Cuando me piden un consejo para alguien que asume por primera vez la responsabilidad de manejar un equipo, no tengo dudas. Siempre digo que la primera gran obligación de alguien que quiere trascender como líder es formar un equipo de campeones.
Sin importar la preparación o nivel de experiencia de cualquier ejecutivo, se ha comprobado que la única manera de conseguir el éxito es a través del trabajo en equipo. Llevar un cohete a la luna o conseguir una medalla de oro en los cien metros planos requiere del trabajo coordinado de un equipo multidisciplinario.
Formar o manejar un equipo normal es fácil, el verdadero reto es ensamblar un equipo de estrellas que pueda conseguir lo inimaginable, lo que todos los demás aspiran pero se limitan a ver a la distancia.
Esto se puede lograr siguiendo estas…
6 estrategias para formar un equipo de campeones
1) Un equipo de campeones empieza con un gran capitán
El punto de partida para cualquier gran hazaña es una visión consistente, y formar un equipo extraordinario no es la excepción. Puedes reunir al mejor talento del mundo en una oficina, pero si no tienes una estrategia clara, sólida y bien estructurada no vas a llegar a ninguna parte. En menos de lo que imaginas, cada miembro del equipo estará promoviendo sus intereses personales por arriba de los del grupo, y avanzar será una labor titánica, como navegar contra corriente.
¿Qué tienes que hacer como capitán del equipo? Toma propiedad absoluta del timón. Eres quien conduce el barco, con todo lo que esto representa. No tienes que ser el mejor en todo, pero nadie puede comunicar mejor que tú el objetivo que se busca, por qué es importante alcanzarlo, cómo lo van a hacer y cuáles son los beneficios del grupo y de cada miembro.
También eres responsable de generar un ambiente de confianza donde todos contribuyan y crezcan. Eres el enlace entre todos los departamentos. Tu reto más grande es ir un paso adelante de todos, anticipar los problemas e imaginar sus soluciones. Reconoce los errores antes que nadie y no te detengas mucho en ellos, aprende y rectifica rápidamente.
2) Contrata personalidades, no habilidades
No te confundas, la gente es el corazón de un equipo. Si quieres tener un grupo con personalidad, necesitas reclutar profesionales con temperamento y carácter. Nunca contrates en base a habilidades, las personas inteligentes aprenden lo que sea necesario para hacer bien su trabajo, pero alguien sin personalidad nunca logrará desarrollarla.
Tampoco contrates personas con el mismo punto de vista que tú o que la mayoría del equipo. La diversidad es la semilla de la innovación. Reúne profesionales con diferente nivel de desarrollo, expertise y formación. Las diferencias pueden generar tensión, pero bien encaminada, es un estimulo para que todos den su mejor esfuerzo y crezcan. Trabajar al lado de alguien sobresaliente impulsa tu desarrollo y, al contrario, cuando trabajas con alguien por debajo de tu nivel o igual, tiende a bajar tu desempeño.
Antes de sumar alguien a tu equipo, asegúrate que pueda asumir varios roles y ejecutar distintas tareas en un nivel superior al promedio. Que aprenda rápido, tenga un buen historial de resultados alcanzados y que sea una persona íntegra.
3) No trates a todos igual, pero trata a todos con el mismo respeto
El respeto empieza por reconocer e identificar que todos somos únicos y diferentes. Si pretendes obtener exactamente lo mismo de cada miembro de tu equipo, es porque no te has enfocado en sus fortalezas. Los profesionales inteligentes no son activos de la compañías, son seres humanos comprometidos, y tienes que tratarlos así.
Para llevar el desempeño individual a su mejor nivel posible, utiliza todo lo que tengas a tu alcance. Considera que algunas personas necesitan supervisión muy minuciosa, mientras que otros se desempeñan mejor cuando tienen más espacio y libertad. Identifica las necesidades de cada uno y asegúrate de darles todo lo que necesitan para brillar, tu equipo es el mejor del mundo, pero no es suficiente que lo digas o lo pienses, tienes que confirmarlo con tus acciones.
Eleva el nivel de la conversación. Hazles saber que son especiales y que no esperas nada menos de su parte.
4) Desarrolla líderes, no gerentes
Todo equipo necesita una cultura profesional, y qué mejor opción que enfatizar la cultura de liderazgo. Comunica claramente a todos los miembros que cada uno es responsable de sus actos y resultados. Cada quien es libre de trabajar a su gusto, siempre y cuando cumpla con sus responsabilidades y no afecte a nadie más.
Los profesionales calificados son responsables y flexibles, pero sobre todo, son efectivos. Las reglas tienen que estar claras desde el principio.
La mejor manera de incentivar la cultura de liderazgo es a través del ejemplo. Celebra todas las iniciativas que promuevan el cambio y salir de la zona de confort, enfócate en las personas y no en los procesos. Haz las cosas correctas, aun cuando tengas que romper los esquemas, y siempre ofrece crítica constructiva.
Contagia al equipo de un espíritu positivo y combativo, en el buen sentido. Cada quien tiene que asumir el compromiso total de sus responsabilidades.
5) Establece objetivos grupales e individuales de manera clara
Establecer objetivos a corto, mediano y largo plazo para el equipo y para cada integrante es la base del trabajo colaborativo de todos los días. Es imposible sentirse entusiasmado si no sabes qué obtendrás como resultado de tus tareas.
Formar parte de un equipo tiene que ser visto como un juego en el que es imposible triunfar de manera individual. La fortaleza del equipo radica en los esfuerzos individuales. Dejar a alguien atrás significa sabotear el trabajo del grupo y el individual. Fija metas muy claras para cada miembro del equipo, y asegúrate que cada quien reconozca su participación e importancia en el trabajo de los demás.
Por último, pero no menos importante, acuerda con todos la meta del grupo, y con cada quien las recompensas personales basadas en objetivos alcanzados.
6) Fomenta una cultura de aprendizaje constante
Promover una cultura de aprendizaje donde se alimenta en cada integrante la idea de crecer todos los días, es una característica de los equipos más triunfadores del mundo.
Alentar el aprendizaje continuo y la búsqueda de nuevas metas ayudará a evitar que los miembros del equipo se vuelvan complacientes o aburridos en sus posiciones. También les permitirá aprender nuevas habilidades que agregarán valor al equipo y al lugar de trabajo en general.
Ofrecer acceso a cursos en línea facilita que la gente cambie de rol y asuma nuevas responsabilidades. Permite que los profesionales más experimentados ofrezcan sesiones de coaching a los más jóvenes, y comparte todo tipo de materiales para que todos aprenden más sobre la industria en la que se encuentran.
Cuando todos tengan acceso a las herramientas que necesitan para tener éxito y avanzar en sus carreras, estarán más comprometidos y crearán un ambiente de trabajo más sólido. La cultura de aprender en equipo es benéfica para cualquier negocio.
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En resumen, estas son las estrategias para formar un equipo de campeones:
- Un equipo de campeones empieza con un gran capitán
- Contrata personalidades, no habilidades
- No trates a todos igual, pero trata a todos con el mismo respeto
- Desarrolla líderes, no gerentes
- Establece objetivos grupales e individuales de manera clara
- Fomenta una cultura de aprendizaje constante
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Formar un equipo fuerte no es fácil, es un reto de dimensiones mayúsculas pero inmensamente gratificante.
Imagina por un momento que eres el entrenador del mejor equipo del mundo, entras al vestidor y tienes que dirigir a un Messi, Cristiano Ronaldo, Rafa Márquez y Pogba, todos juntos. Menudo problema, tu trabajo puede llevarlos a conseguir la gloria o hacer que salgan chispas antes de entrar a la cancha. Vas a necesitar de todo tu talento para seducirlos y convencerlos que de manera individual son buenos, pero en conjunto son invencibles. Tienes que comunicarles que un equipo fuerte sabe planear, resolver problemas y establecer objetivos para perseguir la visión del conjunto. Un equipo se enfoca en la visión colectiva, para cumplir sus roles y alcanzar también los éxitos individuales.
Antes de despedirme, tengo para ti cuatro consejos más:
1.- Comunicación, comunicación y comunicación.- Foméntala a todos niveles, siempre transparente y sin una agenda detrás. Todos los integrantes tienen que estar enterados de todo.
2.- Festeja todos los triunfos y celebra la colaboración de todos.- No importa el tamaño ni quién lo consiguió, festeja todos los logros y destaca la participación de cada uno.
3.- Conoce a tu equipo mejor que su pareja.- No tienes que ser el mejor amigo de tu equipo, pero tienen que sentir que te importan, que sabes qué los motiva, cuáles son sus sueños y sus preocupaciones. Tienen que saber que cuentan contigo como con nadie más.
4.- Nunca limites el crecimiento de gente talentosa.- Si ya no puedes ofrecerles algo para seguir creciendo, permíteles que lo busquen en otra parte. Lejos que debilitarte, esto atraerá a muchos más profesionales inteligentes buscando oportunidades para mostrar su talento y desarrollarse.