Es prácticamente imposible pensar en vivir toda una vida sin cometer errores. Incluso podemos decir que los errores son necesarios cuando se está intentando hacer cosas nuevas, cuando estamos saliendo de nuestra zona de confort.
Las personas emocionalmente inteligentes celebran sus errores por lo que realmente son: grandes oportunidades para aprender. Todos cometemos errores, la diferencia es que algunas personas cometen los mismos errores una y otra vez, no logran ningún progreso y no aprenden nada de ellos, porque no tienen el valor para asumirlos y reconocerlos.
A las personas con una mentalidad estrecha les cuesta mucho trabajo admitir sus errores, sienten que esto ataca su autoestima. Esta tendencia plantea un gran problema, porque reconocer y aceptar los errores es la única forma de evitar repetirlos.
Por el contrario, las personas con mentalidad de crecimiento, avanzan más porque reconocen sus errores y los usan para mejorar. Aquellos con una mentalidad fija están obligados a repetir sus errores, porque hacen todo lo posible por ignorarlos.
Nadie es inmune a cometer errores, por eso, tenemos que reconocer nuestros tropiezos, aprender de ellos y nunca los cometeremos otra vez.
Al empezar mi evaluación del año, pude identificar estos…
3 errores que cometí en 2018 y que no estoy dispuesto a cometer otra vez
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