¿Introvertido o extrovertido?

by | Abr 5, 2017 | desarrollo profesional, marca personal

 

Entendiendo la dualidad y desterrando los mitos sobre estos dos polos de personalidad

 

La idea más difundida sobre este tipo de personalidades es que el extrovertido es una persona sociable y desinhibida, y que el introvertido es tímido, retraído y hasta antisocial. Eso no es necesariamente cierto. Yo soy sociable, platicadora y nada tímida, sin embargo, me considero introvertida, ¿porqué?

 

[spp-tweet tweet=”“No existe un extrovertido o un introvertido puro. De existir, esa persona estaría en un manicomio” (Carl G. Jung)”]

 

Como explicaba Carl Jung, todos tenemos tendencias más cargadas de un lado que de otro, pero no hay extrovertidos o introvertidos puros. Somos una mezcla única e individual de esos dos polos.

 

El considerarse extrovertido o introvertido va más relacionado con la manera en la que nos recargamos, es decir, la forma en la que reponemos a nuestro cerebro.

 

Introvertido

Es la persona que va sintiendo que pierde energía mientras más tiempo pasa rodeado de gente, sobre todo de grupos numerosos. Por ejemplo, el día que voy a una conferencia o a una reunión (especialmente si se requiere constante interacción, o incluso hacer alguna presentación), a las pocas horas siento que mi cuerpo está totalmente bajo de energía, que me hace falta recargarme. Me conozco tan bien que yo sé que necesito estar en solitario para recargarme, abstraerme de los ambientes de mucha gente y retirarme a mi espacio (oficina, casa, etc). No quiere decir que me vaya a dormir o a ver tele, me concentro en organizar mi mente, en mis prioridades y mis tareas próximas, etc.

 

Extrovertido

Es el que funciona de mejor manera cuando está rodeado de gente. La constante interacción, charla y mera presencia física de otras personas lo mantiene motivado y en su mejor estado productivo. Y al contrario del introvertido, cuando pasan mucho tiempo solos, comienzan a sentir ese “bajón” y en seguida asoman la cabeza al mundo para buscar interacción.

 

Estas características de personalidad no son cosas aprendidas por influencia externa, es básicamente genético. Diversos estudios científicos han probado que existen diferencias en los cerebros de ambas personalidades, responden de forma distinta a estímulos externos. La dopamina (neurotransmisor que se encarga de enviar la información del sistema nervioso central de una neurona a otra) tiene mucho que ver con la forma en la que nuestro cerebro maneja los sistemas de recompensas, de estímulos. Está muy asociada con la memoria emocional y con el aprendizaje.

 

Así, en los extrovertidos, el camino que siguen los estímulos externos es más corto, y se procesa en áreas más enfocadas a los sentidos (táctiles, visuales y auditivos). Pero en el caso del introvertido, el camino de esos estímulos es más largo y se da más en áreas asociadas con el recordar, planear y resolver problemas.

 

¿Cómo sacar mejor provecho de mi personalidad?

  • Primero, la clave es conocerte a fondo y saber cuál es tu tipo de personalidad o hacia qué polo te inclinas más. Tú mejor que nadie sabrá balancear sus momentos de carga de energía (ya sea en soledad o rodeado de gente) para poder funcionar mejor.
  • Si la gente que te rodea no es tan sensible o perceptiva, encárgate de hacerles saber qué necesitas y cuándo, para que respeten tus momentos de aislamiento o de convivencia.

 

Ahora, tratándose de otros:

 

¿Cómo convivir mejor con un introvertido?

  • Respeta su necesidad de privacidad, sus silencios.
  • No lo expongas ni avergüences delante de otras personas, ni lo interrumpas cuando habla.
  • No lo presiones a unirse a grupos, a hablar cuando no quiere o a hacer una vida social con la que no se siente cómodo
  • Dale tiempo y espacio para que esté presente en cada situación y ambiente, que participe y aporte a su modo.
  • No lo atosigues con demasiadas muestras físicas de afecto si no sientes que las acepta bien.

 

¿Cómo convivir mejor con un extrovertido?

  • Respeta su vida social e independencia.
  • Muéstrale -en público idealmente- lo mucho que reconoces ciertas cualidades o logros suyos.
  • Demúestrale tu afecto física y verbalmente.
  • Fomenta que participe en nuevos grupos sociales y de trabajo.
  • Dale su lugar para que se muestre (y brille) en ámbitos grupales.

 

 

Independientemente de qué lado de estos dos polos estamos, lo importante es conocernos y aprender a conocer a los demás para entender cuál es la mejor manera de interactuar, tanto en el ámbito personal como profesional.

 

 

 

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