El tipo de trabajo en que brillamos mejor depende de nuestros motivadores
¿Sabes para encontrar cuál es tu trabajo ideal tienes que conocer primero cuáles son las cosas que te motivan en los proyectos? Entender qué te impulsa y te motiva a hacer mejor tu trabajo, a avanzar en tus emprendimientos y a buscar ascender en el plano laboral son una parte esencial de nosotros que todos debemos conocer, porque de eso depende que encontremos -o que aprendamos a crear- nuestro trabajo ideal o los proyectos y negocios que nos van a hacer destacar.
La motivación ha sido objeto de estudio de muchos psicólogos, científicos e incluso, de análisis empírico de profesionales de todos los campos que buscamos constantemente formas más eficientes y productivas de hacer mejor nuestro trabajo, y de lograr más con menos.
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He leído mucho sobre el tema, y he encontrado varias teorías o artículos sobre el tema, casi todas tienen elementos en común, y pocos proponen ángulos distintos. Algo que me llamó la atención recientemente es la visión que tiene de ésto Todd Henry, especialista en liderazgo, productividad y desarrollo profesional. En su libro más reciente, The Motivation Code (El Código de la Motivacion) habla sobre cómo puede uno lograr involucrarse de forma más profunda, satisfactoria y productiva con sus proyectos, con su trabajo; y profundiza sobre un tema que me llamó particularmente la atención: los tipos de trabajo que existen en base a nuestros motivadores.
Tipos de motivación
En primera instancia, destacar que existen dos tipos de motivaciones -no sólo en cuanto a trabajo sino a nivel general- que son reconocidas desde hace muchos años por los psicólogos y especialistas en conducta. Son la motivación extrínseca y la intrínseca.
Motivación extrínseca.– se refiere a las fuerzas o impulsos externos que nos motivan a algo. Hablando en concreto del terreno laboral, podemos citar, por ejemplo, factores externos como el sueldo, el prestigio, los títulos en el organigrama, los temores a ciertos riesgos o consecuencias indeseadas en el ámbito del trabajo, como quedarse sin trabajo, quedar mal ante tu jefe o tus colegas, no ser considerado para una promoción, etc.
Motivación intrínseca.- la conforman aquellas cosas que tienen que ver con la forma en la que funciona nuestra mente, las cosas que nos animan y que nos impulsan sin depender de gente externa o de circunstancias fuera de nosotros. Son factores que nos impulsan a seguir haciendo las cosas aún cuando mucha gente ya se pudo haber dado por vencida bajo esas mismas condiciones.
Los 3 tipos de trabajo y dónde brillamos mejor
Todo esto se queda en un terreno muy abstracto si no lo aterrizamos en la práctica, así que aquí entro a hablar de lo que Todd Henry distingue como los 3 tipos de trabajo, y que todos tenemos uno ideal en base a nuestras motivaciones:
- Constructores
- Reparadores
- Optimizadores
Y no estoy hablando de construcción de casas o edificios, en un contexto amplio, todos los trabajos que existen pueden ser categorizados en estos 3 tipos. Y antes de hablar de cada uno, comentar que generalmente todos vamos a tener un poco de cada categoría, especialmente según la etapa de nuestra vida o de nuestro desarrollo profesional. Pero la idea es ver en qué categoría caes con más frecuencia, hacia dónde sueles inclinarte generalmente.
Constructores
Los constructores son la gente que vive para progresar, para avanzar en los procesos y etapas de crear algo nuevo. Para ellos, el lienzo el blanco es su estado ideal, cuando hay un problema que resolver, algo que requiere una solución para la cual no existe un manual o instrucciones claras. A los constructores les encanta el caos y la incertidumbre de esas etapas iniciales de los proyectos, y se sienten en su elemento cuando dan en el clavo con alguna solución o modo de avanzar.
Sin embargo, cuando a un constructor se le encomienda un proyecto que ya tiene cierto nivel de avance o madurez, o donde no hay mucho que resolver o inventar, se vuelve loco, se frustra; porque constantemente estará buscando formas nuevas de construir y hacer las cosas, y eso no estará siempre bien visto en el contexto de un proyecto establecido, donde no hay que inventar el hilo negro sino sólo avanzar en un camino ya trazado.
Así que continuamente, e incluso de forma inconsciente, el constructor buscará “desarmar y volver a armar” algo que tal vez no lo requiera, pero es su naturaleza. No están satisfechos siguiendo un manual ya escrito. Su motivación estará siempre en crear formas nuevas, procesos distintos, optimizar lo que existe
¿Eres un constructor?
Tu mejor trabajo o proyecto será donde puedas construir desde abajo, donde puedas decidir cómo poner los cimientos y empezar a levantar ese negocio o proyecto. Seguramente un start-up sonará miel sobre hojuelas para ti, o porqué no, un negocio o proyecto que construyas por ti mismo.
¿Tienes en tu equipo a un constructor?
Saca lo mejor de él o ella y no lo aburras involucrándolo demasiado en proyectos que están armados y sólo requieren seguimiento. Sin duda podrá hacerlo bien, pero se aburrirá en poco tiempo y buscará otro trabajo, o empezará a descuidar este.
Reparadores
En esta categoría cae la gente que vive y muere por en análisis y el diagnóstico. Son los que, ante cualquier situación, reto o problema, hacen inmediatamente un análisis para identificar dónde está el eslabón roto donde pueden encontrar la solución. Siempre estarán buscando cabos sueltos, procesos débiles o sistemas que pidan a gritos ser revisados. Un reparador no puede escuchar una conversación sin intervenir inmediatamente y ofrecer su consejo o asesoría, porque no tolera que ese hueco que ya detectó pase desapercibido.
Sin embargo, cuando a un reparador le asignan un proyecto sin parámetros, con frecuencia se va a quedar paralizado. Porque son excelentes para resolver problemas dentro de marcos ya establecidos, y no brillan especialmente en ámbitos demasiado abiertos, en proyectos nuevos en etapas muy tempranas donde hay que levantar desde los cimientos.
¿Eres un reparador?
Tu trabajo ideal será donde puedes involucrarte en proyectos que ya están andando, y que tienen claramente ciertas áreas de mejora que requieren tu valiosa ayuda. Podrás aportar mucho analizando a detalle y viendo dónde y cómo encontrar las soluciones.
¿Tienes un reparador en tu equipo?
Qué genial, porque podrás contarle exactamente cuáles son los problemas que estás encontrando en cierto proyecto o negocio, y te va a ayudar a hacer un análisis minucioso para darte el diagnóstico de dónde y cómo implementar la solución. No desaproveches a un reparador soltándole proyectos desde ceros o muy ambiguos, donde no sabrá bien por dónde moverse.
Optimizadores
En esta categoría tenemos a la gente que se entusiasma y se motiva llevando al siguiente nivel algo que ya existe. Digamos que son los profesionales ideales para hacer ajustes, sacar brillo y lograr mayor eficiencia en los proyectos o negocios. Detestan el desperdicio, no sólo de dinero o de cosas materiales, sino también, por ejemplo del tiempo. No toleran las reuniones poco productivas, o procesos y sistemas en el trabajo que hacer perder tiempo y enfoque tanto a ellos como al resto del equipo. Siempre tratarán de sacar lo más posible de cada persona y de cada proceso, en el buen sentido.
El optimizador suele ser muy poco tolerante ante la ineficiencia que suele ser inherente a cierto trabajo creativo, o a la incertidumbre del emprendimiento. En los roles que más brillan es cuando tienen objetivos definidos y formas claras de medir y calificar su desempeño y el rendimiento de un proyecto o negocio
¿Eres un optimizador?
Tu trabajo ideal es entrar a una empresa o trabajar en un proyecto donde ya están las cosas en cierto nivel de avance, pero tal vez los procesos no están resultando la mejor combinación. Ahí podrás poner tu toque maestro optimizando los sistemas de trabajo y hacer notar tu gran valor.
¿Tienes un optimizador en el equipo?
Qué lujo, porque es la persona ideal para ayudarte a pulir y a afinar esos procesos que hacen que tu negocio o proyectos caminen más lento o no logren despegar. Podrá perfectamente detectar dónde están esas piezas sueltas o esos pequeños ajustes que harán la diferencia para que algo pase de bueno a excelente.
Conclusión
Cierro reiterando la importancia de hacer continuamente un análisis de estos tipos de motivación en nosotros, para lograr aprovechar mejor nuestras capacidades, tanto a la hora de buscar un trabajo como también para manejar un equipo que ya tenemos y esa combinación de personalidades.
Además, muy importante destacar que cada uno de nosotros tenemos un poco de cada una de esas personalidades o motivaciones laborales, y no quiere decir que siempre tengamos que tener el trabajo ideal. Todos los trabajos, proyectos o negocios van a tener partes que nos gustan o nos motivan más que otras, pero en la medida en la que logramos entendernos mejor a nosotros mismos, podemos sacar más provecho de nuestros talentos y habilidades, y buscar apoyo para las que no son nuestro fuerte.