Para nadie es un secreto que el mundo cambia todos los días, y que debido a la revolución tecnológica que atravesamos, no hay trabajo o industria que en los últimos 20 años no haya sido replanteada de alguna manera por este proceso. Sabemos que la innovación no se va a detener -nunca se ha detenido- y que los problemas de hoy exigen que aprendamos o actualicemos nuestras habilidades básicas. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de ser desplazados, convirtiéndonos en irrelevantes para el mercado, porque las oportunidades las aprovechará alguien más.
Todos los períodos de transformación son un arma de doble filo, los mejor preparados y más atrevidos siempre salen ganando. Aquellos que gracias a su entrenamiento ven alrededor de la esquina y anticipan oportunidades, avanzan dos o tres veces más rápido, acaparan las coyunturas y se quedan con la mayor parte del pastel. La mayoría se queda atrapada en el miedo y la incertidumbre, marchando al ritmo que alguien más va marcando.
Pero hoy somos muy afortunados. La característica principal del momento que vivimos es que en su origen el cambio fue impulsado de manera independiente y al margen de las grandes compañías, casi siempre apuntalado en soñadores que pusieron de manera generosa su trabajo a disposición de todo el mundo. Los frutos de ese quehacer se han quedo ahí, disponibles y listos para servir en nuestro beneficio.
Por ejemplo, hoy ya no es necesario acudir a una institución educativa y gastar grandes sumas de dinero para actualizar o mejorar nuestros conocimientos en cualquier materia. Tampoco es necesario desplazarse, porque se puede aprender desde cualquier lugar y en cualquier momento. Lo único que se necesita es disposición para hacerlo, una combinación de mentalidad y organización para aprovechar mejor nuestro tiempo y diseñar ecosistemas que nos permitan crecer constantemente.
Antes de revisar cuáles son esas habilidades y cómo puedes mejorarlas sin invertir un centavo, quiero recordarte que para cualquier profesional el tiempo es el recurso más preciado, así que decir que no vas a invertir un solo centavo no es completamente cierto. No vas a necesitar hacer algún gasto adicional, pero si consideras el uso de tu tiempo como una inversión, pronto podrás vivir tu vida en tus propios términos.
10 habilidades decisivas y cómo mejorarlas sin invertir un centavo
1.- Aprender algo todo el tiempo
Cuando las cosas cambian tanto y de manera tan rápida, aparece un nuevo perfil de analfabetismo: todas aquellas personas incapaces de actualizarse y reinventarse para funcionar en el nuevo paradigma. Diariamente aparecen retos y oportunidades nuevas, y la única manera de mantenerse al día es aprendiendo constantemente.
¿Qué tienes que hacer? Fomentar tu hábito de la lectura.
Busca plataformas que ofrezcan cursos, seminarios y documentales gratuitos en los que puedas aprender o actualizar tus conocimientos. Ábrete a otras experiencias, intenta con audiolibros, podcast y cualquier formato que ofrezca conocimiento de manera gratuita.
El ciberespacio está lleno de opciones, no te quedes atrás. Esta es la habilidad blanda fundamental, de ella parte que puedas mejorar en todas las demás. Invierte bien tu tiempo aprendiendo algo nuevo todos los días.
2.- Ser ágil y adaptarse rápidamente
El panorama laborar cambia todos los días, con lo cual ser ágil y adaptarse a las nuevas situaciones es una habilidad crítica. Recuerda lo que Darwin decía: “no es la especie más fuerte la que sobrevive, sino la que se adapta más rápido”.
¿Qué tienes que hacer? Cambia tu rutina constantemente.
Si todos los días manejas, busca una ruta diferente, y cuando puedas utiliza otro medio de transporte. Si te es posible, trabaja fuera de tu oficina por lo menos un día a la semana. Varía tu tipo de alimentación y rutina de ejercicio.
Dedica un tiempo semanal a leer medios con los que no estás de acuerdo, sobre todo información de industrias con las que no tienes relación.
3.- Colaborar con profesionales de todos niveles e industrias
En un mundo extremadamente conectado, trabajar de manera individual es cada día menos relevante. Hoy los proyectos son tan complejos que lo más importante es formar equipos de especialistas de todas partes del mundo para trabajar en un mismo reto.
¿Qué tienes que hacer? Network, network y más network
Mejora tu visibilidad en LinkedIn y otras redes sociales. Interactúa con profesionales de todas partes y de cualquier industria ofreciendo de manera desinteresada tu experiencia, la recompensa vendrá más tarde.
Si eres dueño de un negocio, acércate a la cámara de comercio de tu localidad y averigua qué programas o iniciativas tienen en las que puedas participar para conectar y colaborar con más emprendedores.
4.- Ser resiliente y levantarse cada vez más rápido
Las caídas y fracasos son inevitables, son parte de la vida. No podemos evitarlos todos, pero sí podemos manejar cómo reaccionamos frente a ellos. La resiliencia es la capacidad de levantarse una y otra vez hasta conseguir el objetivo. Es una característica indispensable en la búsqueda del éxito, ya que las cosas buenas siempre toman tiempo para madurar.
¿Qué tienes que hacer? Define claramente quién eres y qué te motiva.
Haz una lista de tus valores, todo lo que es importante para ti y por qué. Precisa muy bien tu personalidad y cuida tu estado de salud. Una persona sana es una persona más segura.
Practica algún deporte de conjunto y busca participar en competencias grupales, esto ayuda a entender que no siempre se gana, pero que la preparación siempre trae otra oportunidad. Esto es un alimento perfecto para tu fortaleza mental.
5.- Comunicarse de manera rápida y clara
Mejorar en tu carrera no tiene nada más que ver con lo que haces bien, también tiene que ver la forma en que lo comunicas y tu capacidad para involucrar a los demás en tus proyectos. Todos en algún momento vendemos algo, un producto, un servicio o nuestra experiencia, tienes que aprender a venderlo bien.
¿Qué tienes que hacer? Empieza un diario detallado de tus éxitos y las ideas que se te ocurran.
Acostúmbrate a escribir las ideas y leerlas en voz alta antes de compartirlas. Analiza cómo dices las cosas y si comunicas lo que quieres decir. Hoy en día es muy fácil grabarse en el teléfono celular y escucharlo hasta identificar dónde puedes mejorar el mensaje. Mejora tu postura y cómo colocas la voz. En internet hay muchas presentaciones para mejorar estos aspectos.
Cuando sea posible, comparte con alguien más tus ideas, emails importantes y proyectos antes de presentarlos a tus clientes o superiores. Recuerda que toda persona o proyecto tiene una historia, es tu responsabilidad contarla bien para que nunca seas olvidado.
6.- Actualizar constantemente tu inteligencia emocional y empatía
La habilidad de interactuar con más personas y entender las cosas desde su perspectiva es fundamental para formar equipos, liderar y colaborar.
¿Qué tienes que hacer? Exponte a la mayor cantidad de ideas posibles y nunca juzgues nada por cómo se ve a primera vista.
Sé completamente transparente y honesto con todo el mundo. Aun cuando no estés de acuerdo, es importante que las personas sientan que las escuchaste y entiendes su punto de vista. Amplía tus horizontes de información y conocimiento. Escucha voces con las que no estés de acuerdo y estudia historia para identificar todas las aristas de un problema.
Si eres responsable de un equipo, pasa tiempo de calidad con ellos. Habla de cosas que no estén relacionadas con el trabajo y preocúpate genuinamente en sus problemas y sus pasiones.
7.- Pensar creativamente todo el tiempo
Las compañías y profesionales que puedan imaginar el futuro y los retos que vengan con él serán cada día más valorados.
¿Qué tienes que hacer? Cuestiona todo, acostúmbrate a preguntar por qué y cómo funcionan las cosas
No hay preguntas tontas. La creatividad no es una musa que aparece de vez en cuando, es el resultado de tener más información y trabajar duro. Visita museos y lee biografías para aprender cómo se han resuelto los problemas en otro terreno. Innovar no significa crear algo desde cero, es adaptar una solución vieja a un problema nuevo.
Escucha música en diferentes idiomas, ve películas de muchas partes del mundo y utiliza juegos de destreza mental para relajarte. Las tiendas de aplicaciones mobiles están llenas de opciones gratuitas.
8.- Liderar
Liderar es tal vez la única habilidad que pueda garantizarnos un lugar relevante en el mundo sin importar las transformaciones que sufra. La capacidad de crear, inspirar y dirigir equipos no tiene precio y cada día es más escasa.
¿Qué tienes que hacer? Levanta la voz.
Liderar no es diferente a ninguna otra habilidad, todas mejoran en la medida que más se practican.
Si actualmente no eres responsable de un equipo, tienes que hacerlo de inmediato. No esperes a que te asignen la responsabilidad para hacerlo. Organiza en la oficina un equipo de boliche, un grupo de lectura o lo que sea. Visualiza qué quieres hacer con él y toma la responsabilidad de echarlo a andar y delegar responsabilidades. Las cosas no van a salir a la primera, es probable que tengas que insistir varias veces hasta encontrar la manera de inspirar a varios participantes. Cuando finalmente arranque, explica a todos que es la primera vez que lo haces, que es probable que existan problemas en el proceso, pero que estás dispuesto a escuchar opiniones y a aprender.
Si por el contrario, tienes un negocio o un equipo a tu cargo, puedes crecer de manera lateral. Inicia un grupo mastermind con tus similares y aprende de ellos.
Finalmente, pero no menos importante, busca un mentor que te ayude a desarrollar la habilidad de liderar. Aprender de quien lo ha hecho antes es el mejor atajo al éxito.
9.- Enfocar
Pocas cosas son tan escasas en la vida como la habilidad de analizar y enfocarse. Con tantas distracciones alrededor, es fácil perderse en el aparente mundo de oportunidades y perder de vista las verdaderas. Éstas solamente se ven cuando has entrenado la cabeza para hacerlo.
¿Qué tienes que hacer? Meditar
Desarrollar la habilidad de bajar la velocidad a nuestros pensamientos, vivir el momento e identificar el bosque y los árboles se consigue a través de la meditación. No pasa de la noche a la mañana, es una de las habilidades más difíciles de cultivar, pero de las más útiles.
La meditación no es exclusiva de un grupo de hippies o locos idealistas, los ejecutivos más calificados la han practicado desde hace mucho tiempo. Afortunadamente, hoy existen muchas aplicaciones que en su versión gratuita son perfectas para empezar.
10.- Tomar decisiones
La mayoría de las compañías y proyectos mueren más por la inacción que por las acciones equívocas. Es más caro no moverse que aprender en el camino y corregir.
¿Qué tienes que hacer? Decide, y decide mucho.
Aquel que decide tiene un alto índice de posibilidades de fallar, pero para ser feliz lo único que falta es decidir. ¿No estás a gusto donde estás?, decide moverte. ¿No te sientes a gusto contigo mismo?, decide transfórmate. Si te equivocas, decide volver a intentar. Así hasta el infinito. No importa lo que sea, si no decides, alguien más lo hará por ti y seguramente no llenará tus expectativas.
Ya sea en la vida personal o profesional, no te preocupes por el “que dirán” si te equivocas, de cualquier manera también criticarán cuando lo hagas bien. Decide ser feliz y da el primer paso, en el camino encontraras como lograrlo. En cambio, si no tomas decisiones, nunca sabrás lo que era posible.
Conclusión
A pesar de las transformaciones tan radicales que vivimos en el campo laboral, está en nuestras manos desarrollar y mejorar las habilidades necesarias para mantenernos vigentes y asumir una posición de liderazgo en esta revolución.
Actualmente, aprender y mejorar para tomar el volante de nuestro negocio o carrera no es sinónimo de gastar fortunas, lo único que se necesita es determinación para empezar. ¿Quieres estar al mando de lo que pasa contigo profesionalmente?, empieza por mejorar tus habilidades blandas.
Para ti que llegaste hasta el final de la nota, te comparto tres consejos más. Son habilidades que puedes mejorar a través del estudio en plataformas digitales. Hay mucha literatura y sabiduría escrita sobre ellas, no dejes de buscarla y aprenderla.
a) Mejora tu capacidad de negociar.- Ya sea un salario, una venta o la contratación de un servicio, cada día más la colaboración es necesaria. Aprender a negociar es vital.
b) Aprende a resolver problemas.- Pocas personas lo consideran una habilidad, tal vez por eso es que tan pocos pueden hacerlo. Cuando un problema se presenta, el que tenga la capacidad de ver todos sus componentes y determinar un plan de acción para resolverlo, siempre será el más valorado.
c) El cuidado personal.– Siempre se puede aprender más sobre cuidado personal, cómo comer mejor, dormir mejor y cargar nuestro cuerpo de energía. Un profesional sano es más efectivo y eficiente. De nada sirve desarrollar las otras habilidades si no tienes salud y energía para ejecutar tus tares.
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