Reseña y las enseñanzas principales del libro:
Originales: cómo los innovadores e inconformes mueven el mundo, de Adam Grant.
Hablar de las ideas de Adam Grant no es hablar de las ideas de cualquier persona. Grant es uno de lo psicólogos organizacionales más respetados de los últimos años. Su charla TED, su podcast WorkLife y sus libros Dar y Recibir, Piénsalo Otra Vez y por supuesto Originales son un referente obligado en las organizaciones modernas. Su conceptos, propuestas y estrategias para transformar las compañías y como hacen su trabajo, han sido elogiadas por personajes de la talla de Bill y Melinda Gates, Richard Branson, Malcolm Gladwell y J.J. Abrams entre otros.
En “Originales, cómo los innovadores e inconformes mueven el mundo“, realiza un ensayo novedoso de la originalidad a través de la historia y el papel que desempeña en el desarrollo profesional de nuestros días, y lo que más me gusta de todo es que la desmitifica.
Sí, la originalidad en nuestros días – según Grant – tiene que ser vista como el conjunto de habilidades que algunas personas tienen para retar al status quo y tener una carrera profesional satisfactoria.
En el contexto de hoy, ser original no tiene nada que ver con ser extravagante o diferente, como dice el diccionario, tampoco crear productos o ideas nunca antes vistas, porque sinceramente eso es prácticamente imposible. Hoy, ser un original significa tener una visión y estrategia para hacerla realidad, pero más que nada significa tener el valor para resistir toda la oposición -interna y externa – a la que te vas a enfrentar para llevarla a cabo. Por supuesto todos tenemos ideas, buenas, malas, incluso ideas que pueden cambiar el mundo, pero compartirlas y realizarlas requiere de mucho coraje. La primera y más importante característica de una persona original, nos dice Grant, es tener la valentía para tomar acción.
Para acabar pronto, las personas originales son aquellos que se levantan, los que opinan, los que manejan el carro de la creatividad y están dispuestos a mejorar el mundo a través de su imaginación. No les importa si son los primeros, si se equivocan en el camino o cuánto tiempo les tome. La próxima vez que veas alguien extravagante, no caigas en la trampa, lo más probable es que no se trate de un original y lo único que está buscando es tu atención para venderte una idea mala.
Si quieres ser un original para sobrevivir en el mundo profesional o de los negocios, despreocúpate por hacer lo que nadie ha hecho, no esperes a tener la idea más revolucionaria para compartirla ni te alejes de las personas que critican tu trabajo.
Estas son 4 ideas clave de Originales: cómo los innovadores e inconformes mueven al mundo, de Adam Grant
1.- La calidad y originalidad de tu trabajo es resultado de la cantidad de trabajo que realizas
Ojalá que a todos nos pasara lo que le pasó a Newton: que se nos ocurra la teoría de la gravedad acostados debajo de un árbol. No hay que pensarlo mucho, eso es muy difícil que se repita.
Tener ideas buenas requiere de mucho esfuerzo y trabajo, el músculo de la creatividad crece de acuerdo a la estimulación que le aplicamos. Desde luego las personas originales y creativas tienen las mejores ideas, pero las tienen como resultado de generar más ideas, muchas de ellas malas.
Para despertar todo tu potencial es necesario generar muchas ideas, dejarlas crecer, madurar y corregirlas en el camino.
Ejemplos como el de Newton sobran en la historia: pintores, autores, músicos, científicos o emprendedores que son famosos por una sola obra, pero el cuerpo de su trabajo es extremadamente amplio.
2.- Cuando se habla de originalidad, procrastinar puede ser la salsa secreta
Procrastinar es un bicho maldito para la productividad, pero si hablamos de originalidad, puede ser un buen aliado.
Puede que suene raro, pero se ha comprobado que las personas que acostumbran a procrastinar también suelen ser las personas más creativas. Por un lado, cuando tienes una tarea por realizar, pero no estás activamente trabajando en ella, no quiere decir que desaparece por completo de tu cerebro, se mantiene ahí, y de manera inconsciente siempre estás trabajando en ella, en su maduración, en su solución o en su transformación.
Y por el otro, la presión de saber que una fecha de entrega se acerca te obliga a poner más energía en su resolución, buscar diferentes alternativas para resolverlo y salir bien librado.
Es conocido que Martin Luther King, Jr. nunca terminó su famoso discurso de “Tengo un Sueño”, y que intencionalmente no lo escribió completo para tener la oportunidad de improvisar.
Procrastinar también te permite ver como avanza la competencia, aprender de sus errores y aciertos. Porque recuerda que ser original no significa ser el primero, significa ser diferente y mejor.
3.- Los principales aliados de la originalidad son sus enemigos más férreos
No importa el proyecto en el que estás trabajando, si únicamente escuchas a las personas que aplauden tu trabajo, lo más probable es que no llegues lejos.
Puede no resultar el ejercicio más placentero, pero si quieres desarrollar una buena idea, tienes que escuchar a sus críticos más despiadados. No quiere decir que siempre van a tener razón, pero te obligarán a considerar otros puntos de vista, analizar cosas que no estás viendo y oportunidades que nunca estabas considerando.
Se honesto, escucha con atención todas las voces y aprende de todos los comentarios.
4.- La originalidad es mucho más efectiva cuando se disfraza
Si tienes ideas que desafíen el estado actual de las cosas vas a enfrentar mucha resistencia. Casi todas las personas tienden a rechazar de manera natural lo desconocido. Es trabajo de un original hacer que más personas se enamoren de sus ideas.
Nunca te enfoques en destacar la parte más radical de tus conceptos, gánate la confianza de quien se opone enfocándote en las coincidencias y las oportunidades de mejorar su vida utilizando algo de lo que ya tienen.
Es prácticamente imposible cambiar una sociedad, una organización o a una persona estimulándola desde fuera. Tienes que apelar a sus emociones, disfrazar un poco tu mensaje para que lo sientan familiar y estén dispuestos a utilizarlo.
Conclusión
Originales: cómo los innovadores e inconformes mueven el mundo de Adam Grant es una visión fresca y actualizada de lo que es la originalidad en nuestros días.
Es una declaración nueva de un concepto mal entendido desde hace mucho tiempo. Ser original está muy lejos de ser excéntrico o crear ideas completamente novedosas. Hoy, ser original resulta mucho más terrenal de lo que muchas personas piensan.
Para ser original hay que tener muchas ideas y escoger las mejores, rodearse de personas atrevidas que critiquen nuestros conceptos y nos ayuden a mejorar las propuestas, ser original no significa que eres el primero o que no tienes miedo de intentarlo, significa que lo superas y que mejoras constantemente.
Hoy ser original significa que desarrollas soluciones a los problemas comunes de todo el mundo.
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