Hace no mucho tiempo, referirse a alguien como un emprendedor era casi un sinónimo de empresario. Se le llamaba así a quien trabajaba de manera independiente o era dueño de una empresa. Sin embargo, si nos apegamos a la definición de emprendedor, vamos a ver que es un concepto mucho más amplio, donde caben muchos profesionales, incluidos aquellos que trabajan para grandes corporaciones. Según el diccionario, un emprendedor es aquella persona que tiene decisión e iniciativa para realizar acciones que son difíciles o entrañan algún riesgo.
Por eso podemos decir que la mentalidad de emprendedor se define más por una actitud que por una situación laboral, por la manera de afrontar el trabajo y no por la jerarquía o las responsabilidades. Ser emprendedor tiene más que ver con la forma de conducirse todos los días, un estilo de vida que que presenta muchas ventajas en el mundo de hoy.
Si analizamos de manera detenida a ejecutivos y empresarios exitosos, notamos que a pesar de tener responsabilidades completamente diferentes, comparten características en su filosofía de trabajo y es precisamente eso lo que los hace únicos y ganadores. Es su mentalidad emprendedora la que los ha catapultado al éxito.
¿Puedes imaginar organizaciones como la NASA, Google o Netflix sin profesionales que reúnan estas características?, ¿o atletas, celebridades o empresarios como Los Rolling Stones, Jeff Bezos, Messi o Alfonso Cuarón sin estos atributos? Sencillamente no serían lo que son. Pensar como emprendedor no es una manera más de alcanzar el éxito, es tal vez la única. Un emprendedor tiene iniciativa propia, manejan expectativas razonables y es absolutamente responsables de sus actos y de su felicidad.
Todos podemos cultivar el pensamiento emprendedor en nosotros y ponerlo en práctica para alcanzar los objetivos que la mayoría no puede ni imaginar.
Estas son 5 ventajas de pensar como un emprendedor
|