Cuando mis amigos me preguntan si el Inter Miami va a ser campeón con Messi, pienso que la mejor manera de contestarles es hacer referencia al libro “El juego de los números: por qué todo lo que sabemos sobre Fútbol está mal” (The Numbers Game), de Chris Anderson y David Sally.
Al más puro estilo Moneyball, Anderson y Sally hacen un análisis profundo del deporte a través de las estadísticas y los resultados. Su estrategia es utilizar el big data para encontrar la mejor manera de hacer campeón a un equipo. El resultado no me sorprende, pero no le gusta a los fanáticos del astro argentino.
Resulta que si quieres armar un equipo para levantar la copa, lo que tienes que hacer es lo contrario a lo que piensa la mayoría: hay que mejorar la calidad de tus peores jugadores, no contratar al que es considerado el mejor jugador del mundo para dejar que haga algo de su magia.
Resulta que el fútbol, como la vida y el trabajo, es un deporte que se practica en conjunto y se basa en aciertos y errores. El objetivo no es nada más anotar más goles, sino cometer menos errores. Es evidente que los jugadores más calificados comenten menos errores y contribuyen de manera más definitiva en las jugadas más productivas.
Puede suceder -pero es muy poco frecuente- que un jugador por sí solo, incluso el mejor del mundo, tome el balón y sin ayuda arme una jugada que termine en gol. Recorrer el campo, evitar los obstáculos y enviar el balón a las redes es más fácil y divertido cuando se hace en equipo.
Los deportes están llenos de metáforas que funcionan para otras actividades de nuestra vida. Por ejemplo, el juego del trabajo. Si utilizamos la experiencia de “El juego de los números” y la aplicamos a nuestras actividades profesionales, sabemos que tenemos que prepararnos para formar parte de un buen equipo, y que en la medida que colaboremos con mejores compañeros, tenemos más oportunidades de ganar.
Puedes ser “el Messi” en lo que haces, pero si quieres ser campeón tienes que rodearte de la mayor cantidad posible de buenos jugadores.
Estas son 5 razones para ser un buen miembro del equipo.
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