Ser único para triunfar
Estoy convencido de que en años recientes gracias al crecimiento de las redes sociales, la percepción generalizada de la realidad se ha modificado todavía más. La TV había hecho su aportación; es prácticamente imposible ver en algún programa a alguien trabajando en serio, la publicidad ensalza el consumo, nunca el esfuerzo y los reality shows cada día tienen menos de realidad y más de montaje.
Por si fuera poco, internet nos han predispuesto a ver y celebrar el momento memorable. En las redes sociales todos somos guapos, comemos en los mejores lugares, viajamos a los destinos más trendy y cosechamos éxito tras éxito; nunca vemos descalabros ni los proyectos que no llegan a buen puerto. Esto se ha convertido el standard y a todos nos apremia encajar ahí a la par de nuestros amigos y conocidos, poco a poco todo empieza a ser lo mismo.
Anhelar que todos podemos vivir esos momentos no está mal, el problema es que no estemos realmente conscientes del esfuerzo y el trabajo que se necesitan para alcanzarlos. No se festeja pero es una parte muy importante, porque es a través del trabajo donde descubrimos quiénes somos, nuestras fortalezas y debilidades, nuestras pasiones y lo que nos hace diferentes, únicos.
Hace unos meses entrevistando a Ileana Rivera (Senior Director IT at Cisco Systems) para mi podcast, comentó algo que inmediatamente me hizo click: “Pienso que tenemos que tener autenticidad, no cambiemos de ser quienes somos porque queramos alcanzar una meta. Ser como somos, muy auténticos. Cuando estaba creciendo en mi carrera, perdí mucho tiempo tratando de ser alguien que no era. Cuando te encuentras a ti misma, todo va mejor. Las compañías no quieren 10 personas que sean la misma, quieren personas que tengan una diferente perspectiva. No perdamos el acento. No perdamos como nos vemos porque eso nos destaca más.”
La carrera por pertenecer, por parecemos y ser aceptados ha hecho que hoy sea más importante para las personas, compañías o servicios ser diferente que ser competente. Quien se logre posicionar de esta manera dominará su industria de manera más rápida. Mientras Hilary Clinton era el candidato más competente, Donald Trump era diferente.
Es una gran oportunidad para todos, en un mundo con una sobre oferta de información, productos y servicios, podemos ser el payaso de circo, el sabor del mes y ganar popularidad, pero pasar al olvido en menos de lo que acordamos. O podemos destacarnos siendo el mejor, haciendo nuestro trabajo como nadie más lo puede hacer, como lo hace un artesano: de manera única e irrepetible. Mi esperanza es que más personas optemos por lo segundo.