En una época tan agitada como la que vivimos, parece normal tener una lista enorme de tareas por hacer y estar ocupado todo el tiempo, incluso podemos decir que para la mayoría de profesionales estas dos acciones se han convertido en símbolos de productividad, éxito e importancia; parece que tener tiempo libre o bajar la velocidad del trabajo es una extravagancia o irresponsabilidad que sencillamente nadie debería concederse. Correr de una videollamada a otra, entregar el reporte, hacer 10 llamadas a prospectos de clientes, aprender algo de marca personal y crecer tu red de contactos son apenas un principio de las inagotables tareas que nos acechan todo el tiempo.
Pero incluso hoy, en la era de la inteligencia emocional y artificial, las cosas no siempre son lo que parecen. Estar activo todo el tiempo no significa en lo absoluto que alguien es eficaz o exitoso, y tener tiempo libre o trabajar a otro ritmo no son síntomas de debilidad, incluso pueden ser todo lo contrario. No estoy completamente seguro, pero creo que tiene algo que ver con esa idea absurda de abundancia que inunda nuestra cultura, existe la percepción que puedes tenerlo todo, y lo único que te separa de la realidad de poseer lo que quieres es la cantidad de esfuerzo y trabajo que inviertas para conseguirlo. Hoy, la gente llena sus agendas con la ilusión de hacer más y ampliar sus horizontes, piensan que así mejoraran sus vidas y tendrán una existencia de ensueño.
La trampa está tendida, es responsabilidad de cada quien decidir si se involucra de inmediato en todas las oportunidades que se presentan o decide procrastinar para analizar, evaluar, planear e involucrarse en lo esencial. Procrastinar ha sido tachado como un hábito de los perezosos y negligentes, pero procrastinar no siempre es malo, sobre todo si se sabe procrastinar con sentido.
Segundo viernes del año, todavía es momento de establecer metas y ajustar los planes, hoy en las 5 razones quiero hacer la defensa de la procrastinación, invitar a todos a dejar pasar la mayoría de tareas y oportunidades para enfocar todas sus fuerzas en la más importante, en lo que marca diferencia, en lo que nos hace crecer.
Hoy vamos a revisar las 5 razones por que todos tenemos que procrastinar con sentido:
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