La fórmula perfecta para conseguir tus objetivos
Todos tenemos tareas que a pesar de saber que tenemos que cumplirlas, no hacemos más que postergarlas. En mi caso, una de esas tareas era trabajar con un mentor. Por mucho tiempo estuve convencido que necesita ayuda de alguien que tuviera más experiencia que yo, alguien que con su capacidad pudiera ver mis proyectos desde otra óptica y exhibir las deficiencias. Alguien a quien yo admirara por sus logros y valores tanto personales como profesionales; un modelo, una guía que al mismo tiempo que me motivara me inspirara a ser mejor.
Encontrar un mentor fue una de mis prioridades para 2017. Muy contento puedo decir que hoy trabajo con dos personas que admiro y reúnen todo lo que podría buscar en ellas. En muy poco tiempo, siento que los resultados han sido extraordinarios. Trabajar con un mentor me ha ayudado a pensar en grande y hacia adelante, me ha obligado a establecer metas claras y elaborar un plan para alcanzarlas. Por si fuera poco, me ha recordado que el aprendizaje no acaba nunca, que siempre es posible seguir creciendo y que nuestras capacidades son infinitas, pero necesitan ser estimuladas para continuar su crecimiento. Trabajar con un mentor, incluso, me ha ayudado a descubrir aptitudes que no sabía que tenía o no sabía cómo podía aprovechar.
Cuando tienes un mentor, tu visión se amplifica y se multiplican tus oportunidades, te abres a seguir aprendiendo todos los días, entiendes que los problemas siempre tienen más de una solución y que las debilidades nunca son motivo para no intentar algo, porque estás fortaleciendo tus habilidades.
Si estás dispuesto a descubrir nuevas oportunidades, ampliar tus capacidades y crecer profesionalmente no dudes en buscar la ayuda de un mentor.
Aquí otra visión de la importancia de trabajar con un mentor.
Incorpora diferentes puntos de vista a tus estrategias y olvida la idea absurda de que trabajar con un mentor es signo de debilidad; todo lo contrario, se necesita valor para aceptar que alguien opine de tu trabajo, te haga recomendaciones e incluso te haga sentir incómodo por sugerir que intentes cosas nuevas.
5 razones por las que trabajar con un mentor es la fórmula perfecta conseguir tus objetivos
Un mentor…
1.- Te enseña
Sin importar el nivel profesional que tengamos, siempre es posible encontrar alguien que sabe más que nosotros de algún tema; personas que por su experiencia pueden compartirnos información útil que no conocemos o no tenemos la capacidad de ver y aprovechar.
2.- Te motiva
El ámbito profesional es más competitivo que nunca. El éxito de un proyecto no siempre depende de la calidad de la idea sino del equipo y del líder que se encuentra al frente de él. Un mentor ha conseguido logros suficientes trascendentales, hazañas que te inspiran a seguir adelante, dar más y seguir creciendo para dejar un legado.
3.- Te desafía
Es una condición humana instalarse en los sitios donde estamos cómodos, procurar la seguridad en todos sentidos. Una visión externa identifica estos patrones con mayor facilidad y, de la misma manera, encuentra la estimulación necesaria para obligarte a hacer más, aun cuando sientas miedo o inseguridad de los pasos que tienes que tomar.
4.- Te protege
La única señal que tenemos para saber que estamos creciendo profesionalmente es sentir miedo de lo que estamos haciendo. En esos momentos, tener acceso a información y recursos que nos ayuden a sentir seguros es invaluable y necesario. ¿Quién mejor para promoverla que alguien con más experiencia? Un mentor a pesar que te empuja a seguir, nunca te deja solo.
5.- Te aconseja
Nadie tiene todas las respuestas, nadie te puede decir exactamente qué hacer, pero un mentor te aconseja en base a su experiencia y tú tomas las decisiones.
Trabajar con un mentor es el primer paso para convertir tus sueños en objetivos y establecer el plan necesario para alcanzarlos.