En el trabajo como en los deportes, los hábitos son la clave del éxito.
Michael Phelps es el máximo ganador de medallas olímpicas y el primero en ganar 8 en una competencia. En toda su carrera consiguió 28 y hasta la fecha posee récords mundiales que nadie ha podido superar. Su talento es innegable, además de que su complexión física es mejor para nadar que para caminar. Pero Phelps no ganó solo por su físico y talento, ganó porque se preparó para superar cualquier obstáculo. Como dice su entrenador Bob Bowman, el verdadero secreto eran sus hábitos que lo convertían en el nadador más fuerte en la alberca.
Cuando le preguntaron a Bowman qué pensaba Michael antes de cada competencia dijo: “Realmente no piensa en nada, Michael solo sigue una rutina de hábitos, de hecho, los hábitos toman el control. Hace los estiramientos que planeó e hizo por años, las vueltas de calentamiento son como las visualizó muchísimas veces, incluso la música que escucha es exactamente lo que él está esperando, no hay sorpresas, todo es una rutina”.
Mucha gente piensa que los hábitos son algo aburrido, pero en realidad son la clave del éxito; una buena rutina de hábitos nos permite actuar de manera automática en momentos complicados.
Cuando Phelps saltó al agua para buscar la medalla en los 400 metros mariposa en los juegos de Beijing, sus goggles se llenaron de agua cegándolo casi por completo. Cualquier otro nadador se hubiera retirado de la competencia, pero Michael sabía exactamente qué tenía que hacer: repetir lo que había hecho cientos de veces; nadar con los ojos cerrados contando las brazadas de un lado al otro de la alberca.
La competencia era nada más una etapa más de una rutina perfectamente aprendida y que terminaba colgándose una medalla. Esa tarde Michael rompió el récord olímpico y se convirtió en el máximo ganador de medallas.
Cuando se habla de hábitos, generalmente se habla de cosas como dejar de fumar, salir a correr o comer saludable, pero en realidad las opciones son infinitas; un hábito puede ser básicamente cualquier cosa que se pueda automatizar.
La creatividad es el motor del crecimiento profesional, pero muy pocas personas la desarrollan como un hábito. Por eso, pensar fuera de la caja y resolver problemas se complica en muchos lugares de trabajo. Pero si quieres colgarte más medallas en el trabajo, piensa como Michael Phelps y haz de la creatividad un hábito, dispárala de manera automática en todas las acciones en tu rutina de todos los días.
Estas son 5 ideas para empezar hoy mismo:
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