Para finales de 2002 Napster, el servicio ilegal de intercambio archivos había alcanzado su punto más alto: 80 millones de usuarios ya utilizaban la plataforma para intercambiar su música favorita sin pagar un solo centavo. Apelando a los derechos de autor La Recording Industry Association of America demandó al servicio que se vio obligado a cerrar, sin embargo el daño ya estaba hecho. Los fanáticos de la música ya no estaban dispuestos a pagar 15 dólares por un disco, así que empezaron a popularizarse los sitos de intercambio de archivos gratuitos. Las compañías disqueras, derrotadas y sin encontrar la salida empezaron a bloquear los discos y archivos para impedir ser copiados o compartidos, pero nada funcionaba, una de las industrias más lucrativas se encontraba de rodillas.
Steve Jobs, fundador y director ejecutivo de Apple nunca había vendido música pero vio una gran oportunidad, entendió que los consumidores buscaban una opción más barata, moderna y sencilla para consumir música, algo que combinara los elementos característicos de ese momento: Internet y archivos digitales.
Jobs comenzó a ponerse en contacto con los principales ejecutivos de las discográficas para mostrarles la iTunes Store y el iPod, una solución simple y elegante, mucho mejor que Napster. Después de largas y acaloradas negociaciones finalmente Jobs se salió con la suya, logro convencer a las principales disqueras de subir a la tienda todo su catálogo y vender canciones individuales por 99 centavos de dólar. En menos de una semana iTunes vendió más de un millón de canciones, la industria discográfica empezaba a ver un camino para salir de sus problemas económicos y se transformaba por completo en el proceso.
Siempre he pensado que las mejores ideas tienen poca relación con la experiencia, por lo general, las personas ajenas a una industria son más atrevidas a romper con el status quo, los inexpertos no tienen el compromiso de hacer las cosas “como se han hecho siempre”, son arrojados y siguen sus instintos sin miedo a perder el trabajo o el prestigio. Así como Steve Jobs cambio la industria de la música, Jeff Bezos lo hizo con las ventas al menudeo, Reed Hasting revolucionó la renta de videos con Netflix y Elon Musk con los viajes al espacio, te sorprendería saber que nadie tenía alguna experiencia en la industria que transformaron.
Curiosamente tendemos a descalificar las opiniones de quien no tiene experiencia, decimos que no sabe de lo que habla, no tiene antecedentes, que está fuera de su elemento, pero es precisamente por esto: porque no hay ataduras que las mejores ideas muchas veces no nacen de los expertos.
Si quieres encontrar una buena idea, un concepto revolucionario y transformador empieza a buscar más allá del grupo con el que compartes siempre, aprende de otros campos, escucha muchos puntos de vista y no descartes la opinión de nadie, las buenas ideas siempre nacen donde menos lo esperas.
Las 5 razones de la semana celebran la creación de ideas y te invitan a buscarlas en los lugares menos esperados.
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