A lo largo de mi carrera he tenido la suerte de tener en mis equipos gente mucho más joven que yo, digamos que diez años o más. Si bien me ha tocado supervisarlos o guiarlos en ciertos temas, ellos me han aportado mucho en otros -tal vez sin darse cuenta-. Los puedo considerar mis mentores, y aunque generalmente fue incidental, ahora busco su colaboración intencionalmente.
Las 5 aportaciones que más valoro de tener un mentor más joven son:
1. Flexibilidad y agilidad de pensamiento
Un millennial o post-millennial seguramente tendrá un pensamiento más flexible y ágil que alguien de la generación X o mayor. Me ha pasado que me ahogo en un vaso de agua con alguna situación, y alguien más joven me hace ver el tema de una forma distinta, como arrojando luz en algo que estaba ahí pero que yo no podría ver. Es que conforme avanzamos en edad solemos enfocarnos en perspectivas limitadas, y necesita venir alguien de fuera para mostrarnos una óptica distinta.
2. Dominio de la tecnología
Esta es quizás las más obvia. Aunque yo me considere más avanzada del promedio de mi generación en cuestión de tecnología y entorno digital en general, crecimos en un mundo análogo. Aprendimos a usar computadoras y dispositivos de tecnología ya entrados en adolescencia o incluso mayores. Es como aprender a manejar a una edad avanzada, los reflejos no son los mismos que si aprendes a manejar cuando eres adolescente. Así la generación más joven, nacieron en un mundo digital y aprendieron todo a través de un lenguaje distinto. Así que nunca cae mal tener a un millennial o post-millennial cerca para apoyarnos en todo lo que a tecnología, apps y lenguajes digitales se refiere.
3. Ideas frescas del exterior
Cuando uno ya lleva cierto tiempo trabajando en una empresa o en cierto tipo de proyectos, tiende a perder perspectiva del exterior. Alguien joven que viene de fuera (aunque sea de la universidad), nos va a traer ideas frescas. Además, siendo alguien que tiene más información sobre hábitos de consumo, preferencias o tendencias de mercado de otra generación a la nuestra, siempre nos va a enriquecer más en lo que a nuestro trabajo se refiere.
4. Modelos de pensamiento disruptivos
Todas las industrias y sectores van generando paradigmas que se escriben en piedra, formas de operar negocios, de hacer marketing, de hacer relaciones públicas, etc. que la gente sigue a rajatabla y pocos cuestionan, salvo los más jóvenes. Y sí, cuando incorporas la experiencia de alguien mucho más joven en tus proyectos o negocios, te das cuenta que es muy sano poner en tela de juicio las formas tradicionales -o hasta arcaicas- en que se hacen las cosas. Cuando alguien más joven te pregunta porqué haces las cosas de tal o cual manera, seguramente le dirás “porque así ha funcionado siempre en esta industria”, y él o ella te podrá mostrar al menos dos o tres formas distintas de hacerlo. Pensamiento disruptivo que es muy útil adoptar.
5. Optimización de sistemas y procesos
Tiene que ver con el punto anterior, pero más orientado a las formas de trabajar y a los procesos. Me ha pasado varias veces en mi carrera que cuando yo invento ciertos sistemas o procesos relacionados en mi trabajo en turno, cuando llega el momento de delegar eso, y llega una persona mucho más joven que yo, a los pocos días ya le dio la vuelta a mis procesos, los optimizó, simplificó y, claro, los superó.
Cuando pensamos que nosotros somos los que hacemos mejor las cosas, no es raro que llegue alguien mucho más joven y nos demuestre lo contrario.