8 cosas que tienes que cambiar si quieres alcanzar todas tus metas

by | Ene 13, 2021 | desarrollo profesional, productividad

Estoy convencido que todos podemos alcanzar las cosas que queremos, y quien no lo ha hecho no es por falta de capacidad o habilidades, sencillamente es la manera de en que plantea y encara sus objetivos.

Para ser exitosos, tenemos que mantenernos en modo de aprendizaje permanentemente. Esto no significa aprender cosas nuevas todo el tiempo, muchas veces es tan simple como adaptar las que ya sabemos.

Tal vez la parte más difícil de adquirir un hábito nuevo es deshacernos de uno viejo. Nos encanta acumular cosas o conductas, a pesar de que no contribuyan en la búsqueda de nuestros propósitos. Recuerda que a lo largo del tiempo los individuos que subsisten no son los más fuertes sino los que se adaptan mejor al cambio.

 

(versión video)

8 cosas que tienes que cambiar si quieres alcanzar todas tus metas

 

1.- Tu estilo de vida

Decídete -de una vez y para siempre- por un estilo de vida saludable. Para entregar lo mejor de ti, preocúpate por tu salud antes que nada. Cualquier meta que tengas en la vida empieza aquí.

Si físicamente no estás al cien por ciento, es imposible funcionar de igual manera en la parte mental. La concentración, energía y enfoque están ligados directamente a tu estado físico. 

Tienes que hacer dos cosas: una dieta balanceada y actividad física como una prioridad de todos los días. 30 minutos diarios de ejercicio son suficientes.

 

2.- La mentalidad de corto plazo

Alcanzar cosas extraordinarias toma tiempo. Nada que verdaderamente valga la pena pasa de un día para otro. Las personas más productivas establecen objetivos a largo plazo y están conscientes de que alcanzarlos depende de las pequeñas acciones de todos los días.

Por ejemplo, si tu objetivo es conseguir un aumento de sueldo, hay cosas que puedes hacer de manera inmediata para conseguirlo. Pero lo que verdaderamente tienes que buscar es alcanzar independencia económica en el mediano plazo.

Define claramente tus intereses y prioridades. ¿Cómo quieres estar en 10 años? Cuando lo tengas claro, diseña un plan de acción y empieza a trabajar para conseguirlo desde hoy mismo.

 

3.- La manera en que te informas

Si consideramos que todo lo que consumimos tiene un efecto en nuestro estado de ánimo y actitud frente a la vida, más vale que nutramos nuestra mente con información saludable. Es importante estar informado, pero en nuestras prioridades y no en las de las grandes cadenas de información.

Evita los noticiarios en la mañana y antes terminar el día, su único fin es elevar sus niveles de audiencia a través de información alarmista para causarte estrés.

Utiliza un lector de noticias para filtrar tus fuentes, y da prioridad a la información que aporte diferentes puntos de vista y te haga reflexionar. Si todavía no lo haces, tienes que leer sobre finanzas y negocios, invierte por lo menos 20 minutos diarios en ello. Te garantizo que cuando lo hagas, tu creatividad y actitud positiva van a despertar impulsándote en la dirección correcta.

 

4.- Encontrar excusas

Para alcanzar metas grandes es necesario asumir la responsabilidad de todo lo que pasa en nuestra vida. No todos empezamos en el mismo lugar ni con las mismas habilidades, pero es tu obligación reaccionar positivamente desde el lugar en el que estás.

Quien culpa a la suerte o alguien más de que algo sale mal, lo único que consigue es poner en evidencia una manera de pensar pobre y derrotista.

Cuando aceptas que el resultado final de las cosas es responsabilidad tuya puedes sentirte intimidado al principio, pero con el paso de tiempo lo vas a encontrar emocionante.

Empieza por tomar todas las decisiones que tienes en espera, no dejes pasar más tiempo. Como cualquier otra cosa, la práctica te hace mejor y te ayuda a controlar el miedo que se siente al principio.

 

5.- El multitasking

El concepto del multitasking suena muy bien en la teoría, pero en la práctica lo único que genera es estrés y que los proyectos tomen más tiempo del necesario.

Enfócate en una sola cosa a la vez y hazla lo mejor que puedas, especialmente en tareas que requieren alta concentración. No permitas que tu mente vague de una cosa a otra, porque no harás bien ninguna de ellas.

Para ser eficiente, involúcrate únicamente en las cosas que te apasionan y en las que marcas la diferencia. Pide ayuda lo antes posible y rodéate de profesionales competitivos y comprometidos con el crecimiento del equipo. Así crecen ellos, crece el proyecto, se alcanzan más objetivos y, por supuesto, creces tú.

 

6.- Ser perfeccionista

No importa cuánto trabajes en algo, nunca será perfecto. Piensa que todo tiene espacio para crecer y ser mejor, incluído tú. Productos que consideramos insuperables sigue evolucionando, por eso son especiales.

Por eso, si buscas siempre el grado máximo de perfección con todo lo que hagas, lo único que lograrás es frenar el avance. Muchas veces, el miedo al fracaso se esconde detrás del famoso “todavía no está listo” que te impide tomar acción y dar el primer paso.

Para alcanzar cualquier meta lo primero es empezar, si no obtienes el resultado buscado, por lo menos ya estás más cerca y en camino a conseguirlo.

Para dejar el perfeccionismo de lado, empieza cuanto antes y corrige en el camino, adapta lo que sea necesario y nunca dejes de pensar cómo puedes hacerlo mejor.

 

7.- Tu círculo de influencia

Todos hemos escuchado el famoso dicho de que “somos el promedio de las 5 personas con las que pasamos la mayor parte del tiempo”. Y sí, las personas con las que pasamos más tiempo ayudan a formarnos en todos sentidos.

Si pasas la mayor parte de tu tiempo con personas negativas o que han conseguido menos cosas que tú, tarde o temprano tu desempeño se va a debilitar, y con él la cantidad de metas que alcances.

Procura rodearte de personas competitivas y que han sobrepasado los anhelos que tienes tú. Escucha sus consejos y utilízalos como inspiración.

 

8.- La idea del éxito instantáneo

Alcanzar un objetivo es el resultado de los pequeños logros que sumamos todos los días. Es lo que se conoce como “el efecto compuesto”. Pensar que una sola acción va a transformar tu vida o conseguir esa meta, es lo mismo que esperar ganarse la lotería para resolver todos tus problemas.

Para crear el futuro que quieres, planea tus días de manera detallada. Llénalos con tareas que fortalezcan tu estilo de vida y te pongan más cerca de las metas que tienes planteadas.

 

 

Conclusión

Cuando hablamos de conseguir metas grandes, muchas personas no entienden por qué las acciones de todos los días y pequeños ajustes en cómo las hacemos son tan importantes. Les resulta más fácil encontrar las justificaciones por las que nunca consiguen nada significativo, que hacer el esfuerzo de cambiar  viejos hábitos.

Cosas como dejar de comer desayunos cargados con azúcar y carbohidratos, eliminar la televisión nociva, alejarse de personas tóxicas o suprimir el efecto dominante de las redes sociales contribuyen de una manera preponderante a alcanzar nuestras metas. Yo lo  comprobé por experiencia propia, pruébalo y te pasará también.

 

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