Es necesario aprender a establecer metas. Si no tenemos un mapa y una ruta para alcanzar lo que queremos, estamos destinados a caminar en círculos.
Si te pregunto qué planes tienes para tu carrera profesional o negocio en los próximos dos años, o cuántos libros tienes que leer en el mes, o en qué porcentaje vas a aumentar tus ingresos o aportaciones a tu fondo de retiro en 2020, ¿tendrías respuestas listas?
En caso afirmativo, felicidades, eres parte del 10% de la población del mundo que establece metas para su desarrollo personal y profesional. Si, además, tienes un plan para alcanzarlas, entonces estás jugando en otra liga. Sólo el 3% son absolutamente responsables de su destino y están al volante del coche que los conduce a un estilo de vida que todos quieren, pero muy pocos pueden tener. El resto se conforma con vivir reaccionando a las oportunidades que se le presentan, pero que de la misma manera que llegan se van.
Establecer metas no es fácil para quien nunca lo ha hecho. A menudo se piensa que con algunos buenos deseos a principios de año la tarea está lista, pero generalmente dos meses después los deseos y objetivos son historia.
[spp-tweet tweet=”Fijar objetivos requiere de visión y compromiso. Muchas veces resulta intimidante, pero es la única manera de avanzar de manera continua en forma ascendente.”]
No pienses que tener una lista de las cosas que quieres hacer antes de morir, desear algo de manera muy fuerte o hacer propósitos de año nuevo es suficiente. Tienes que decidirte, armarte de valor y hacer el compromiso contigo mismo. Empieza a diseñar tus metas con estas estrategias.
Estrategias infalibles para establecer metas
1.- Define objetivos más grandes que tú
Si tu objetivo resulta muy obvio, no es una buena meta y es probable que nada más sea un escalón natural, algo que va a suceder tarde o temprano sin modificar mucho tu manera de trabajar. Tienes que imaginar cosas que al principio suenen descabelladas, que te asusten y te obliguen a pensar fuera de la caja para conseguirlas.
[spp-tweet tweet=”Pensar en objetivos realistas es el antídoto perfecto para matar sueños. La mayoría de las personas prefiere subir escaleras por que le asusta escalar montañas. Piensa en grande.”]
Una buena técnica es diseñar objetivos que ayuden a otros y proyecten tu valor a otro nivel. Enfócate en tu crecimiento y cómo puedes impactar de manera positiva la vida de los demás. Si quieres mejorar tu situación económica, tu posición laboral o tu estado emocional, es más fácil y valioso si al mismo tiempo lo haces también para la gente cerca de ti.
Los objetivos tienen que ser grandes, pero los pasos para conseguirlos tienen que ser realistas.
2.- Comparte tus objetivos con un supervisor de tu confianza
Muchas personas no comparten sus objetivos por temor a que se los roben. Pero sinceramente el mundo tiene tantas buenas ideas que resulta difícil pensar que un objetivo personal va a terminar como un buen negocio de alguien más. Otros no los comparten por el miedo a ser juzgados, y es exactamente por esas dos causas que los tienes que compartir.
[spp-tweet tweet=”Si no tienes un compromiso moral con alguien más, es fácil traicionarte a ti mismo y pasar para más adelante una idea, o esperar a que la suerte te ayude a conseguirlo.”]
Después de todo, ¿qué daño puede causar esperar un poco más? Busca una persona que respetes y admires, y comparte tus metas y planes con él. Tiene que ser alguien sincero e interesado en tu bienestar, y al mismo tiempo alguien a con quien no puedes fallar. No te preocupes, las personas exitosas e inteligentes saben que los planes no son perfectos, que si algo no resulta a la primera se puede corregir, pero sabe que el compromiso de conseguir un buen resultado es lo más importante para ti.
Las buenas ideas y objetivos crecen cuando se comparten, cuando alguien con otro punto de vista te ayuda a ver oportunidades que no habías visto y te marca el ritmo para arrancar.
3.- Tus objetivos tienen que generar riqueza y tener una misión
Cuando hablo de riqueza no me refiero exclusivamente a dinero, estoy hablando de todo aquello que te ayude a prosperar y mejorar. Leer más libros está muy bien, pero se convierte en una misión si sabes cómo utilizarás esas habilidades nuevas. Mejorar la facturación de tu negocio es excelente, pero si el fin es genera mejores condiciones de vida para tus trabajadores, se convierte en una misión para todo el equipo.
Lo mismo puedes hacer en cada campo que quieras trabajar, piensa de qué manera te beneficia en el mediano y largo plazo.
[spp-tweet tweet=”Cuando generas riqueza, puedes mejorar las condiciones de vida para todas las personas a tu alrededor, y eso es uno de los mejores estímulos posibles.”]
4.- Visualiza y actúa de inmediato
La visualización es una de las técnicas más utilizadas por atletas de alto rendimiento. A través de la meditación logran proyectarse hasta el momento de conseguir una medalla o ganar un campeonato y vivir ese momento.
[spp-tweet tweet=”Imagina cómo te sentirás cuando logres ese objetivo que has marcado, qué beneficios tendrás a partir de ello y cómo impactará el resto de tu vida.”]
Muchas veces esas sensaciones son tan poderosas que nos obligan a modificar patrones de conducta completos. Aprovecha ese momento y toma acción de manera inmediata. Da el primer paso y empieza a crear un plan de acciones secundarias.
Si para conseguir ese objetivo tienes que aprender algo nuevo, no esperes, compra un libro de inmediato, inscríbete en un curso, ve un documental o consulta con un experto.
Dar el primer paso y completar la primera tarea es la mejor motivación para seguir adelante. Nunca deposites tus objetivos en la lista de cosas por hacer, te aseguro que de ahí nunca saldrán.
Conclusión:
Si te detienes un minuto a pensarlo, te darás cuenta de que la gente más exitosa toma muy en serio cómo fija sus metas. Esa gente nunca piensa que puede fracasar, y sabe que tal vez se vea obligado a modificar su plan, pero que al otro lado del miedo está el éxito esperando a quien decidió trabajar para conseguirlo.
Llevar el hombre a la luna, crear el internet, erradicar alguna enfermedad o fabricar autos eléctricos son ejemplos perfectos de ello.
Todos tenemos y podemos aspirar a cosas grandes, tan grandes que transformen por completo nuestra vida, al grado de cambiar de industria, profesión o ciudad. No vivas con una cubeta llena de sueños, establece metas y hazlos realidad.
Antes de despedirme, te dejo con una idea sencilla, pero que siempre funciona:
Escribe tus objetivos. Dales vida. Si puedes, que sea un cuaderno físico, y revísalo constantemente. Nada como tenerlos a la mano, visualmente, para asegurar que no perdamos el rumbo.