No hay manera de reprochar la idea de cambiar un montón de cosas lo antes posible, después de todo es lo que se tiene que hacer ¿no es cierto?
Reconocer que algo nos está haciendo daño, que nos hemos estancado o incluso que hemos dado pasos para atrás es un acto de valor y nadie puede estar en contra de esto. Invertir tiempo para analizar y diseñar la mejor estrategia para corregir lo que nos molesta en la parte personal, el trabajo o incluso en nuestra comunidad es una muestra de madurez, deberíamos pedir a todo el mundo que lo haga. Lamentablemente la historia nos dice que esto es un acto inútil, que resulta imposible cambiar varios hábitos, costumbres o prácticas al mismo tiempo si antes no cambiamos nuestra mentalidad.
Resulta natural dedicar tiempo para establecer metas y diseñar un plan cuando se quiere rectificar algo que incomoda, pero el verdadero secreto para seguir una dieta, hacer ejercicio, leer más o pasar más tiempo de calidad con la familia y amigos no es diseñar la estrategia, la verdadera transformación sucede cuando invertimos el tiempo en cambiar nuestra manera de pensar. La mentalidad correcta es la único que puede conducir a buenos resultados, es la razón por la que se empiezan proyectos nuevos, se hace otro esfuerzo, se entrega un poquito más de lo que se esperaba o se rectifica la dirección sin detenerse. La mentalidad rompe círculos viciosos y facilita que consigamos lo que queremos.
Si ahora mismo hay muchas cosas que quieres cambiar, te pido que cambies solamente una: cambia tu manera de pensar, porque cuando cambias cómo piensas, todo lo demás cambia mágicamente.
Las 5 razones de la semana son el argumento perfecto para pensar diferente, y descubrir por qué cuando cambias la mentalidad consigues lo que tú quieres.
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