| He vivido lo suficiente como para acordarme de cuando las películas tenían intermedio. Una breve y oportuna pausa de 10 minutos a la mitad de la cinta para correr al baño, estirar las piernas y comprar espantosas botanas a precios de escándalo.
Por eso cuando viví mi primera experiencia en el cine en Estados Unidos quedé sorprendido al darme cuenta de que las películas no tenían intermedio. Y que en aras de respetar el “arte cinematográfico”, el público tenía que educar a su vejiga para resistir más de 2 horas sin ir al baño. A pesar de haber tomado más de 2 litros de refresco de cola.
Ver películas largas para cambiar lo que nos gusta hacer
Este recuerdo me regresó hoy porque estoy pensando ver “Killers of The Flower Moon”, la película más reciente de Martin Scorsese. Pero estoy viendo un posible problemita: dura 3 horas y media, y mi cuerpo se ha acostumbrado a ver las películas en casa y a la comodidad de hacer pausa en el momento que yo quiero.
Algunos cines en Estados Unidos decidieron exhibir la cinta con un intermedio de 10 minutos y mostrar empatía con los Baby Boomers y Generación X. Pero esto enfadó a los estudios, que rápidamente salieron a exigir la cancelación del intermedio. El mismo Scorsese calificó la iniciativa como una violación a la integridad artística de su trabajo y pidió respeto para su película, al mismo tiempo que ignoraba las necesidades fisiológicas de los mayores de 40 años.
Fuera de bromas, el incidente de los intermedios no se trata nada más del descanso que tal vez quiere y necesita el público, sino de la resistencia al cambio que tienen algunas personas e instituciones. Esa mentalidad de “así es como se ha hecho siempre” es lo que muchas veces impide mejorar una idea, un producto o una experiencia. |
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🤓 ¿Qué podemos aprender de esta historia?
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| La innovación y el progreso nacen de reimaginar o reinventar -para utilizar una palabra más “moderna – un concepto utilizado por mucho tiempo. Puede ser que un simple “¿qué tal si probamos algo diferente?” sea la chispa que produce cambios y beneficios gigantescos.
El cambio no siempre tiene que ser algo radical desde el comienzo. De hecho, es más inteligente y efectivo empaquetarlo como un experimento para recopilar información y entonces sí, tomar decisiones más profundas y efectivas.
Imaginemos que los estudios cinematográficos hubieran realizado un experimento estratégico. Seleccionar un pequeño número de cines y, a manera de prueba, exhibir la película con intermedio. Recopilar información de los comentarios y comportamiento de la audiencia después de la proyección, y utilizarla para ayudar a una industria que enfrente muchos problemas y desafíos.
La innovación y muchos de los grandes cambios de nuestra era han sucedido poco a poco, o incluso por accidente, pero siempre pasan de la mano de una mentalidad abierta. Al fin y al cabo, son los pequeños cambios -como convertir un intermedio en un espacio para la reflexión- los que pueden elevar a magnifica una experiencia.
Los estudios están ignorando que la mejor manera de apreciar el arte es alejarse un poco de él. Tomar distancia y cambiar la perspectiva a veces significa hacer una breve pausa para organizar la ideas, absorber conceptos y anticipar qué puede pasar, para finalmente ser sorprendido. |
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🤔 Cómo puedes aplicar este conocimiento
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☝🏼 Lo primero que tienes que hacer para cambiar:
1. Escribe las cosas que quieras cambiar (no las pienses solamente).
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