Aprende más rápido cualquier cosa. En sus marcas, listos, ¡fuera!
Si el título del este artículo te hizo pensar te voy a dar una receta para aprender cualquier cosa de manera fácil, te adelanto estás equivocado. No la tengo, es más, no creo que existe. Aprender algo nuevo requiere compromiso, sacrificio, tiempo y dedicación. Sí, cuesta trabajo, pero cuando lo consigues, el sentimiento es único, vale toda la pena.
[spp-tweet tweet=”Para aprender algo nuevo se necesita es una mentalidad de crecimiento y ser optimista. El pensamiento negativo es el peor enemigo del aprendizaje, lo convierte en inútil, en una pérdida de tiempo. El optimista, por el contrario, está convencido de que tiene que poner esfuerzo, pero la recompensa le ayudará a transformar su situación actual.”]
Cuando me refiero a adquirir conocimientos nuevos, no quiero decir llenar la cabeza con datos inútiles. Eso es ruido que lo único que hace es atrofiar nuestra capacidad cognitiva. Podemos leer libros en 2 horas o pasar años enteros estudiando un tema y nunca aprender nada. Utiliza tu sentido común, piensa en el mediano y largo plazo, qué habilidades o información vas a necesitar para proyectar tu desarrollo profesional. Eso es exactamente lo que tienes que atacar. ¿Ya lo sabes?, entonces estamos listos.
Estas son mis…
4 técnicas para aprender más rápido cualquier cosa
1.- Observa a los mejores, aprende y adapta a tu realidad
Aprender algo nuevo requiere una dosis importante de humildad y admiración, así que no intentes inventar el agua tibia. Sea lo que sea que quieres aprender, tienes que empezar con las bases y fundamentos, que es como empieza todo el mundo, incluso los que hoy son expertos en ese tema o disciplina.
Yo sé, imagino que quieres aprender algo nuevo y hacerlo a tu manera, poner tu sello, tu personalidad, hacerlo como nadie lo hace. Claro que se puede, pero eso viene con el tiempo. Una vez que dominas el tema y pones mucha práctica, estás listo para romper las reglas, pero ahora lo importante es dominar lo primero.
Cuando empecé a producir el podcast (y escribir el blog) copié, tomé prestado, imité y seguí los consejos de los podcasters y blogueros más grandes. Apenas hoy, después de 2 años y más de 200 episodios, siento la confianza de hacer cosas a mi manera; de atreverme, intentar y experimentar.
Al principio identifiqué las mejores prácticas de los grandes en la materia y las utilicé como me funcionaba mejor. Obvio que nunca se repiten de manera idéntica, pero estudiar sus errores y contratiempos me ayudó a evitarlos y avanzar más rápido.
¿Qué tienes que hacer?
Identifica a los profesionales más grandes en la materia que quieres aprender. Estudia su trayectoria, incluyendo sus éxitos y fracasos. Busca si han escrito libros y devora todo lo que puedas aprender sobre ellos.
Si es posible establece contacto directo y pide que sea tu mentor. Uno nunca sabe, en un golpe de suerte, tu referente se convierte en tu maestro.
2.- Mide, evalúa tu progreso y establece metas constantemente
Es imposible mejorar en algo que no se mide y es imposible aprender algo en lo que no se mejora. Por eso, tu primera responsabilidad para aprender cualquier cosa es establecer metas y evaluar tus avances de manera constante.
Medir tu progreso no requiere de tecnología muy sofisticada, basta con un diario, tu cuaderno de notas y los parámetros que determines.
¿Qué tienes que hacer?
Primeramente, ser honesto. Acepta el nivel que tienes y define los objetivos que quieres alcanzar en X cantidad de tiempo. Sé realista, pero también un poco atrevido. Las metas que establezcas tienen que obligarte a salir de tu zona de confort y, al mismo tiempo, tienen que se factibles. Por ejemplo, es imposible aprender un idioma nuevo en 6 meses, pero sí puedes aspirar a tener conversaciones básicas de negocios en ese plazo.
Escribe todos tus tropiezos y avances. Incluye dónde te quedaste corto en relación a tus metas y cómo puedes hacer para recuperar lo perdido. Cuando finalmente sobrepases las dificultades, describe claramente cómo los solucionaste para evitar tropezar dos veces con la misma piedra.
3.- Pierde el miedo y pide opiniones de los expertos
Ser juzgado por un experto puede resultar intimidante, pero ¿qué es más importante, tu ego o tu desarrollo profesional?
El conocimiento de alguien con experiencia no tiene precio cuando se quiere aprender algo nuevo, pero muchas veces la inseguridad nos impide acercarnos a ellos. Hay momentos en que el miedo de parecer tonto puede más que el deseo de superación. Quédate tranquilo, alguien experimentado y profesional que ha conseguido cosas grandes nunca te hará sentir mal por ser un novato, al contrario, festejará tu deseo por seguir creciendo.
¿Qué tienes que hacer?
Si estás tomando un curso, pide a tu profesor la oportunidad de reunirte después de clases para analizar tus avances y pedir sus consejos. Preséntale ejercicios o proyectos en los que estés trabajando y abiertamente pide su opinión.
Si no tienes acceso a alguien de manera directa, busca un experto en LinkedIn y, si es necesario, ofrece pagar algo por sus servicios, es una inversión que pronto verás de regreso.
Por ejemplo: para aprender a tocar un instrumento, toca para un músico experto. Si estás empezando un negocio, busca a un consultor y preséntale tu plan de negocios. Si quieres aprender diseño, envía tus trabajos a blogs reconocidos. Sea lo que sea, haz lo necesario para obtener comentarios de gente con más experiencia.
4.- Comprométete, trabaja mejor y no te rindas
Parece tan obvio que la mayoría de las personas se olvida de esto. Comprometerse, trabajar duro y no rendirse es la “salsa secreta” para aprender cualquier cosa. Y eso exactamente lo que la mayoría de las personas no está dispuesta a hacer.
El proceso de aprendizaje no corre de manera lineal como el tiempo. Esto significa que si en una semana aprendes el 10% de un curso, no siempre aprendes el 100% en diez semanas. El aprendizaje tiene ciclos. Exactamente igual que cuando queremos perder peso, el arranque suele ser rápido, pero los siguientes niveles toman más tiempo y generalmente más esfuerzo, a pesar de ser metas que parecen más pequeñas. Esto causa frustración y, como consecuencia, abandono. Es aquí donde tienes que poner a trabajar tu mentalidad de crecimiento. Piensa los avances que llevas, mentaliza el lugar donde te encontrarás cuando cumplas la meta y trabaja más duro para conseguirlo.
¿Qué tienes que hacer?
Recuerda que trabajar duro no es lo mismo que trabajar de manera inteligente. No es la cantidad de tiempo que inviertes sino cómo lo haces. Identifica las prioridades y atácalas cuanto antes, no te guardes nada.
Parecer ocupado no es lo mismo que ser productivo. Pensar que harás algo no es lo mismo que hacerlo. No somos lo que pensamos, somos lo que hacemos de manera constante y consistente.
Conclusión:
Aprender algo nuevo tiene muchos beneficios: nos hace sentir bien, eleva nuestra autoestima, despierta nuestra creatividad y nos hace más productivos. En términos generales, eleva nuestro bienestar, porque el conocimiento es poder, y cuando tienes poder, puedes hacer de tu vida exactamente lo que quieres. ¿Cuánta gente conoces así?
Tengo 3 pequeñas ideas que compartir contigo más para aprender más rápido:
- Comparte y enseña lo que has aprendido. Esto refuerza todos los conceptos en la mente.
- Desarrolla tu técnica para tomar notas, designa claves, signos, etc. Revísalas periódicamente.
- Por último, pero no por eso menos importante, duerme, duerme y duerme más. Cuando dormimos, el cerebro analiza, fija y almacena la información adquirida durante el día.