Vivimos en un mundo que no da respiro. La sensación de competencia se vive de manera constante en todos los terrenos de la vida. Parece que la única manera de avanzar en nuestros objetivos es haciendo y consumiendo más. Se ha llegado a pensar que el simple hecho de leer más artículos, ver más videos, escuchar más programas o pasar más tiempo en redes sociales impacta de manera directa en nuestro bienestar. Una sociedad adicta al consumo de contenido festeja la cantidad y hace de lado la calidad y relevancia. No podemos olvidar que si queremos ser mejores y sobresalir, tenemos que informarnos mejor.
Obviamente las opciones de información y entretenimiento se han multiplicado dramáticamente, aún cuando nuestro tiempo disponible para interactuar con ellas continúa siendo el mismo. Como resultado, cuando alguien no quiere perderse de nada, lo único que consigue es un montón de piezas sueltas de información que difícilmente pueden ser consideradas conocimiento. Entonces corre el riesgo de experimentar el famoso FOMO, o síndrome de miedo a perderse de algo, que lejos de ayudar, contribuye al deterioro de nuestro trabajo y opiniones.
La buena noticia -porque siempre hay una buena noticia cuando hablamos de nuestro desarrollo profesional- es que la abundancia que vivimos también alcanza a las herramientas que tenemos para manejar cómo, dónde y cuándo nos informamos. Hoy, curar el contenido que consumimos es más fácil que nunca. No se requiere de mucho esfuerzo para dominar la información que entra en nuestra mente y nutrirnos exactamente con las cosas que necesitamos saber.
Entonces… ¿cómo consumir contenido como un experto, ahorrar tiempo e informarte mejor?
1.- Determina cuánto tiempo vas a invertir
Para nadie debería ser un secreto que las redes sociales y plataformas de streaming utilizan técnicas avanzadas para desarrollar nuestra adicción a ellas. Su programación nos hace pensar que es exactamente el siguiente contenido lo que estamos buscando, que esa información va a resolvernos un problema o cambiarnos la vida. La verdad es que nunca es así.
Nunca visites una red social o una página de internet sin saber exactamente qué quieres conseguir y cuánto tiempo estás dispuesto a invertir en él.
Mi consejo es programar una alarma con el menor tiempo posible, oblígate a buscar exclusivamente lo que necesitas. Si te resulta muy difícil dejar de consultar publicaciones en alguna página, utiliza alguna herramienta para bloquearla por algunas horas, todos los navegadores tienen esa opción, haz una búsqueda en Google para saber cuál es tu mejor opción.
2.- Nunca consumas contenido cuando estés en internet
Empiezas leyendo una noticia sobre el tipo de cambio y dos horas después estas viendo videos de gatos en YouTube. No encontraste lo que buscabas pero ya tienes dos horas menos en el día.
Es fácil perder la dirección si hacemos click en las sugerencias que van apareciendo en el camino. Nunca leas el contenido cuando estés conectado a la red. Cuando busques algo específico y encuentres lo que te interesa, guárdalo en un lector tipo Pocket para descargarlo y leerlo después sin una conexión a la red.
3.- Aprovecha las herramientas que tiene cada red social
Nadie puede -ni necesita- leer absolutamente todas las publicaciones que aparecen en su perfil de redes sociales. Utiliza las herramientas que existen para filtrar el contenido de acuerdo a tus intereses.
Por ejemplo, Twitter te permite hacer listas por tema o cualquier segmentación que te funcione. Yo tengo una lista de noticias urgentes, en ella agregué todas las cuentas de las noticiarios y periódicos que sigo. No necesito más de 5 minutos para estar al día. Cuando algo me interesa, lo abro y lo guardo para leerlo más tarde en Pocket.
Otra opción es instalar la aplicación de un news reader, yo utilizo NewsBar, ahí tengo todos los blogs y hashtags que necesito y me interesa leer. Me toma menos de 20 minutos revisar todos los periódicos, blogs o temas de actualidad, y al igual que en Twitter, cuando encuentro algo que me interesa lo guardo para revisarlo después.
4.- Consume solamente contenido que puedes poner en práctica de manera inmediata
Es cierto, es una tentación. Te das una vuelta por YouTube, las páginas de audiolibros, los agregadores de podcasts y quieres leer, ver y escuchar todo. Sencillamente no se puede, pero además no hace sentido. Piensa que todo ese contenido estará siempre ahí, y que no tienes que consumirlo en ese preciso momento. El secreto es consumir el contenido que puedes utilizar de manera inmediata, ese es el más relevante, es el que te aporta valor y te ayuda a mejorar.
Nunca consumas contenido pensando que lo vas a implementar más adelante. En ese caso, lo revisas cuando sea necesario.
5.- No confíes en tu fuerza de voluntad
Consumir contenido es una prioridad para cualquier persona preocupada por su desarrollo profesional. Estar al día, actualizar constantemente nuestras habilidades y tener la información más reciente en tu industria o negocio es una característica de las personas más exitosas e innovadoras. Pero tenemos que ser conscientes que no todo el contenido es igual, es nuestra responsabilidad y privilegio alimentar nuestra mente con el contenido de mejor calidad posible.
Diseñar una sencilla estrategia para consumir contenido es fácil y sus beneficios son muchos. Es muy fácil. No confíes en tu fuerza de voluntad, no pongas esa presión en ti, no te auto generes estrés, utiliza las herramientas que existen para dejar de lado el contenido chatarra y nutrirte exclusivamente con lo mejor que puedas encontrar.