Warren Buffett, uno de los mejores inversionistas de nuestros tiempos, lo describe mejor que nadie: “No inviertas lo que te queda después de gastar, gasta lo que te queda después de invertir”.
Por supuesto, entiendo que hoy es particularmente difícil atenerse a ese mantra, especialmente si consideramos que la enorme mayoría de mensajes que recibimos a través de los medios de comunicación, las redes sociales o las conversaciones con amigos dicen lo contrario.
La idea de gastar más –incluso lo que no se tiene y sobre todo en lo que no es necesario– se ha convertido en sinónimo de éxito para muchas personas. No quiero decir que gastar no es necesario o no tenga sus recompensas, las tiene, de hecho, ese es el principal problema.
Cuando gastamos, participamos en un intercambio en el que la gratificación se percibe de manera inmediata. Esto lo hace más atractivo que invertir, ya que cuando invertimos, lo hacemos con la perspectiva de recibir una recompensa más grande con el paso del tiempo.
Muy poca gente tiene un plan a mediano y largo plazo para su carrera, para su familia o para ella misma, por eso es que invertir no forma parte de sus hábitos. También hay que reconocer que la idea de invertir se relaciona casi siempre a personas con muchos recursos financieros, y no se reconoce la importancia y necesidad de invertir otros recursos, como el tiempo, la energía y la atención en la construcción de un mejor futuro.
Identificar dónde se debe invertir -en lugar de gastar- es muy sencillo. Simplemente hay que separar las acciones y actividades que contribuyen a multiplicar tus recursos o los de tu negocio, en lugar de dilapidarlos. Por ejemplo, si una persona compra una computadora para estudiar o mejorar sus habilidades como diseñador, porque quiere trabajar unas horas más y ganar dinero extra, tanto el gasto generado por la compra del equipo como las horas que pase estudiando diseño son consideradas una inversión. En cambio, si utiliza la computadora mayoritariamente para pasar tiempo en redes sociales y ver más televisión, podemos considerar eso como un gasto.
Ahora ya lo sabes. Todos los días gastamos recursos que afectan de manera directa nuestra salud, nuestra carrera o nuestro patrimonio. Si lo haces de manera consciente, puedes convertir esos gastos en inversiones y obtener más beneficios. ¿Quieres saber cuáles?.
5 beneficios de invertir en vez de gastar tus recursos
1.- Ver crecer tus recursos
Cuando gastas tus bienes, lo único que consigues es reducir tu riqueza. Intercambiar tiempo, dinero o energía por objetos o experiencias que no contribuyen a incrementar tu patrimonio, es un círculo vicioso en el que la satisfacción plena nunca se puede conseguir.
Es una trampa de la cual la única manera de escapar es invirtiendo, y haciendo planes a mediano y largo plazo.
2.- Ahorras para tener un mejor retiro
Todos tenemos una tolerancia diferente al riesgo. Dependiendo de la tuya, tienes que aprender a planear para el futuro. Nadie es capaz de producir la vida entera, no importa lo fuerte y creativo que te sientas ahora. Empieza a ver tu futuro e invierte en la tranquilidad de los años por venir.
No sabemos qué va a pasar, pero invertir en tu salud, tu network y tu patrimonio es la mejor manera de asegurar un tránsito menos turbulento por los tiempos accidentados.
3.- Obtienes mejores dividendos
Si quieres crecer tus recursos tienes que invertirlos en los lugares en los que se obtienen mejores ganancias, y estas no siempre se encuentran de manera inmediata.
¿Quieres trabajar en las mejores compañías o colaborar con los mejores profesionales?, invierte en tu preparación. ¿Quieres vivir más años productivos al tope de tu capacidad?, invierte en tu salud.
Invertir es la única manera de garantizar mejores resultados en el mediano y largo plazo.
4.- Consigues objetivos más grandes
No siempre es fácil, pero si controlas la tentación de gastar de inmediato los recursos con los que cuentas hoy, obtienes siempre mejores resultados.
No te engañes, si gastas en cosas que no son indispensables -incluso cuando están en descuento- lo que estás haciendo es limitando tus posibilidades de éxito o de mejores inversiones en el futuro.
5.- Puedes ayudar a más personas
Pocas cosas son tan gratificantes como ayudar a las personas que quieres. Invertir en la gente y ayudarlos a conseguir sus objetivos es la mejor inversión que puedes hacer para tu carrera, negocio y estilo de vida.
Te aseguro, con el paso del tiempo, verás todas estas inversiones retribuidas de muy diversas formas.
Conclusión:
La enorme diferencia entre gastar e invertir tus recursos es tener un plan diseñado a mediano y largo plazo.
Retrasar la gratificación que se genera por derrochar dinero, tiempo o energía te permite invertir en aspectos que construyen la confianza y seguridad necesarias para atravesar una pandemia, una recesión o cualquier otro contratiempo, y además salir fortalecido.
Y para ti que llegaste hasta el final de la nota, tengo otro punto más que compartir, otra razón por la cual es mejor invertir que gastar tus recursos: Puedes involucrarte en más y mejores experiencias. Cuando inviertes y creces tus recursos, tienes tiempo, dinero, amistades, energía, educación, etc., etc., etc., para involucrarte en más y mejores proyectos.