Contacto Silvio Sirias:

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Libros recomendados:

“Cien años de soledad”, por Gabriel García Márquez.

“The mambo kings play songs of love”, por Oscar Hijuelos.

“In the time of the butterflies”, por Julia Álvarez.

 

Quotes del invitado:

  • Uno tiene que ir a buscar dónde están las historias y enfrentarse a ellas cara a cara.
  • La perseverancia es esencial para tener éxito en cualquier campo.
  • Ser latino en Estados Unidos es una gran ventaja porque significa poder comprender ambos lados de una situación.
  • Cuando uno se entrega, aparecen personas, como ángeles, para querer ayudar.
  • El descubrir mi esencia latina es uno de los lentes que uso para ver el mundo y tomar decisiones.

 

TRANSCRIPCIÓN DE LA ENTREVISTA:

-INTRO-

JULIO MUÑIZ (Host):

¡Hola! Bienvenidos a Inconfundiblemente Latino, soy Julio Muñiz. Hoy estoy platicando con Silvio Sirias.

Profundo conocedor de la literatura latinoamericana, Silvio es autor. “Bernardo and the Virgin”, “Meet me under the Ceiba” y “The season of stories, entre otros títulos. En el año 2009, Silvio fue reconocido con el Chicano Latino Literary Price a la mejor novela. También ha sido reconocido como uno de los 10 autores latinos para seguir y leer. Silvio nació en Los Ángeles, creció en Nicaragua y hoy radica en Panamá. Es un ejemplo perfecto del sofisticado mundo en el que vivimos.

Silvio, bienvenido. Muchas gracias por tomarte el tiempo para platicar con nosotros. Ya dijimos un poco de lo que has hecho, pero cuando alguien te pregunta a qué te dedicas, ¿cómo lo explicas de la manera más sencilla?

 

SILVIO SIRIAS:

Es un poco difícil porque para mí me parece presumido decir que soy escritor. Pero eso es lo que hago. Me encanta escribir. Fui maestro por muchos años así que así fue como pude pagar el vicio de escribir. El género que me gusta es la novela.

 

JM:

Habrá algunos que tengan la inquietud de ser escritores. Si tuvieras de hablarles un minuto, ¿qué les dirías?

 

SS:

Lo primero es entregarse a la pasión. Escribir no es algo fácil. Hay que ser amante a la lectura y así comienza la pasión. La adquirí yo de mi padre. El otro consejo, además de leer, leer y leer; tener fe en sí mismo. Nadie le va a decir a uno que es un gran escritor. Uno tiene que convertirse en gran escritor. Entregarse con paciencia porque toma años. Un paso a la vez y uno, eventualmente, llega a ser escritor.

 

JM:

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

 

SS:

Lo que más me gusta es que constantemente estoy aprendiendo algo. En este aprendizaje, lo que hago es explorar mi creatividad. Lo que creo, pienso y siento. A veces me sorprendo. Yo no sabía que pensaba así acerca de algo. Eso es lo que me encanta. Pasar todo el día explorando mi mente.

 

JM:

¿Qué es lo que no te gusta tanto?

 

SS:

Escribo en inglés, aunque aprendí a amar el español. El inglés es la lengua en la que me expreso con más precisión, pero estoy viviendo en centro américa y la casa editorial con que trabajo, están en los Estados Unidos. Son renuentes a trabajar muy de cerca conmigo porque estoy a mucha distancia de los Estados Unidos. Esa es mi frustración. La parte del negocio de escribir. Aunque cada año estoy mejorando y estoy acertando más. Ha sido una lucha larga.

 

JM:

Sé que estás trabajando en varios proyectos. ¿Cuál es el que más te apasiona?

 

SS:

Hace como tres años me obsesione por el camino de Santiago de Compostela. Una amiga, muy querida, estaba planificando hacer el peregrinaje. A través de ella empecé a investigar y a investigar. Entre más investigaba, más me fascinaba el tema. Hace año y medio decidí hacerlo. Caminé desde Francia hasta Santiago de Compostela. 47 días. 800 km. Fue la experiencia más formidable de mi vida. En eso estoy trabajando. Cómo expresarlo por escrito. Está resultado en dos caminos, una novela que viene de esto; y un libro de memorias. Estoy tratando, no de hacerlo simultáneamente. Tuve que abandonar la novela porque no me estaba saliendo como quería. Ahora me estoy dedicando en una serie de memorias del camino. Voy a regresar otras 4 veces, con mi esposa; no hacer el recorrido entero, pero partes, para poder desarrollar las ideas. Uno tiene que ir a buscar dónde están las historias y enfrentarse a ellas cara a cara. Es algo que me tienen muy entusiasmado. Va a ser algo que tome 5 años. En los descansos, voy a escribir una novela que tiene que ver con San Francisco de Asís.

 

JM:

Es muy difícil encontrar la vocación. No siempre pasa a la primera. Lo que hacemos en Inconfundiblemente Latino, es celebrar las historias de éxito de los latinos que están en cualquier parte del mundo. Queremos inspirar a quien empieza una carrera profesional. En tu caso, ¿qué fue ese llamado que te dijo que tenías que ser un autor?

 

SS:

Desde adolescente me fascinaban las historias. Mi padre era gran lector. Se me ocurrió contarle que quería ser escritor y me dijo que me olvidara porque me iba a morir de hambre. Esto fue en Nicaragua. Cuando regresé a estudiar a Estados Unidos, comencé a estudiar administración de empresas en Los Ángeles. No me gustó para nada. Al final, no sé cómo terminé estudiando literatura en español. Continué estudiando hasta tener un doctorado en literatura. Todo porque mi papá siempre me había dicho que nunca iba a llegar a ser buen novelista. Yo le creí como tonto. Me dediqué al aspecto académico de la literatura. Empecé a conocer escritores de dependencia latina. Julia Álvarez, Sandra Cisneros, Virgilio Suarez, etc. Yo estaba trabajando en un libro de entrevista con ellos. Me di cuenta que ellos estaban disfrutando de lo que hacía. En la primera oportunidad que tuve, lo hice. Tuve que regresar a Nicaragua porque ahí estaba la historia. No podía escribirlo desde Carolina del Norte donde era profesor Universitario. No estaba el ambiente para contar la historia. Mi esposa y yo nos mudamos a Nicaragua y eso hace 19 años. Ha sido una aventura. Algo que fue difícil porque abandoné un puesto muy bueno en los Estados Unidos para perseguir este sueño de ser novelista. Al final, estoy contento que lo hice.

 

JM:

Trabajaste muchos años en Estados Unidos y conoces muy bien ambas culturas. Desde tu punto de vista, ¿qué ventajas tenemos los latinos?

 

SS:

La ventaja que tenemos es que tenemos otra visión cultural. La cultura latina de los Estados Unidos, está muy arraigada ahí. Está creciendo. Eso impacta. La cultura es la manera en la que nosotros vemos el mundo. Como tuve la ventaja de crecer en los Estados Unidos, es como que tengo dos gafas con que puedo observar la sociedad. Esa es una gran ventaja. Comprender ambos lados de una situación. Ser bilingüe ayuda mucho. Abre puertas. Las oportunidades que existen dentro de nuestras comunidades en Estados Unidos, son sin límites. Es campo libre para crear.

 

JM:

A lo largo de tu carrera, ¿has tenido algún mentor?

 

SS:

He tenido buena fortuna de encontrarme mentores en diversos campos. Yo estaba viviendo en Fresno, California; hace muchos años e ingresé a la universidad para estudiar literatura. El director del departamento, era un profesor vasco. Por alguna razón, conecté con él. Los consejos salían en las conversaciones. El me dio permiso para entregarme a la pasión de la literatura. El me hizo ver que está perfectamente bien y que debo estar orgulloso de esta obsesión. Dándome ese permiso, lo demás ha sido sumamente fácil. Era un hombre que se excitaba tanto con la lectura que montaba un show a cada hora de clase.

 

JM:

El éxito depende de los hábitos. ¿Tienes alguna rutina que te ponga en el mood de alcanzar una meta?

 

SS:

Cuando estuve trabajando en esa colección de entrevistas que nunca publicamos, me di cuenta que todos los escritores tienen ritos para comenzar a trabajar. Nadie quiere sentarse frente a una computadora a escribir. Es algo doloroso. Principalmente los primeros 15 minutos. Todo escritor hace todo lo posible para postergar. Yo padezco de eso. Mi rutina es salir a caminar por una hora, me baño, desayuno y tiene que ver con el café. No me doy permiso de tomar el café que me encanta hasta que haya escrito una frase. Ya con eso, puedo seguir adelante. Tengo que ver lo que hice el día anterior, escribir una frase y mi recompensa es ese café.

 

JM:

¿Qué habito consideras que ha influido en alcanzar tus objetivos?

 

SS:

El saber que una obra no va a ser de la noche a la mañana. El estar en una actitud paciente. Si escribo dos páginas hoy, voy a tener que contentarme con eso. Entiendo que le progreso es sumamente lento. Y todo porque quiero dejar algo de calidad. No quiero que ninguna frase salga imperfecta. Que todas las palabras sean las exactas. Es una lucha. Cualquiera que crea que sentarse a producir una obra se hace de la noche a la mañana, no es así. Una novela puede tomar 4 o 5 años. Cuando alguien comienza algo nuevo tiene que estar preparado para el camino largo.

 

JM:

Este programa es para todos aquellos que se han caído una y otra vez, pero que al final; vuelven a levantarse. ¿Tú tienes alguna historia que puedas compartirnos?

 

SS:

El fracaso más doloroso de mi vida y desorientador; es cuando estaba a punto de terminar mis estudios de doctorado, antes de comenzar la tesis; fracasé el examen. Lo fracasé por políticas del departamento. El departamento era disfuncional y hacían pagar a los estudiantes. Me dijeron que regresa en un año para volver a tomar el examen. Aunque abandoné el doctorado, me ofrecieron un empleo y siempre estuve presente en la universidad. Eso, al comienzo fue de lo más doloroso. Me había entregado cuerpo y alma a cumplir los requisitos del programa. Me fui por tres años y hubo cambios en el departamento. El nuevo director del departamento se enteró de mi caso y me llamó para volver a aplicar al examen. Otro mentor. Regresé y pude terminar el doctorado de una manera justa. En esos tres años, escribí tres novelas. Ahí fue donde me entró la lectura. Fueron horribles mis tres novelas, pero fue un acto de aprendizaje muy importante para mí. Años después tuve la libertad de escribir de nuevo, y yo ya había aprendido la técnica. En el momento me parecieron fracasos, pero eso es lo que me hizo escritor.

 

JM:

Hoy más que nunca el desarrollo profesional está ligado a la red de contactos que tenga. ¿Cuál es una buena manera de establecer una red sólida con la que podamos trabajar?

 

SS:

A mí me ayudaron muchos escritores latinos que escriben en inglés cuando empezaba. Estos contactos continúan hoy en día. Uno tiene que establecer esos contactos con personas que se dedican a lo mismo. Contactos particulares en el campo. Si uno se dedica, cuerpo y alma, a desarrollar su pasión, estos contactos aparecerán. Es algo que dijo Campbell, un estudioso de la mitología; cuando uno se entrega, aparecerán ángeles para ayudar. Es cierto. Cuando escribí ficción, los escritores con los que había tenido contacto, me ayudaron a abrir las puertas. Esos son los tipos de contactos que uno necesita. Pensamos en Twitter, LinkedIn y eso está bien; pero hay que ser más específicos.

 

JM:

Si pudieras vivir tu vida otra vez, pero con toda la experiencia que tienes hasta ahora; ¿harías algo diferente?

 

SS:

Cuando mi padre que como escritor te mueres de hambre, le hubiera dicho que yo iba a hacer lo que tenía que hacer. Me hubiera ingresado en una universidad en los Estados Unidos. Desde el primer día dedicado a escribir. Houston comenzó ya un doctorado en escritura creativa en español. Ahí le enseñan a uno a perfeccionarse. Los mejores de los programas, les enseñan a los escritores cómo ganarse la vida.

 

JM:

Recomiéndanos un libro, película o algo que la gente pueda usar como fuente de inspiración.

 

SS:

La novela que a mí me impacto y me ayudo a dedicarme a ser escritor, fue 100 años de soledad. Tuvo un impacto cuando lo leí. Yo sentía que conocía a todos los personajes y entendía sus situaciones. Crecí en Nicaragua y en Nicaragua, es el país de Rubén Darío. Crecí en un ambiente donde la poesía se apreciaba. Tenía esa sensibilidad de lo bello que puede ser el lenguaje cuando se utiliza de manera artística. En inglés, hay dos libros que recomiendo. Una novela que me impacto fue “The mambo kings play songs of love”. Es una novela tremenda. Hicieron una película, pero no pudieron captar el libro. Una escritora dominicana, Julia Álvarez; “In the time of the butterflies”. Las hermanas Miraval, que fueron asesinadas por Rafael Trujillo durante la dictadura. Es un libro bellísimo. Llegue a conocer a Julia y, basado en nuestra amistad, una casa editorial me pidió que escribiera un libro de guía para estudiantes de las obras de Julia. Después de terminar ese libro, fue cuando me puse a trabajar en mis propias novelas.

 

JM:

Existen muchos estereotipos de lo que somos los latinos, pero para Silvio; ¿qué significa ser latino?

 

SS:

El ser latino me llena de orgullo, pero es un orgullo de que tengo unos lentes diferentes. El descubrir mi esencia nicaragüense, es uno de los lentes que uso para ver el mundo y tomar decisiones. Influye todo en mi vida, pero es el marco por el que veo los eventos a los cuales me enfrento. Caminé el camino de Santiago y ahí todos querían saber de donde era. Me volví panameño en el camino. Ahora comprendo cómo los panameños ven el mundo. Eso es lo que es ser latino. Poder mudarnos de parecer basado en las experiencias de nuestra cultura.

 

JM:

Danos un consejo y la manera más fácil de contactarte.

 

SS:

El mejor consejo, a veces no lo sigo; es tener fe en la visión y en las pasiones de uno. Creer absolutamente en ellos y entregarse a través de trabajo. Tener fe. Las visiones son tan particulares que no necesitamos el permiso de otras personas. Es algo propio y nuestro.

 

Para contactarme, pueden hacerlo a través de Facebook. Tengo una página Silvio Sirias Author. Soy el único que tiene ese nombre. Es la mejor manera de contactarme.

 

JM:

Todo esto estará en las notas del programa y además les recuerdo que para recibir todos los episodios en el momento en que son publicados, pueden suscribirse a iclatino en iTunes, Stitchers o la que sea su aplicación de podcast favorita. Si les gusta nuestro trabajo, hagan un review en iTunes; pues es la mejor manera de contribuir a que más latinos nos descubran, escuchen y formen parte de esta comunidad.

 

Silvio, ha sido un gusto platicar contigo. Muchísimas gracias por tomarte el tiempo.

 

SS:

Fue un gran placer para mí. Gracias.

 

JM:

Hasta muy pronto.

– FIN –