La motivación es uno de los temas más recurrentes cuando hablamos de alcanzar una vida balanceada y el éxito, porque es practicante imposible estar motivado todo el tiempo. Todos tenemos períodos en los que sentimos que lo que hacemos no tiene sentido, que estamos estancados y es mejor abandonar nuestros sueños.
[spp-tweet tweet=”La diferencia entre quién se detiene y quién continua, es cómo manejamos la energía y generamos una dinámica de éxito en nuestro entorno.”]
Las ideas que vamos a revisar a continuación son completamente abiertas, gratis y disponibles para todos. No requieren de una inversión monetaria, todo es cuestión de tomar acción. Todas me han funcionado, pero no quiere decir que las tengas que seguir de la misma manera, adáptalas a tus circunstancias. Yo las he tomado de otras personas y también las he adaptado para impulsar mi carrera y mi vida personal.
Estoy seguro que te pueden ayudar y darte el impulso que necesitas. Te van a recordar por qué es importante lo que haces y por qué tienes que continuar. Pero, atención, si odias lo que haces, nada te puede ayudar. Ese es el primer compromiso que tienes que hacer. Si lo que haces no te satisface, la motivación debe empezar por cambiar eso.
Estas son…
Mis 6 acciones para encontrar motivación todos los días
1.- Filtro bien la información que consumo en redes sociales
Pocas cosas son tan contagiosas como la pasión y el pesimismo. Es una decisión completamente nuestra cómo empezamos el día. Es difícil tener días ganadores si inicias las mañanas viendo noticias que te llenan de estrés o te ponen en un estado de animo pesimista. No quiero decir que ignores por completo las noticias del día, considero que es importante estar informado, pero nosotros decidimos qué enfoque preferimos. O escuchas las voces que ven el vaso medio vacío o las de quienes siempre lo ven medio lleno.
Las redes sociales son un arma de doble filo, son plataformas tan abiertas que, si no dedicas un poco de tiempo a curar a quién sigues, te llenas de noticias sin sentido. Son opiniones que pretenden pasar por conocimiento, pero son puro ruido. En mis cuentas no hay espacio para los profesionales del lamento, esas personas que todo lo que hacen es quejarse pero nunca son parte de la solución; por el contrario, sigo exclusivamente a personas y compañías que respeto, mentores, artistas o emprendedores que han conseguido hazañas que me inspiran, me motivan e incluso despiertan mi creatividad para establecer retos o proyectos.
2.- Hablo con personas que me inspiran
Todo lo que nos rodea afecta nuestro estado de ánimo. Por supuesto, esto también aplica para las personas con las que nos relacionamos en el día a día. Cuando estás un poco deprimido, una simple conversación puede ser toda la diferencia. Rodéate de las personas que siempre están motivadas, las que inyectan energía a todos los compañeros en la oficina. Si trabajas por tu cuenta o, por cualquier otra razón, no tienes alguien así de cerca, levanta el teléfono y llámalo, pero no dejes pasar un solo día sin escuchar una buena historia de alguien cercano. Personalmente, es una de mis tareas diarias, iniciar la conversación con amigos positivos, gente que me hace reír y detona mi vitalidad.
3- Mis jefes incógnitos
Hay que aceptarlo, es imposible conseguir las cosas sin ayuda. Tarde o temprano, necesitamos alguien que nos mantenga en cintura. Es muy fácil romper las promesas que hacemos con nosotros mismos, el clásico “mañana empiezo la dieta”, “hoy voy a terminar todos mis pendientes” o “el lunes voy al gimnasio” son compromisos inofensivos si nadie más sabe de ellos. Cuando los estableces con alguien que estimas y respetas la cosa cambia, adquieren un nivel de obligación. El ejemplo perfecto es hacer ejercicio. Si tienes el compromiso con alguien para entrenar todos los días a las 6:00 AM, no llegar te llena de culpa,. ademas de dañar una relación.
Tengo un jefe incógnito para todas las cosas que quiero cumplir. Sin ser una obligación, reporto los avances y escucho su opinión, son personas que respeto y quiero mantener cerca de mí. Nunca me permitiría que tuvieran una mala opinión de mí. Sé que se preocupan por mÍ y les interesa verme alcanzando mis objetivos.
4.- Evaluó hasta dónde he llegado y celebro incluso los pequeños logros
Considero natural la condición humana de siempre querer más. Lo que no me gusta es cuando ese sentimiento nos hace olvidar lo que ya tenemos. Es importante no ser muy severos con nosotros mismos y valorar lo que hemos conseguido, asimilar que estamos en movimiento y en dirección a un objetivo más grande.
Todos los días reviso dónde estaba hace un año y dónde estoy ahora. Tengo claro que no el final de camino, pero tomo fuerzas celebrando incluso pequeños logros. Me consiento a mí mismo para inspirarme y establecer una otra meta un poco más ambiciosa.
5.- Visualizo el futuro
Esta es una práctica común de las personas más exitosas, de los que tienen la capacidad de visualizar lo que quieren conseguir. Por ejemplo, atletas de alto rendimiento trabajan intensamente el aspecto mental. Es parte fundamental de su preparación el imaginar cómo será el momento de levantar el trofeo o de acariciar una medalla olímpica. Imaginar el momento de alcanzar nuestros objetivos tiene una efecto muy positivo, sobre todo si lo contrapones con el sentimiento de no conseguirlo.
Cuando estoy trabajando en un proyecto, siempre imagino cómo se verá terminado y el efecto positivo que puede tener en otras personas. Imagino comentarios positivos y las oportunidades que me puede abrir el terminar un proyecto de cierto calibre.
6.- Reviso mi propósito de vida
Todo lo que hacemos tienes que tener un propósito grande en la vida, de lo contrario, te sentirás caminando sin dirección.
¿Sabes por qué haces lo que haces?, ¿qué es importante para ti y qué quieres conseguir? Si no lo sabes, este es el momento de definirlo. Tener claro lo que quieres y repetirlo constantemente es una motivación muy poderosa. Piensa en grande, sueña con cosas que no se pueden alcanzar todos los días, pero que con trabajo constante puedes terminar.
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