La felicidad en el trabajo no depende de lo que piensas
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De acuerdo con los estudios más recientes, la felicidad en el trabajo no está directamente relacionada a la remuneración monetaria que se percibe, sino a la satisfacción que se experimenta de hacer algo que nos apasiona.
Ser valorado y estar bien remunerado es importante, todo el mundo necesita sentir que su trabajo es bien apreciado, que su sueldo es justo o que su negocio crece y le permite tener una vida rica. Pero este hecho por si solo no conduce de manera directa a la felicidad ni garantiza el éxito profesional.
Los estudios concluyen que las personas que hacen un trabajo que les gusta mucho, a lo largo del tiempo tienden a ganar más dinero y ser más exitosos, pero no porque viven eternamente entregados a sus responsabilidades, llenos de estrés y poco tiempo personal. Sino por su visión del trabajo como un reto, algo que disfrutan mucho y en el que pueden aprender cosas nuevas, resolver problemas, ayudar a otros, afianzar relaciones personales, contribuir y agregar valor a la vida de la comunidad.
Disfrutar del trabajo te pone en un estado de ánimo mucho más optimista y motivado, es el impulso perfecto para atreverte, hacer cosas grandes y crecer personal y profesionalmente.
No es que el dinero no importe
Decir que el dinero no es lo más importante en el trabajo puede sonar un poco conformista para muchas personas, por eso es importante subrayar que no estoy diciendo eso. Estoy diciendo que si disfrutas el trabajo, si haces algo que te entusiasma, es mucho más fácil entregarse, mejorar constantemente y destacar, entonces sí, como resultado vas a alcanzar el éxito profesional en todos los sentidos, incluido, desde luego, el económico.
Otro reparo que surge a menudo cuando se habla de este tema, es la idea que decir que la pasión lo puede todo en el trabajo es simplificar el proceso laboral a una banalidad, porque también de manera recurrente se escucha decir que si trabajas en algo que te gusta no volverás a trabajar un solo día de tu vida. En esto quiero ser muy categórico: el trabajo, te guste o no lo que haces, tiene un nivel de compromiso muy alto. Cuando ofreces un producto o servicio y el trabajo de alguien más depende de lo que tú haces no puede ser tomado a la ligera. Y por eso mismo tienes que hacer algo que te guste mucho y hacerlo bien, porque te importa, por que significa mucho para ti. La pasión no es el motivo por el que se hace el trabajo, es la herramienta con la que vas a vencer obstáculos, innovar, mejorar, competir, etc., etc., etc.
El trabajo tiene que ser forzosamente una decisión personal: dónde, cómo, con quién y qué se hace es parte inherente a tu personalidad, no dejes que alguien más decida por ti. No lo tomes a la ligera, dedica tiempo para encontrar algo que te guste mucho, hazlo tu forma de vida y te aseguro, con tiempo y dedicación encontrarás muchos beneficios.
Así te beneficiará trabajar en algo que te apasiona:
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Te sentirás más satisfecho
El trabajo – como hemos dicho – no debería ser únicamente tu manera de asegurar un ingreso. Tu carrera te tiene que hacer sentir bien dentro y fuera de la oficina. Tarde o temprano la línea que divide lo profesional de lo personal se empezará a hacer muy borrosa, distinguir qué cosas influyen en uno u otro terreno será muy difícil, sobre todo si lo que buscas es crecer profesionalmente.
Si disfrutas lo que haces, si te hace sentir orgulloso y motivado tu vida personal se verá beneficiada por eso, no consideres el trabajo algo que haces de lunes a viernes de 9 a 6, considéralo parte de tu vida, comparte con tus amigos y familia que está pasando, hazlos parte de tus logros y aventuras.
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Serás más productivo
Es prácticamente imposible dar un poco más de lo que se espera de ti si lo que haces no te apasiona. Es muy importante estar motivado e inspirado para hacer el trabajo como pocos lo hacen, el desempeño de todo el mundo está relacionado al interés y las ganas de seguir aprendiendo y mejorando.
Ser productivo no significa completar más tareas que los demás, significa hacer el trabajo que importa. Para esto es necesario ser un apasionado, y ser parte activa en muchos aspectos del negocio.
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Trabajarás mejor en equipo
Los mejores jugadores en un equipo no son los más talentosos, son quienes ayudan a los demás a crecer y alcanzar su mejor nivel.
Cuando tomas la iniciativa porque las cosas te importan, es fácil inspirar a otros, liderar y formar equipos. Mucha gente tiene miedo de hacer lo que le gusta o seguir una corazonada porque nadie le genera la confianza necesaria. Cuando haces lo que te gusta, procuras que el ambiente de trabajo sea bueno y todo el mundo contribuya con su mejor esfuerzo al trabajo colectivo.
Esta es una condición natural de los emprendedores, ya sea trabajando en su negocio o dirigiendo proyectos dentro de una gran empresa.
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A la larga, alcanzarás el éxito que estás buscando
Hacer algo que te gusta no desaparece de manera mágica los problemas e inconvenientes del trabajo, lo que hace es transformarlos en retos y oportunidades para mejorar. Mejorar constantemente es la única manera de alcanzar el éxito.
Cuando haces algo que te gusta mejoras porque es importante para ti, no esperas que alguien más te presione u obligue a hacer un mejor trabajo, es una cuestión personal, es una competencia contigo mismo que te motiva a buscar lo que quieres porque conseguirlo te hace sentir satisfecho.
Conclusión:
Para concluir, quiero recordar las palabras de Steve Jobs en la universidad de Stanford:
“El trabajo va a ocupar una parte muy importante de tu vida, y la única manera de sentirse satisfecho es haciendo algo que consideras un trabajo sobresaliente, y la única manera de hacer un trabajo extraordinario es haciendo algo que amas, si todavía no has encontrado algo que amas, no te conformes y sigue buscando. Igual que pasa con las cosas del corazón, tú vas a saber cuando lo encuentres.”
Por supuesto que se puede tener éxito económico y ser reconocido entregándose de lleno al trabajo, sacrificando parte de nuestra vida personal y separando lo público de lo privado. Pero a la larga, nada de eso garantiza sentirnos satisfechos y realizados. Para alcanzar el equilibro es necesario hacer un trabajo que nos enriquezca no solamente de manera material, y para eso es necesario dedicarse a algo que nos guste mucho, muchísimo, algo que nos seduzca, nos estimule y conquiste.
Si todavía no lo encuentras, no renuncies, hazte estás 4 preguntas para encontrarlo:
- ¿Qué disfrutaba mucho de niño?
- ¿En qué me dice todo el mundo que soy bueno?
- ¿Quiénes eran mis principales modelos para seguir cuando era joven?
- ¿Qué cosas sencillamente no puedo hacer o tolerar?
Empieza aquí, date tiempo, atrévete y descubre las cosas que realmente amas, cuando te dediques a ellas seguramente tu vida va a cambiar.