Es prácticamente imposible pensar en vivir toda una vida sin cometer errores. Incluso podemos decir que los errores son necesarios cuando se está intentando hacer cosas nuevas, cuando estamos saliendo de nuestra zona de confort.
Las personas emocionalmente inteligentes celebran sus errores por lo que realmente son: grandes oportunidades para aprender. Todos cometemos errores, la diferencia es que algunas personas cometen los mismos errores una y otra vez, no logran ningún progreso y no aprenden nada de ellos, porque no tienen el valor para asumirlos y reconocerlos.
A las personas con una mentalidad estrecha les cuesta mucho trabajo admitir sus errores, sienten que esto ataca su autoestima. Esta tendencia plantea un gran problema, porque reconocer y aceptar los errores es la única forma de evitar repetirlos.
Por el contrario, las personas con mentalidad de crecimiento, avanzan más porque reconocen sus errores y los usan para mejorar. Aquellos con una mentalidad fija están obligados a repetir sus errores, porque hacen todo lo posible por ignorarlos.
Nadie es inmune a cometer errores, por eso, tenemos que reconocer nuestros tropiezos, aprender de ellos y nunca los cometeremos otra vez.
Al empezar mi evaluación del año, pude identificar estos…
3 errores que cometí en 2018 y que no estoy dispuesto a cometer otra vez
1.- Empezar un proyecto sin tener un presupuesto
Tener un presupuesto no solo consiste en asegurarse de tener lo suficiente para pagar las facturas, también significa no dejar pasar una oportunidad porque has desperdiciado tu capital en gastos discrecionales. Un presupuesto establece la disciplina, y la disciplina es la base de un trabajo de calidad.
2.- Involucrarme en más proyectos de los que puedo manejar al mismo tiempo
Algunas buenas ideas no son para ti, están hechas para que otras personas alcancen sus sueños. Déjalas pasar, esto no detendrá tu carrera, al contrario, le dará la claridad que necesita para crecer en grande.
3- Intentar cambiar la manera de pensar de alguien
La única manera de que las personas cambien es a través del deseo y los medios para cambiarse a sí mismos. Aún así, es tentadora la idea de cambiar a alguien que no quiere cambiar, como si su voluntad y su deseo se pudieran modificar. Algunos incluso eligen categóricamente a las personas con problemas, pensando que las pueden “arreglar”.
Se puede cometer ese error una vez, pero hay que darse cuenta rápidamente que no podemos cambiar a nadie salvo a nosotros mismos. Lo mejor que podemos hacer es construir nuestras vidas alrededor de personas genuinas y positivas, esas que trabajan para evitar a las personas problemáticas que los deprimen, y desechar por completo el proyecto de modificar las acciones o pensamientos de alguien.