Estoy seguro de que hay algo en tu vida que quieres cambiar.
(Versión en video)
No tengo ninguna duda, es algo natural que nos pasa a todos, o por lo menos a todos los que estamos ocupados en nuestro desarrollo personal. No sé que es, tal vez tú mismo no lo sabes por que no te has dado tiempo para preguntarte de manera sincera, pero te voy a dar algunas ideas: puede ser que quieras conseguir un mejor trabajo, una promoción en el que ya tienes, hacer más ejercicio, crecer tu negocio, aprender un idioma, mejorar tus ingresos o tener tiempo libre para leer o viajar mas. No me digas que no te gustaría mejorar algo de lo que acabo de mencionar.
¿Sabes qué es lo mejor de todo?
Que todos son objetivos perfectamente posibles porque dependen de nosotros mismos. Para ser más específicos, de nuestros hábitos, de esas pequeñas acciones que hacemos todos los días de manera semiautomática y forman nuestra rutina diaria. Esta idea de conseguir las cosas que queremos desarrollando los hábitos correctos, es una de las mejores enseñanzas de Hábitos Atómicos, el exitoso libro de James Clear.
Otra idea fundamental del libro es que la mejor manera de deshacernos de un hábito malo es remplazarlo con uno bueno. Porque es imposible dejar de hacer algo que nos limita sin ocupar ese tiempo en algo productivo, de lo contrario el hábito malo va a regresar, o peor aun, va a empeorar.
Es muy importante hablar de hábitos en estos días.
Los últimos dos años, todos nos vimos obligados a cambiar la rutina, hacer ajustes, aprender habilidades nuevas y descubrir oportunidades. Por supuesto había quién ya estaba acostumbrado al cambio constante y se reinventaba continuamente, pero quien no, se ha visto en la necesidad de adaptarse a una nueva realidad. De repente, para muchas personas, el mundo en el que se encontraban cómodos y funcionaban muy bien desapareció, dejaron de ir a la oficina, asumieron diferentes roles, más responsabilidades, cambiaron sus horarios, trabajan más horas, y así un sinfín de modificaciones.
Esta situación podía verse de dos maneras: como un reto, trabajar más y mantener las cosas más o menos como eran antes, o como una oportunidad, y aprovechar este espacio para hacer cambios intencionales que transformarán de manera positiva tu realidad, es decir, agarrar el toro por los cuernos, desarrollar los hábitos buenos y echar a andar esa magia.
Esta mentalidad es más efectiva, porque no está luchando contra el cambio, al contario, aprovecha su fuerza para transformar las cosas todavía más y toma ventaja del poder de los hábitos para poner la realidad a su favor.
Los hábitos que cambian las cosas desde otro punto de vista, desde la visión de la innovación son precisamente los hábitos disruptivos que tienen las personas más creativas y exitosas. Son los hábitos que se necesitan desarrollar en el mundo que vivimos hoy, en donde el cambio no solo es constante, sino es muy apresurado.
Que esto no te asuste, no creas que es tan complicado, es posible cambiar, adaptarse, el primer paso es desarrollar hábitos disruptivos y corregir en el camino.
Estos son los 5 hábitos más disruptivos de 2021:
Hábito 1: Hacer menos cosas que todo el mundo
Motivados por el miedo y la inseguridad, la reacción inmediata de muchos profesionales fue trabajar más, claro, había que terminar la mayor cantidad de tareas sin importar las horas que esto les ocupara.
Los estudios recientes señalan que durante los meses de encierro la productividad aumentó en términos generales, esto sin importar que muchas personas tuvieron que duplicar sus tareas, ya que sumaron a sus responsabilidades profesionales los quehaceres personales que no cumplían todos los días. El problema es que ser productivo no es lo mismo que ser eficiente, terminar muchas tareas no sirve de nada si estás no influyen de manera definitiva el resultado final de un proyecto.
Para ser eficiente, marcar diferencia y dejar huella, es necesario enfocarse en las prioridades, y cuando todo el mundo quiere hacer más lo mejor es hacer menos, pero hacerlo con excelencia.
Si quieres conseguir mejores resultados, resultados más grandes que la mayoría, entonces empieza por decir no al multitasking, es imposible hacer más de una tarea al mismo tiempo. Delega todo lo que no sea prioritario, entiendo que no involucrarse en algunos proyectos cuesta trabajo, la tentación de hacer muchas cosas es grande, pero tienes que aprender a decir no muchas más veces de las que dices si. Y sobre todo, establecer límites, no trabajes 24 horas al día, desconéctate de los emails y mensajes de trabajo.
Cuando hagas algo enfócate exclusivamente en eso y disminuye las distracciones a cero.
El hábito disruptivo es hacer menos cosas y hacerlas mejor. Marcar diferencia, dejar huella y construir la imagen de que cuando tú haces algo está bien hecho y está hecho como nadie más puede hacerlo.
Hábito 2: Hackear la revolución digital
Que tentación, encerrarse en casa, bajar todas las aplicaciones de productividad y trabajar a tu ritmo y desde tu espacio perfecto. Eso es lo que pensó todo el mundo y se creyó la idea que ya se había reinventado.
Claro, para video llamadas tienes Zoom, para mensajes de texto y llamadas en grupo WhatsApp, trabajo en equipo Slack, la verdad es que hoy existe una aplicación prácticamente para todo lo que necesitamos hacer profesionalmente, no hay una responsabilidad laboral que no se pueda cumplir trabajando desde casa. El problema es que a pesar de todo el avance de la tecnología, el trabajo que hacemos siempre tiene que ver con humanos, todavía no hay tecnología que sustituya la empatía que se tiene cuando tratas a las personas de manera personal.
Sí, hubo meses que no podíamos vernos, era una cuestión de salud, había que mantener la distancia, pero una vez que eso pasó, el peligro es mantener la distancia para siempre, normalizar el trabajo virtual y olvidarse del contacto humano.
La tecnología es una herramienta extraordinaria para elevar la productividad, desarrollar atajos y automatizar procesos o tareas que se repiten una y otra vez.
Pero lo más importante es que nunca se pierda el contacto humano, incluso, aprovechar la tecnología para desarrollar y fortalecer relaciones. No se trata de darle la espalda a la tecnología, lo verdaderamente disruptivo es hackearla para utilizarla a nuestro favor y fortalecer la parte humana de las relaciones a pesar de hacerlo de manera virtual. Los profesionales más exitosos, aprovecharon estos meses para fortalecer sus relaciones, mostrarse genuinamente interesados y preocupados por estar cerca de sus clientes, socios o amigos. No es tarde, todavía lo puedes hacer tú.
Hábito 3: Meterse en problemas
Claro, están pasando tantas cosas nuevas que nadie piensa en meterse en problemas por sí solo, a menos que quieras salir fortalecido de esta experiencia.
Meterse en problemas no significa volverse loco, quiere decir ser inquieto, curioso y proactivo, averiguar qué oportunidades, herramientas o tendencias nuevas se están desarrollando y aprenderlas, dar un paso adelante antes que la mayoría. Es natural sentir miedo cuando se tiene que cambiar, pero si tomas la iniciativa tú decides el ritmo de tú transformación, por el contrario, si esperas, la velocidad del cambio la marca alguien más.
En los últimos dos años, los profesionales que se atrevieron y se metieron en problemas antes que nadie aprendieron las habilidades nuevas que requería su industria, hoy estos profesionales están mucho mejor posicionados y son la vanguardia.
Puedes empezar poco a poco, pero no puedes retrasar más la transformación, el mundo no va a volver a lo que era ni se va a adaptar a ti, métete constantemente en problemas, aprende a vivir en ambientes inseguros y que cambian constantemente, porque a partir de ahora así será el mundo, por eso meterse en problemas constantemente es un hábito disruptivo que no podrás evitar.
Hábito 4: Conspirar contra el pasado
En los últimos años no sé cuántas veces leí la frase volver a la normalidad, sinceramente no sé exactamente a que se refería, pero entiendo que era algo así como regresar a lo que teníamos antes, bueno eso era imposible.
Cambiar no siempre es fácil o placentero, pero estoy seguro que resistirse al cambio es más molesto que cambiar. Por eso, el hábito de darle la espalda al pasado, conspirar contra él y abrazar el futuro es uno de los que más me gusta de esta lista.
Ver hacia delante, intuir que está a la vuelta de la esquina y prepararte para ello es una aventura, es además una muestra de madurez y liderazgo.
Puede ser que no sea lo natural en tu trabajo, pero después de lo que vivimos recientemente, leer sobre tecnología, informarse de las nuevas tendencias, qué se espera para los próximos cinco o diez años y prepararte como sea necesario es un hábito extraordinario. Hay que darle la espalda al pasado, aprender de su experiencia y abrazar el cambio, es una oportunidad que no todo el mundo quiere aprovechar, si tú lo haces creces mucho más.
Hábito 5: Ser – un poquito – egoísta con tu dinero
Por supuesto, cuando se vive un momento de crisis o incertidumbre resulta sensato cuidar todos los recursos con más atención.
Administrar el dinero es un acto de sentido común. Pensar en hacer un gasto parece atrevido, casi irresponsable. Lo importante es tener claridad para diferenciar un gasto de una inversión. Porque mientras el gasto espera el retorno o beneficio de manera inmediata, la inversión pretende obtener un rendimiento mayor en el futuro.
2021 era el momento perfecto para invertir de manera un poco egoísta en ti. Preocuparte por tu salud física, mental y desarrollar habilidades nuevas ante que nada. Sabíamos que el mundo no se iba a detener, que tarde o temprano retomaríamos las actividades haciendo algunos ajustes. Por eso precisamente es que digo que había que ser un poco egoísta, porque mejorar tus habilidades y capacidades te da la oportunidad de crecer y aportar más a los proyectos en los que te involucras, a ser mejor compañero, padre, madre, hermano o lo que te corresponde ser.
No puede haber mejor hábito que ponerte tú primero, mejorar y ser mejor. No importa lo que digan, no importa si te consideran un poco egoísta, invertir en ti con la intención de compartir lo mejor de ti es un acto de solidaridad.
Conclusión:
Una característica fundamental de las personas exitosas en la era digital será reinventarse constantemente. No solo hacerlo cuando sea necesario porque el mercado lo exige, sino anticipar las tendencias, marcar la dirección y liderar la transformación de las industrias y compañías. Para hacerlo es necesario desarrollar hábitos disruptivos y transformadores, entender la reinvención como un proceso natural que nunca termina, es un estilo de vida.
Hábitos disruptivos, el arma secreta de los profesionales exitosos para desarrollar un estilo de vida sano y productivo.