Todos los días, profesionales a todos niveles cambian de carrera o trabajo. Las razones para hacerlo son muchas. Hay quienes se ven obligados a hacerlo cuando se quedan sin empleo y no encuentran otro en la industria en la que se han desenvuelto, otros porque no han tenido éxito en un negocio o se dieron cuenta que no era lo que se imaginaban, y hay hasta quienes en búsqueda de una aventura y ambición de crecimiento deciden salir de su zona de confort y descubrir algo diferente para transformar su estilo de vida.
[spp-tweet tweet=”Por experiencia propia, me siento obligado a decir que cambiar de industria no es fácil. Aprender habilidades nuevas, establecer contactos y crear otra manera de vivir -quizá mejor- requiere esfuerzo, compromiso y tiempo. Por supuesto se despiertan miedos, y por eso la incertidumbre paraliza a muchos que lo dejan para más adelante, y casi siempre viven el resto de la vida con la duda de cómo hubiera sido.”]
A pesar de todo, creo firmemente que todo profesional debería hacer un cambio así al menos una vez. Conozco personas que adoran su profesión y es lo único que han hecho. Lo entiendo perfecto, pero me cuesta trabajo pensar que alguien se puede quedar con una sola opción habiendo tantas. ¿Cómo sabes que no te gustaría hacer algo más si no lo experimentas?
Para mí, en todos sentidos ha sido una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido. Algunas veces ha salido bien y otras mal, pero al final todas me han enseñado algo. Todas me han hecho más profesional y mejor persona.
Si tienes la necesidad o inquietud de girar de dirección, celébralo, aprovecha la oportunidad y disfruta la aventura. El miedo y la duda no van a desaparecer, así que sigue estos consejos para sobreponerte y empezar el viaje, que te aseguro te convertirá en otra persona.
6 consejos para cambiar de trabajo o industria
1.- Prepárate lo más posible
Soy de los que piensa que nada se conoce de una profesión hasta que no se hace el trabajo. Todos podemos formarnos una idea de lo que significa ser doctor, abogado, diseñador, actor, etc., pero únicamente quien ha estado en el campo desempeñando esa labor lo sabe por completo.
Si estás interesado en cambiar de carrera y hacer algo que nunca antes has hecho, mi primera recomendación es que te prepares lo más posible y hagas el trabajo. No importa si buscas un trabajo o estás empezando un negocio propio, la parte más importante es la práctica.
[spp-tweet tweet=”Hoy casi todo el conocimiento es gratuito y está al alcance del que quiere aprender. Existen libros, documentales, tratados, videos o podcast especializados prácticamente en cualquier tema.”]
No lo tomes a la ligera, eres nuevo y vas a ser cuestionado con dureza. Haz toda la investigación posible, averigua quiénes son los principales jugadores en ese campo, quiénes tienen la mayor influencia y marcan tendencia. Síguelos, aprende todo lo que puedas de ellos, revisa sus casos de éxito y también sus tropiezos. Profundiza y descifra la información hasta entender los puntos básicos del negocio y empieza a establecer contacto con profesionales de la industria.
Otra opción es regresar a la escuela. No tienes que inscríbete en una institución educativa, hoy puedes hacer cursos de primer nivel virtualmente o en línea.
Piensa en grande, pero no dudes en empezar en posiciones de poco rango o una versión pequeña de como visualizas tu negocio. Si tienes oportunidad y tu motivación no es exclusivamente económica, considera hacer una pasantía o un voluntariado. Descubre en los hechos si esa nueva aventura es realmente lo que imaginaste.
2.- Enfócate en tus fortalezas
Para nadie es una sorpresa que cambiar de industria significa aprender cosas nueva. Ahora bien, no importa la experiencia que tengas, siempre será más fácil alcanzar el éxito concentrándote en tus fortalezas.
[spp-tweet tweet=”Si vas a dar un giro completo en el trabajo, es imprescindible que te conozcas bien y estés consiente en qué áreas eres verdaderamente bueno y en cuáles tienes que trabajar más. Lo vas a necesitar más de lo que imaginas.”]
Todos sobresalimos en algo, piensa de manera creativa cómo puedes llevar tus principales aptitudes de una ocupación a otra. Aprovecha tus experiencias previas para crecer más rápido en el nuevo reto. Tus fortalezas son los cimientos para construir algo más grande y disminuir tu debilidades.
3.- Tienes que ser optimista
El primero en creer que estás haciendo lo correcto tienes que ser tú. Un profesional con mentalidad optimista e ideas de crecimiento siempre se rodea de personas creativas, productivas y en búsqueda de nuevas oportunidades. Si no estás convencido de que vas a tener éxito, nadie más te va a creer.
Podemos o no aprobar la manera de actuar de algunas de las personas más exitosas, pero tenemos que admitir que son individuos que tienden al optimismo. En el fondo están convencidos de que eventualmente alcanzarán el éxito en cualquier cosa que hagan, esa mentalidad los ayuda a triunfar en industrias muy distintas y a sobreponerse a momentos de crisis.
[spp-tweet tweet=”Cuando eres optimista los obstáculos se convierten en problemas por resolver. Son oportunidades y la inspiración perfecta para continuar aprendiendo y creciendo.”]
Empezar algo nuevo es una aventura llena de oportunidades. Colocarte mentalmente de manera positiva hará tu travesía más divertida.
4.- Da el paso rápido
Quedarse estático por mucho tiempo es más peligroso que arrancar por el camino equivocado. Claro, antes de emprender algo nuevo es necesario reflexionar, analizar y prepararse. Pero nunca tanto tiempo como para ver desvanecerse el impulso del cambio.
No analices las opciones demasiado tiempo, escucha a tu instinto más que los comentarios pesimistas de familiares y amigos. Nunca inviertas más tiempo pensando como hacer algo que el tiempo que tome hacerlo. Recuerda, la única manera conocer algo es la práctica.
[spp-tweet tweet=”“No decidir es generalmente una decisión equivocada”. (Seth Godin)”]
Da el paso lo antes posible. Solamente así sabrás si tu idea es buena, si tienes que cambiar algo o si aprendiste que definitivamente eso no es para ti.
5.- Deja salir tus aspiraciones
En estos días nada es para siempre. Las cosas cambian todo el tiempo y es natural que nuestros gustos y aspiraciones lo hagan también. Ya no es difícil encontrar alguien que esté buscando cambiar por completo y hacer de un pasatiempo su modo de vida.
[spp-tweet tweet=”Si las personas que tienes cerca no están dispuestas al cambio, busca relacionarte con quien sí lo esté. Participa en grupos donde puedas compartir tus ideas y alguien te ponga a prueba. Recuerda, siempre se aprende más de quien tiene una perspectiva diferente a la nuestra.”]
Sueña grande, nunca es tarde para empezar una carrera nueva o lanzar un negocio. Todo lo que vale la pena se consiguió porque alguien en algún momento tuvo una idea descabellada y dio el primer paso.
Deja salir tus aspiraciones, comparte con el mundo lo que quieres hacer. Si de manera inmediata no puedes dar el paso, empieza un blog, publica tus ideas y demuestra por qué quieres cambiar de dirección, qué significa para ti y cómo puedes beneficiar a otros. Los puntos se irán conectando y la inercia irá en aumento si eres constante.
6.- Pon tus finanzas en orden
Piensa que lo mejor está por venir, pero prepárate para cualquier cosa. No vamos a engañar a nadie, cambiar de profesión tiene muchos retos. Si te preparas adecuadamente, se convierten en oportunidades. Si la parte financiera no está resuelta, se suma mucho estrés en el momento que menos lo necesitas.
Si estás cambiando de dirección después de una mala experiencia (como cerrar un negocio o quedarte sin trabajo) es probable no tengas ahorros. En ese caso, reduce tus gastos al mínimo. Haz un análisis riguroso de las cosas básicas y detecta lo que no es imprescindible en ese momento. No tengas miedo de recortar gastos y ponerte en alguna situación incomoda, utilízala como estímulo para trabajar más duro. Piensa que una situación económica limitada es temporal si tú así lo decides. Si es necesario, busca un empleo en el que empieces a percibir un ingreso de inmediato, pero utilízalo únicamente para construir la base antes de dar el salto. Este tiempo te puede servir para continuar aprendiendo, hacer networking y diseñar bien tu estrategia.
Si, por el contrario, tienes la oportunidad de planear el cambio con tiempo, es importante que te prepares económicamente lo mejor posible. También puedes empezar por reducir tus gastos mensuales y asignar un ahorro especifico a un fondo de emergencia. Piensa que cuando haces algo de manera independiente, ver resultados toma mucho más tiempo del que planeamos al inicio.
[spp-tweet tweet=”Es importante estar bien remunerado o tener un negocio exitoso. Asegúrate de cubrir lo que es importante para ti, pero la parte monetaria no debe ser la principal motivación para cambiar de dirección, utilízala como la base que te permita construir un legado más grande.”]
En conclusión, me gusta pensar que son mis valores y habilidades lo que me define y no la actividad que desempeño. Quiero que la gente sepa que sin importar lo que haga, está bien hecho. Puedo vender cacahuates, zapatos, discos o elaborar estrategias de marketing y branding, pero por donde paso se nota mi mano.
Quiero que la gente sepa que soy inquieto y que puedo cambiar de dirección sin perder mi esencia. Para eso me preparo todos los días. Sigo descubriendo cosas que me emocionan y algún día haré, estoy seguro que tú también puedes hacerlo. Si todavía lo estás pensando, ya estás perdiendo mucho tiempo. Arranca de una vez, porque entre más lo hagas, más aprendes a controlar el miedo y a disfrutar del viaje en que descubrirás exactamente quién eres.