Si tengo que describir mi memoria, puedo decir que el 60% son letras de canciones de rock alternativo, 25% teorías de sociología y el 15% restante historias divertidas sin ningún orden o situación en específico. Me encantaría recordar estrategias de marketing, negocios y desarrollo profesional, pero la memoria hace lo que le viene en gana.
No es una grabación perfecta de cosas que sucedieron o estudiamos y queremos recordar, es más, los recuerdos son como piezas de Lego que armamos muchas veces, pero casi nunca lo hacemos de la misma manera dos veces.
La memoria no es un sistema, es un conjunto de sistemas que hace todo un poco mas enredado. Por eso, nos acordamos cómo nos abrochamos los zapatos pero no recordamos cuándo aprendimos a hacerlo.
Para complicar más las cosas, la memoria perfecta o fotográfica es rarísima en los adultos, pero común en los niños. Ahora, no hay de que preocuparse, todos podemos mejorar nuestra memoria.
Andrew E. Budson y Elizabeth Kensinger publicaron “Por qué olvidamos y cómo recordar mejor: la ciencia detrás de la memoria”, un bálsamo para lo que queremos recordar “mejor”.
Primero, el cerebro es parte del cuerpo, así que nuestra salud y nutrición influyen en las cosas que recordamos. Se ha comprobado que bajar el consumo de alcohol y seguir una dieta mediterránea favorecen el rendimiento de nuestro disco duro. Dormir es importante para fijar la información.
Tener un sistema para aprender ayuda mucho. Tienes que poner atención y simplificar las cosas aprendiendo menos información, pero más importante, organizar los datos, comprenderlos y relacionarlos con algo familiar.
Resulta más complicado recordar las cosas que pasan de manera cotidiana que las cosas especiales. Por eso recordamos las grandes comidas, pero olvidamos qué comimos el viernes de la semana pasada. Así que lo mejor es identificar pequeños detalles en las cosas que tenemos que recordar, para recordarlas como especiales y diferentes.
Por supuesto que también la edad tiene que ver. Parece que un día, sin aviso alguno, la garantía de nuestro cerebro caduca y empezamos a recordar las cosas de hace mucho tiempo, pero olvidamos lo inmediato. Esto se puede retrasar de manera sencilla. Evita largas horas en redes sociales y viendo televisión, y en cambio busca experiencias ricas y novedosas, como pasar más tiempo con familiares y amigos.
Aquí ya tenemos un montón de información para mejorar la memoria, así que lo mejor es ponerla en práctica. Este fin de semana por qué no haces algunas cosas que valga la pena recordar, como: |