En términos profesionales existen dos tipos de personas: los que nunca salen de su zona de confort (a menos que alguien o algo los obligue), y los que todo el tiempo buscan mejorar. Si estás leyendo esto, estoy seguro que perteneces al segundo grupo, los que sin importar sus circunstancias, son inquietos y no se conforman con nada.
Hay muchas personas que no están a gusto con su situación, les encantaría cambiarla pero no están dispuestos hacer ningún sacrificio. La verdadera diferencia entre el que se conforma con lo que tiene y el que siempre busca las recompensas más grandes, es que los inquietos -esos que tienen una mentalidad de crecimiento- no tienen ningún problema para ponerse una y otra vez en posiciones incómodas, en situaciones que los obligan a aprender cosas nuevas y seguir creciendo.
No me puedo quejar de los resultados del 2018, fue un gran año en todos los sentidos. Se consiguieron cosas muy buenas, entregué todo lo que tenía y sobrepasé mis expectativas en algunos terrenos, pero a pesar de eso, tengo objetivos más grandes para el 2019. Para conseguirlos, por supuesto, no puedo seguir haciendo lo mismo, porque obtendría los mismos resultados. Estoy obligado a mejorar y a aumentar mis capacidades. No me engaño, sé que no es fácil, y que las cosas valiosas no pasan de la noche a la mañana, así que estoy tomando cartas en el asunto ahora mismo.
Después de un análisis serio, identifiqué…
Las 4 habilidades que tengo que mejorar para alcanzar las metas que estoy trazando para el año que viene
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