Las compañías se están enfrentando a algo que no había pasado nunca: la tasa de abandono más alta en la historia. Según el departamento del trabajo, 4 millones de personas renunciaron en mayo de este año, un record sin precedentes. La tendencia no es exclusiva de una industria o categoría, trabajadores de todos los niveles están dejando el trabajo con la intención de encontrar o construir algo diferente y mejor.