Resumen de los puntos más importantes comentados en el episodio 210 del podcast
Cuando hablamos de sistemas de trabajo, podemos dividirnos básicamente en dos tipos de personas: los que prefieren enfocarse en los procesos y tareas, y los que priorizamos los resultados. Personalmente, considero que las tareas no son objetivos genuinos, porque para mí un objetivo marca una diferencia, transforma la realidad y se convierte en una referencia. Las tareas nada más son las acciones, que muchas veces sólo consumen tiempo y no llevan a ningún lado.
Pensar en resultados es una característica de liderazgo, quiere decir que ves las cosas claras, que puedes diferenciar lo urgente de lo importante y que sabes administrar tus recursos.
La mentalidad que se enfoca en resultados es más flexible, creativa e innovadora. Porque lo verdaderamente importante es el objetivo final y, a pesar de encontrar obstáculos en el camino, siempre está dispuesto a cambiar, adaptarse y redefinir la ruta para alcanzar esos objetivos.
El secreto es trabajar de manera más inteligente, no trabajar más. Esta manera de pensar te obliga a ver el resultado, valorar la importancia de obtenerlo y sembrar la necesidad de conseguirlo.
Esta forma de pensamiento no es común, confronta la educación que recibimos desde pequeños, en la que memorizar patrones y repetirlos de manera rigurosa es la vía para alcanzar objetivos. Yo pienso que se puede hacer de otra manera, estos son mis:
3 consejos para enfocarse en resultados y alcanzar objetivos grandes
1.- Empieza visualizando el final
Establecer objetivos es muy importante, pero más importante es visualizarlos terminados.
2.- Desarrolla un pensamiento flexible
Albert Einstein definió la locura como la repetición de las mismas acciones esperando un resultado diferente, y Charles Darwin confirmó que las especies que se adaptan más rápido al cambio son las que sobreviven y no las más fuertes. Ocúpate por ampliar tus horizontes.
3.- Mide tu progreso
Además de fomentar tu crecimiento personal y profesional, establecer objetivos grandes y de manera estratégica contribuye a tu desempeño continuo.
Conclusión:
Mira a tu alrededor. La mayoría de las personas esta súper ocupada, pero consiguen pocos resultados.
Debe existir un balance en todo lo que hacemos, y este empieza por definir las acciones que tenemos que dejar de lado. Así podremos atacar de manera más rápida aquellas que son fundamentales para alcanzar nuestros propósitos.
Si tengo que ponerlo en porcentajes, recurro al principio Pareto: enfócate en acciones el 20% del tiempo y el 80% en resultados.
Piensa algo grande que quieres conseguir y enfócate en ello como una prioridad.
Un consejo final y fácil de seguir:
Nunca tengas más de 5 tareas por cumplir en tu lista de pendientes. Si tienes más es porque no son importantes, son nimiedades. Lo que tienes que hacer es buscar cuanto antes alguien que se encargue de ello por ti.