Reseña del libro “Wisdom @ Work” (Sabiduría en el trabajo), de Chip Conley
A los 52 años de edad, Chip Conley era uno de los empresarios más reconocidos en la industria hotelera. Había construido y vendido una de las cadenas más importantes de hoteles boutique en Estados Unidos y, en términos generales, ya había conseguido todo lo que un profesional aspira en su vida. Pero la invitación para trabajar como consultor en AirBnB le dio un giro de 360 grados.
Chip sabía absolutamente todo sobre el negocio de la hotelería, pero era prácticamente analfabeta en tecnología. No sabía lo que era Uber o Lyft, tenía el doble de edad de todos los empleados de la compañía, y reportaría directamente a un joven al que doblaba la edad. De inmediato se dio cuenta que había sido contratado como consultor pero, en muchos sentidos, podía considerarse un becario.
A partir de ese momento, lo que vivió Chip fue un extraordinario viaje para reinventarse utilizando su curiosidad y sabiduría como los elementos principales en su transformación. Entendió que en un mundo donde se venera lo nuevo, mucha sabiduría se tira por la borda por falta de liderazgo, pero que la experiencia y conocimiento pueden jugar un papel predominante en las organizaciones de hoy, si hacemos los ajustes adecuados.
Chip Conley
Conley denomina a los profesionales abiertos al cambio, dispuestos a aprender y colaborar, como “los adultos modernos”, y los sitúa como una pieza clave en el progreso de nuestros días.
Estas son las…
6 enseñanzas de “Sabiduría en el trabajo, la transformación de un adulto moderno” (Wisdom at work), de Chip Conley.
1.- Tu experiencia tiene mucho valor en el mundo de hoy
En los últimos años, el acceso a la tecnología se ha democratizado tanto que los trabajos asociados a ella se han devaluado radicalmente. Hoy es fácil encontrar a precios muy accesibles un programador de computación, un community manager o un desarrollador de aplicaciones móviles en cualquier parte del mundo. Al mismo tiempo, las habilidades como el análisis y la reflexión han escaseado, y por ello se han convertido en el capital más importante en el mercado laboral. Estas capacidades se adquieren únicamente a través de la experiencia, que es justamente el aporte más significativo de los adultos en cualquier industria.
En otras palabras, ¿de qué nos sirve la tecnología si no sabemos cómo conectar a los humanos?
Hoy que todo el mundo considera la inteligencia emocional un pilar en el desarrollo de las personas y organizaciones, tenemos que reconocer que las personas adultas poseen más que nadie. Buen juicio, análisis para diferenciar lo importante de lo urgente, manejo de las emociones, adaptación y una gran disposición a ayudar, son las competencias que todo empleador buscan en sus colaboradores. Por ello es tiempo que valoremos el trabajo por su contribución intelectual y no solamente por la cantidad de horas.
Todas las compañías -incluidas las más jóvenes e innovadoras- requieren de personal capacitado para operar satisfactoriamente. Es labor de todos los adultos modernos refrescar sus habilidades y mantenerse relevantes en un mundo que se transforma minuto a minuto.
2.- Todos podemos ser mentores, incluso tú
¿Cuál es el verdadero papel de un mentor en el trabajo? Un mentor funciona como una guía para encontrar el camino correcto y el espejo en el que se refleja el profesional que quieres ser. Un mentor te ayuda a elevar tus habilidades y explotar tu potencial al máximo.
Sin importar nuestra edad, todos tenemos algo en lo que estamos por arriba del promedio. Todos podemos utilizar ese talento para ayudar a otros a conseguir objetivos que de otra manera no podrían alcanzar.
La generosidad con colegas y colaboradores es una característica más de los adultos modernos.
3.- Empieza, produce, entrega todo y vuelve a empezar
Para ponerlo de manera sencilla, tenemos que decir que envejecer es algo que no podemos evitar, pero que es nuestra responsabilidad prepararnos para hacerlo de la mejor manera.
Hoy sabemos que la expectativa de vida en el mundo es mayor que hace algunos años, si a esto sumamos que las tareas que hoy cumplimos son menos demandantes físicamente, podemos concluir que muchos profesionales se están retirando en plenitud de facultades y con muchos años de vida por delante.
¿Cómo podemos hacer de nuestra vida algo atractivo por más tiempo? Los estudios nos dicen que manteniéndonos vigentes siempre. No existe una edad adecuada para ser curioso, descubrir pasiones nuevas e intentar nuevos desafíos. La ventaja es que cuando lo haces en una edad adulta, tienes una red de contactos más grande para colaborar, enseñar y aprender.
Los adultos modernos empiezan proyectos todos los días, los desarrollan y llevan hasta sus ultimas consecuencias para mantenerse jóvenes por más tiempo.
4.- Aprende y evoluciona todos los días
Profesionalmente, la edad no tiene nada que ver con el tiempo vivido sino con la actitud. Preocúpate menos por el “cómo me veo” y más por el “quién soy”. A un adulto moderno no le importan las pautas que indican cómo debe conducir su desarrollo, sencillamente se ocupa por mejorar constantemente para definir de forma clara su personalidad.
¿Quién decidió que nuestra vida tiene que bajar de velocidad en algún momento? Eso es mentira, como muestra sabemos que muchos artistas desarrollan su trabajo más innovador y trascendental en lo que se conoce como la edad madura.
Todos podemos cambiar de rol o dirección en cualquier momento. Un día eres jefe y al otro puedes ser empleado, un día cliente y después emprendedor, un día maestro y al siguiente estudiante.
Aprender constantemente fortalece la mente y disminuye el estrés que genera el cambio. Adopta la mente de un novato y haz preguntas para llenarte de información nueva, después desecha lo irrelevante para convertir los conocimientos en sabiduría.
En un mundo que cambia todo el tiempo las preguntas son tan importantes como las respuestas, fomenta la curiosidad y procura cuestionarte todo, incluso lo que dicen no se puede hacer de otra manera.
5.- Colabora, escucha y aconseja
En muchas disciplinas, lo que verdaderamente desata la creatividad es la diferencia de puntos de vista. Esto quiere decir que con sabiduría, grupos antagónicos pueden colaborar. Por ejemplo, los equipos de profesionales jóvenes tienden a moverse rápido y a cometer muchos errores, mientras que los profesionales adultos toman más tiempo para analizar y, como resultado, disminuir los fallos.
Un buen líder escucha las dos opiniones, identifica lo mejor de cada una y logra que trabajan juntos para el beneficio de todos.
Los adultos modernos tienden a ser más seguros que los profesionales jóvenes, no tienen problema en pedir ayuda y colaborar, conocen más gente y forman grandes equipos. A pesar de no estar a cargo de un proyecto un profesional experimentado, puede asumir el papel de un líder. Escuchan, analizan y aconsejan de manera transparente y desinteresada.
6.- No pienses en jubilación, piensa en evolución
Cuando haces lo que te apasiona, el trabajo deja de ser una rutina y se convierte en un estimulo.
Trabajar es una buena manera de mantener la mente joven y productiva. Por ello, sin importar nuestra edad, es esencial involucrarnos en actividades en las que podamos renovar nuestras habilidades.
Quien es feliz en el trabajo nunca piensa en su jubilación sino en su evolución. Pon atención a las tendencias que pasan en tu entorno y piensa cómo te puedes incorporar a ellas utilizando tus talentos. Empezar un negocio, impartir clases o cultivar una afición nueva se han convertido en la mejor avenida para encontrar la esencia de muchos profesionales de nuestros días.
Hasta aquí las 6 enseñanzas que me dejó “Sabiduría en el trabajo, la transformación de un adulto moderno” (Wisdom @ Work), vamos a recordarlas:
1.- Tu experiencia tiene mucho valor en el mundo de hoy
2.- Todos podemos ser mentores, incluso tú
3.- Empieza, produce, entrega todo y vuelve a empezar
4.- Aprende y evoluciona todos los días
5.- Colabora, escucha y aconseja
6.- No pienses en jubilación, piensa en evolución
Hoy sabemos que ser un adulto moderno no es una cuestión de edad sino de actitud. Todos conocemos jóvenes profesionales que se compartan como lo que antes entendíamos un viejo. Son esas personas que nunca evolucionan porque no están dispuestas a adaptarse a nuevas realidades. Por el contrario, jóvenes y adultos en búsqueda de un estilo de vida sano y productivo, incorporan a su vida tendencias y tecnologías nuevas; colaboran, aprenden y enseñan transformándose, mientras crean un mejor mundo para ellos y las próximas generaciones.
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