Los secretos de los hábitos más productivos

by | Ene 3, 2021 | productividad

En cuatro años de Inconfundiblemente he realizado más de 450 episodios del programa.

 


(Versión en video)

 

He publicado todos los viernes, sin interrupción y por más de tres años el newsletter con recomendaciones para hacer mejor tu trabajo, y he compartido en las redes sociales por más de diez años mis ideas y experiencias para crecer profesionalmente.

Por supuesto, para mantener este ritmo y constancia se necesita disciplina y pasión, pero la verdad, el secreto es tener buenos hábitos que me ayuden a hacer el trabajo al mismo tiempo que lo disfruto y desarrollo mi negocio.

Claro que antes de empezar inconfundiblemente me preparé, hice mucha investigación y estudié cursos para lanzar un podcast, empezar un negocio digital y hacer de mi pasión mi manera de vivir. Como te podrás imaginar, encontré muchísima información, consejos de todo tipo, incluso metodologías que habían desarrollado y probado emprendedores muy exitosos.

La verdad es que nada se ajustaba a lo que yo quería y necesitaba. Sí, había mucha información valiosa, pero nadie tenía la experiencia que yo tenía, nadie estaba en mi misma posición y mucho menos tenía la visión ni intereses que yo perseguía.

 

No quiero decir que nada de lo que encontré servía, por supuesto que me sirvió, es conocimiento y experiencia que le ha funcionado a alguien más, pero el secreto es entenderlo, analizarlo y adaptarlo a tus recursos y necesidades. Porque al final entendí que el éxito – sea como quiera que lo definas – se basa en gran parte en tus hábitos, y eso es totalmente personal. Nadie tiene los mismos hábitos o para ser más exacto los entiende y aplica de la misma manera, así que copiar lo que alguien más hace no te va a funcionar.

 

 

Corrige en el camino

El problema con los hábitos es la visión que se ha formado de ellos, en términos generales se piensa que son algo muy complicado de adoptar, que son exclusivos de personas con mucha fuerza de voluntad y que desarrollarlos es una tarea titánica. El ejemplo perfecto son las personas que corren todos los días, que se despiertan muy temprano, digamos a las 5AM para empezar el día haciendo ejercicio, entonces la reacción de la mayoría es pensar, yo no puedo hacer eso, es imposible para mí, y como resultado, a pesar de saber que tienen que hacer ejercicio, y tienen que desarrollar una rutina para hacerlo, no lo hacen, porque piensan que no pueden, que es muy complicado y acaban por dejar todo para mañana.

Esto sucede por dos razones principalmente: primero porque piensan que para empezar a desarrollar un hábito tienen que tener todos lo elementos perfectos – como las personas que ya lo hacen -, y segundo, porque tienen tantas cosas en la cabeza que no pueden concentrarse en lo más importante.

Para resolver este problema, tengo que decirte que nada en la vida es perfecto, todo tiene espacio para mejorar, incluso, te aseguro que las personas que todos los días corren a las 5 de la mañana, eso que utilizas como ejemplo y excusa al mismo tiempo, están luchando con algo más, algo diferente a tus dificultades, pero seguramente también están ajustando algo de su vida todo el tiempo.

Así que si no puedes correr en la mañana, corre en la noche, si no puedes correr 5 kilómetros corre uno, si no puedes hacerlo todos los días corre 3 veces a la semana, pero empieza y corrige en el camino. La estrategia es tomar distancia de las cosas para analizarlas, y en lugar de copiar la experiencia de alguien más tienes que adaptarla a tu realidad. Utilizando el mismo ejemplo, podemos decir que lo importante no es correr todos los días 5 kilómetros, es hacer ejercicio. Así que tienes que aprender de la experiencia de alguien más, decidir qué funciona mejor para ti, para tus horarios, tus necesidades, posibilidades y adaptarlo.

 

El poder más importante de los hábitos es que los hábitos son completamente personales, maleables y flexibles, los hábitos se pueden y deben desarrollar a tu medida y para eso vamos a revisar los secretos de los hábitos más productivos

 

 

1) Define quién eres

Empieza por dejar de compararte y define muy bien quién eres y qué es importante para ti. Toma el tiempo necesario para hacerlo, tienes que ser muy específico. Decir que eres arquitecto, doctor, creador de contenido o emprendedor no sirve, tiene que saber qué tipo de profesional eres.

No es lo mismo ser un emprendedor novato que un emprendedor experimentado o creativo. Los recursos, necesidades y experiencia son completamente diferentes, por eso es que los hábitos tienen que ser diseñados a tu medida.

Si no existe una categoría con la que te sientas cómodo, no es problema, crea la tuya. Es fundamental porque tus horarios, rutinas, intereses y hábitos dependen de esto.

Claro que puedes aprender de todo el mundo, pero solamente para inspirarte y adaptar las experiencias a tus necesidades.

 

 

2) Piensa en cambios y avances muy pequeños

Este es, probablemente, el secreto mejor guardado de los hábitos.

Hacer un cambio gigantesco es muy complicado, casi imposible para la mayoría de personas. En cambio, empezar pequeño, hacer un ajuste minúsculo pero constante tiene un poder transformador importante. No te desanimes si quieres adoptar un hábito bueno y no puedes hacerlo de inmediato, piensa en el mediano y largo plazo, piensa que la acumulación de pequeños logros es más importante que la ilusión, pero nula acción de cambiar de la noche a la mañana un montón de cosas.

 

 

3) Comparte tus hábitos con la gente que quieres

Es muy complicado quedar mal con las personas que te interesan: fallar y defraudar a los amigos y la familia eleva el nivel de compromiso de manera exponencial.

Si quieres escribir tu primer libro, platícalo, inscríbete a un grupo de escritura o comparte tus objetivos y avances en las redes sociales.

Pertenecer a un grupo o compartir tus hábitos con los seres queridos además de comprometerte te brinda soporte y ayuda.

 

 

4) Diseña sistemas pragmáticos

Confiar en la fuerza de voluntad es para novatos y soñadores. Quien quiere cambiar o utilizar el poder de los hábitos a su máxima capacidad desarrolla sistemas que le faciliten el trabajo.

Piensa un paso adelante, prepara cosas con anticipación y aprovecha el poder de las rutinas.

Si pretendes hacer ejercicio todos los días, prepara tu ropa de ejercicio con anticipación, deja las cosas cerca de la cama y procura celebrar cualquier logro, por pequeño que sea.

 

 

5) Organiza tu ecosistema de manera productiva

El poder de las cosas que nos rodean es sorprendente.

El ecosistema en el que vives se compone de los espacios y personas que habitan en él.

En la medida de lo posible aléjate – o limita la interacción – de personas negativas o que no compartan tus objetivos. Diseña espacios de trabajo y reposo que te gusten, en los que te sientas a gusto y despierten tu creatividad.

 

 

Conclusión:

Los hábitos son como un músculo, crecen y se fortalecen de acuerdo al trabajo que les apliquemos. Pero sobre todo, lo más importante es comprender que los hábitos son personales, que responden a nuestros recursos, intereses y acciones. Por eso es tan necesario diseñar un sistema personal para desarrollarlos y utilizarlos.

El secreto más importante sobre los hábitos es que son personales, y en la medida en la que dediques tiempo para fortalecer los que necesitas veras sus beneficios reflejados en el trabajo.

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