Todos hemos aprendido a usar redes sociales de forma empírica, sobre la marcha. No existen reglas escritas, sino las manejamos bajo el único criterio de nuestro sentido común.
Cuando se trata de cuentas personales, es obvio y natural que reflejen la personalidad, preferencias, ideología, sentido del humor y personalidad en general del titular de la cuenta (incluso es sano y parte inherente de la misma naturaleza de las redes sociales). Sin embargo, para las cuentas que manejes para tu negocio, empresa o proyecto, el tipo de contenido que pongas debe ser tratado con más consideraciones. Si bien hay que dar ese toque personal y de cercanía que va a lograr hacer clic con tu mercado objetivo y a atraer gente a tu marca, el traspasar ciertas fronteras puede traer efectos contraproducentes e incluso irreversibles.
Esto aplica no sólo para los emprendedores y freelancers, también para los empleados y profesionales que manejen las redes de la empresa para la que trabajan. En cualquier caso, somos portavoces de esas marcas, productos y servicios.
A continuación les comparto las…
5 tipos de publicaciones que debes evitar subir a las redes sociales de tu negocio o empresa
(versión video de esta nota)
1.-Política, religión y preferencias sexuales
Dicen que en la mesa no se debe hablar ni de religión ni de política. Pues tampoco en las redes sociales (y agrego el tema preferencias sexuales, que es la cereza del pastel). Estos son temas que puedes tratar con tus amigos o gente allegada, con quienes tienes establecida una relación de intercambio de ideas más abierta, pero en un contexto más amplio -como las redes sociales, y especialmente las de uso profesional-, suelen encender las discusiones más acaloradas, y claro, las peleas campales que se dan en este terreno son épicas.
A título personal, todos tenemos el derecho -y hasta el deber- de decir abiertamente nuestras opiniones respecto a todos los temas, mientras mantengamos el respeto. Sin embargo, no involucres a tu marca, a tu proyecto o a tu empresa en estas discusiones de tono tan personal. Piensa que un mal manejo en redes puede escalar de forma exponencial, hacerte perder clientela y seguidores, “quemarte” públicamente y, claro, dañar tu negocio de forma irreversible.
Podríamos hacer una catálogo de varios tomos de metidas de pata que han hecho los community managers de muchas empresas, han puesto por los suelos el nombre de esas marcas y derrumbado reputaciones que había costado meses y años levantar. En la mayoría de los casos cuesta mucho trabajo enderezar el timón.
2.- El clásico yo-yo (vender y promover todo el tiempo)
No uses las redes sociales de un producto o empresa sólo para promover o vender, deben ser un vehículo para construir tu audiencia, y eso se logrará dándole una voz y un toque personal, aunque se trate de una marca o producto. Por eso, te recomiendo alternar contenido relativo a ventas o anuncios de tu marca, producto o servicio, con contenido más personal, publicaciones con contexto informativo e incluso humor, cosas que le interese ver a tu audiencia e invite a la interacción (no sólo a comprar y promover, pues).
Las marcas que logran crecer más su audiencia, mantener mejores niveles de engagement, y por supuesto, logran mejores conversiones (o ventas), son las que dan a la gente contenido de valor, atractivo y con un toque personal. Eso es en esencia el “marketing de contenidos” o content marketing, como se le llama en inglés. Eso nos invita a seguir recibiendo y leyendo sus publicaciones, y aunque no compremos esos productos de entrada, muy probablemente lo hagamos más adelante.
3.- Información falsa y juegos sucios contra tu competencia
Los fake news o información falsa son la gran epidemia en los medios. La gente prácticamente ya no se informa solamente en lo que eran los “medios tradicionales” (radio, tv, prensa) -que de por sí tampoco son 100% transparentes-, sino que ahora las redes sociales son la fuente de información de una sociedad que prefiere enterarse de las cosas en publicaciones de Facebook o Twitter de procedencia muy dudosa.
Es de escandalizar cómo las grandes decisiones que marcan el rumbo de un país, como las elecciones de un gobierno, se ganan o se pierden en las redes sociales. Y como en la guerra todo se vale, los bandos oponentes han elegido el terreno de batalla de las redes sociales para jugar sucio, para recurrir a todo tipo de tácticas oscuras, y para inundar con información falsa que corre como reguero de pólvora y que juega con la mente y el poder de decisión de millones de personas.
Juega limpio. A tu escala, en el nivel de tu negocio o proyecto, si usas la creatividad y un marketing con cerebro, más que una estrategia basada en mentiras y calumnias para desacreditar a la competencia, a la larga serás más apreciado como marca o empresa. No le tires tierra a tus competidores, que el más fuerte salga a flote por méritos propios.
4.- Compartir información no verificada o de fuente dudosa dudosa
Este punto va muy relacionado con el anterior. La diferencia es que no tiene una intención mala de origen. Suele suceder que cuando no tenemos suficiente información original o producida por nosotros mismos o nuestro equipo para nutrir nuestras redes, recurrimos a compartir lo que ya existe.
El peligro radica en que las redes -y los mismos medios que parecen oficiales- están inundados de información falsa, no verificada o tergiversada. No te pongas de portavoz de ese tipo de contenido. Evita a toda costa compartir y difundir información que no hayas verificado, o que sea de fuente dudosa. Tu intención puede ser buena, pero sin querer harás algo mal.
Cuando caiga en tus manos un tema que parezca muy atractivo comentar o compartir en las redes, rastrea la fuente original y verifica si la información es fidedigna.
5.- Exceso de publicaciones
En este punto no me refiero a la frecuencia de las publicaciones. Los que escriben y hablan sobre medios y redes sociales nos ha hecho creer que las cuentas de redes sociales de nuestra empresa o negocio deben tener no sólo varias sino muchas publicaciones por día para lograr el impacto buscado. Hay que tomar esto con reservas. No hay reglas escritas, y todo dependerá del giro de tu empresa, el mercado objetivo para tu proyecto o servicio, e incluso de cada red social.
Si bien es cierto que la saturación de contenido provoca que no veamos sino un porcentaje muy bajo de todas publicaciones de las cuentas que seguimos, la solución no es inundar los muros y feeds de nuestros seguidores con un río interminable publicaciones. Sólo tú y tu equipo irán midiendo la efectividad de las publicaciones y entrando la frecuencia óptima. La clave es que sea contenido de valor, diferencial, no repetitivo y con un tono personal, que se vea que hay un humano detrás de cada mensaje, y no un robot escupiendo contenido.

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Las redes sociales son un terreno crucial donde los profesionales ganan o pierden terreno para su negocio, proyecto o marca. Aprende a usarlas de forma inteligente, a tu favor.
Sigue estos consejos y aprende todos los días interpretando los resultados, las métricas y monitoreando el avance a detalle. Recuerda que se gana más avanzando con pasos seguros que generando llamaradas que se pueden apagar -y te pueden quemar- de un momento a otro.
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