Hablar de generar ideas en un mundo que celebrar únicamente los resultados no es fácil, la cultura laboral de nuestros días ensalza los logros pero olvida el arduo proceso de intentos y fracasos que se necesitan para alcanzar un objetivo. Es natural que la mayoría de personas perciba la generación de ideas como algo extraordinario, exclusivo de un selecto grupo que está destinado a triunfar en lo que hace. La verdad es que generar ideas es un proceso como cualquier otro, donde la práctica y compromiso generalmente arrojan buenos resultados. Todo el mundo puede generar más y mejores ideas cuando desarrolla los hábitos necesarios y se compromete a hacerlo.
Para generar ideas, y especialmente para generar buenas ideas, es indispensable asumir que la enorme mayoría de estas serán deficientes, algunas veces se quedarán cortas, otras veces estarán adelantadas a su tiempo y en muchas ocasiones estarán alejadas de la realidad. Esto, bajo ninguna circunstancia debe coartar el proceso creativo, al contrario – es nuestra responsabilidad como profesionales de la era de la tecnología generar los espacios y cultura necesaria para que todo el mundo tenga confianza de participar, donde todos se sientan valorados y puedan exponer sus puntos de vista, sus conceptos y reflexiones. Es una necesidad de nuestros días generar muchas y mejores ideas.
Fabricar ideas puede ser tan divertido y lúdico como lo queramos hacer, tiene que ser simple pero no por ello menos importante. Generar muchas ideas y generar algunas cuantas buenas es la única manera de continuar avanzando de manera individual y colectiva.
Si quieres generar más y mejores ideas para avanzar tu carrera profesional o llevar tu negocio al siguiente nivel, estos son mis 6 trucos para generar mejores ideas:
1.- Consume información diferente y contenido de calidad todo el tiempo
Generar ideas es resultado de la cantidad y calidad de información que tenemos, no de nuestra creatividad. Steve Jobs decía que la creatividad no es otra cosa mas que conectar conceptos diferentes.
Entre más cosas tengas para conectar tus ideas serán mejores. Esto quiere decir que la cantidad y calidad de información, conocimiento y puntos de vista que conozcas, es determinante en la calidad de tus ideas.
Los libros, programas de televisión, artículos, películas, podcast, blogs y personas con las que relaciones influyen la cantidad y calidad de tus ideas. Si gastas tiempo expuesto a contenido chatarra, tus ideas serán igual. Recuerda: las ideas que generes son parte de tu capital profesional, invierte bien tu tiempo, consume contenido de calidad y conviértete en un profesional más capacitado.
2.- Captura las ideas en el momento preciso que aparecen
Las ideas aparecen cuando quieren, no cuando las necesitas.
El concepto de la lluvia de ideas es tan romántico como poco productivo si no ser hace el trabajo necesario con anticipación. Desarrolla el hábito de capturar tus ideas en el momento que aparecen: escribe una nota en un cuaderno, toma una fotografía, envíate un email o deja un mensaje de voz en tu teléfono pero no dejes pasar el momento.
Las mejores ideas suceden cuando estamos despejados, cuando nos damos un espacio lejos del trabajo y dejamos volar la cabeza libremente. Puede ser que la primera idea sea nada más el inicio de un buen concepto, regístralo, déjalo madurar y regresa más tarde a verlo otra vez. Muchas personas que se consideran creativas tienen su momento Eureka cuando hacen ejercicio, cuando están relajados o cuando están en alguna otra actividad no relacionada al trabajo.
Escribe tus ocurrencias, no descartes ninguna, revísalas más tarde, trabaja en ellas e intenta llevarlas lo más lejos posible trabajando una y otra vez en ellas.
3.- Comparte todas tus ideas
Las ideas crecen cuando se comparten, cuando se exponen al escrutinio de otros para identificar problemas y oportunidades. Escuchar las ideas de otros es tan productivo como compartir las propias.
Pensar que alguien se robará tus ideas por el simple hecho de compartirlas es un temor poco justificado. El éxito de una idea descansa en la ejecución tanto como en la concepción, y generalmente la mejor persona para ejecutarla es su creador.
Comunicar tus ideas te ayuda a clarificarlas, poner orden y verlas desde otro punto de vista. Nunca leas tus primeras notas, explícalas dándoles contexto y escucha con atención todos los comentarios.
4.- Pregunta mucho, pregunta como un niño, conviértete en un campeón de buenas preguntas
Hacer preguntas es un elemento muy potente cuando pensamos en desarrollar ideas. Nadie, por mucho que sepa, tiene una visión completa de un problema. Abrir cualquier tema a debate a través de preguntas te permite escuchar puntos de vista e ideas diferentes para resolver cualquier problema.
No te limites, no hay pregunta tonta ni puntos de vista insignificantes.
No dejes que la inseguridad de no preguntar te limite en términos profesionales. Valora toda la información y forma un concepto más amplio sumando todos los puntos de vista que puedas.
5.- Cambia constantemente de rutina y espacio de trabajo
Las rutinas son extraordinarias para construir hábitos, pero cuando quieres hacer trabajo creativo y desarrollar ideas nuevas es mejor sacudir las costumbres. Nuestro cerebro se acostumbra rápidamente a los ecosistemas en los que funcionamos, cuando la cosas se repiten de manera constante es difícil pensar fuera de la caja.
En lugar de establecer horarios y lugares únicos para la creatividad, aprender a hacerlo en cualquier lugar y circunstancia. Las ideas aparecen de repente, muchas veces cuando estamos fuera de la oficina, expuestos a información nueva o con niveles de estrés muy bajos.
Si no puedes trabajar fuera de la oficina, mueve los muebles contantemente, cambia de ambiente, incorpora elementos nuevos, escucha música que nunca escuchas o lee revistas de temas que desconoces por completo.
6.- Nunca aceptes tu primera idea de manera inmediata
Es bueno estar orgulloso de tu trabajo, pero no te aferres a tu primera idea sin exponerla a la crítica de otros y la maduración que le da el tiempo.
No es imposible construir una idea perfecta de manera instantánea, pero como cualquier otra cosa, las ideas crecen y mejoran con el trabajo.
Revisarlas, compartirlas, cuestionarlas y alimentarlas con más información es necesario para crear ideas ganadoras.
Conclusión:
Generar buenas ideas no es como lanzar un cohete al espacio, es tan sencillo y divertido como desarrollar los hábitos que te permiten hacerlo.
Es una cuestión de asumir una mentalidad curiosa, en la que ser observador, abrirse a la crítica de otros, abandonar el ego y aceptar que no sabemos todo nos ayuda crecer. Generar buenas ideas es resultado de un proceso de trabajo en el que adquirimos información y conocimiento de muchas fuentes, tantas y tan variadas como sea posible. Generar muchas ideas es una necesidad de los profesionales y emprendedores de nuestros días. Es, tal vez, una de las herramientas más importantes para continuar creciendo en el mundo tan globalizado y tecnológico que vivimos hoy.