Este es uno de los temas más recurrentes en la comunidad de inconfundibleMENTE: el reto de ser productivo eficiente trabajando desde casa.
Es una realidad que muchos, muchísimos freelancers, emprendedores e incluso empleados remotos trabajan desde casa, y para ellos especialmente actualizo esta nota que publiqué originalmente hace más de un año.
7 consejos para evitar caer en las trampas más comunes
Cuando trabajas en una oficina, el contexto está creado automáticamente. Todo a tu alrededor gira en torno al trabajo y sus requerimientos: el escritorio, la computadora, el teléfono, los papeles, la sala de reuniones, etc. En cambio, cuando trabajas desde casa, el medio ambiente te puede jugar en contra, ya que no es un espacio que naturalmente esté creado para trabajar, así que hay que hacer varias adecuaciones y adoptar los hábitos necesarios.
Aquí te comparto algunos consejos para ayudarte a manejar mejor estos retos.
1.- Mantén horarios fijos
A falta de fronteras físicas reales -como sucede en una oficina tradicional-, cuando trabajamos en casa solemos perder la noción de los tiempos que habrá que dedicar a trabajar. Es básico mantener horarios laborales regulares, no solo por tener una rutina sana sino por nuestra relación con clientes o colegas. Debemos acostumbrar a la gente que, salvo urgencias reales, no estaremos tomando llamadas o respondiendo emails fuera de horarios regulares.
Esto en realidad aplica también para la gente que trabaja en una oficina convencional, aunque se acentúa especialmente en el caso de los que trabajan desde casa. Salvo ocasiones excepcionales, no hay que caer en la tentación de extenderse en las horas de trabajo, uno debe ser estricto consigo mismo y destinar los tiempos necesarios a ocio, entretenimiento, vida familiar y otros proyectos personales. Eso también es clave para ser productivo.
2.- Asigna un espacio definido para tu oficina en casa
No es la mejor idea andar con la laptop por los rincones o trabajar desde un sillón, funcionaría para unos días pero no a largo plazo. Lo ideal es asignar una recámara o espacio independiente para uso exclusivo de trabajo. Así no sólo evitas ruidos de otros miembros de la familia, sino también tu mente tiene una frontera física para el espacio de trabajo y el espacio personal.
Si el tamaño o distribución de tu casa o departamento no te permite destinar un espacio cerrado, trata al menos de tener un área fija y bien iluminada donde puedas instalar cómodamente tu computadora y demás cosas necesarias para trabajar.
3.- Acostumbra a tu familia a respetar tu tiempo y espacio de trabajo
Este punto va de la mano de los dos anteriores. Es primordial que nuestra familia respete nuestro espacio y horario de trabajo. Entiendo que con los niños es más difícil, porque tenerte en casa para ellos significa que estás disponible, pero es importante acostumbrarlos a las fronteras de tiempo y espacio de nuestro trabajo, aún desde casa.
Lo mismo aplica para los amigos o familiares que, al saber que trabajamos en casa, ellos entienden que estás disponible permanentemente para cualquier cosa. Así que se les hace lo más normal pedirte que les acompañes a hacer a alguna diligencia o hasta pueden caerte en visita sorpresa porque saben que estás en casa ?
4.- Vístete para trabajar
Trabajar en pijama y pantuflas no es lo más conveniente ni le manda a tu cerebro el mensaje de que estás trabajando. Aunque tu trabajo no implique tratar con gente en persona, sentarnos a trabajar bañados y arreglados nos situará mentalmente en el contexto adecuado.
No quiere decir que tengas que usar ropa de trabajo formal en tu casa, pero tampoco unos pants rotos o ropa como para lavar el coche. Eso manda un mensaje contradictorio a tu subconsciente y verás que automáticamente te hace sentir en una actitud más relajada (y menos productiva, claro). Sobra decir que si haces videollamadas como parte de tu trabajo, es importante dar una imagen profesional (al menos de la cintura para arriba ?).
5.- Ármate con el equipo necesario
Aunque tu negocio esté en desarrollo y no tengas un gran presupuesto, es importante que te asegures de tener lo mínimo necesario para operar de un modo profesional. Escritorio o mesa de trabajo, silla ergonómica (o lo más amigable posible para tu espalda), lámpara de mesa, computadora, internet de alta velocidad y con conexión estable, línea telefónica o celular, auricular para hacer llamadas cómodamente, y el software mínimo necesario para el tipo de trabajo que hagas.
Si tienes tu propio negocio, es ideal tener tu dominio de internet, con un website básico y una dirección de email de tu empresa. El que usa como mail de trabajo un hotmail o yahoo mail no se tomará en serio.
6.- Evita distracciones domésticas (y las visitas frecuentes a la cocina)
Trabajar en casa implica estar rodeados de mil y un distracciones. Es fácil de pronto acabar tirado en el sofá viendo TV, leyendo una revista que llegó en el correo, poniendo una carga de ropa a lavar, y, por supuesto, ¡comiendo a toda hora! Estos resbalones son un golpe bajo a nuestra productividad (y un peligro de sobrepeso, claro).
Es importante tener autocontrol y disciplina, porque nadie vendrá a supervisarnos.
7.- Socializa y conéctate
Cuando trabajamos en casa solemos aislarnos. Depende de tu tipo de trabajo, pero pueden pasar horas sin que tengas interacción humana.
Es importante mantenerse conectado con colegas y clientes via teléfono, mensajería y personalmente cuando sea posible, es parte de una dinámica sana de trabajo. Y si un día te sientes un poco desconectado del mundo, vete a trabajar por unas horas a un café o una librería, te ayudará cambiar de aires y ver gente.
El aprender a trabajar desde casa es cosa de práctica y de disciplina, yo lo encuentro súper productivo, me encanta.
Como también me gusta tener citas fuera y reunirme con colegas y clientes con cierta frecuencia. A veces te apetecerá salirte de casa y, si no tienes citas, puedes irte a un café, librería u otro sitio donde puedas estar sentado tranquilo, con internet y con otro tipo de estímulos visuales y sensoriales que también hacen falta. Lo importante es que logres crear una dinámica funcional de trabajo que aporte al máximo a tu crecimiento profesional.
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