición. Empieza a caminar y ve despejando las incógnitas a medida que sea necesario.
Las 5 razones de la semana iluminan parte del camino y te ayudan a establecer metas para el año que viene:
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