Duplica tu energía y resultados sin romperte la cabeza

by | Ago 18, 2022 | desarrollo profesional

Duplica tu energía y resultados sin romperte la cabeza

 

Qué puede ser peor que tener muchas ideas, muchas habilidades, mucho talento y recursos, pero no tener energía para trabajar y hacer todas esas cosas que estás imaginando; además de triste, debe ser muy frustrante.  La energía se define como la fuerza y vitalidad que se necesitan para realizar actividades físicas y mentales sofisticadas.  La energía se puede duplicar, mientras que el tiempo no. Si no se tiene la energía para trabajar, no obtendrás los resultados que buscas.

 

El trabajo, y sobre todo el trabajo creativo y de oficina, tiene todo que ver con la actividad mental, así que la energía es importantísima para hacer un trabajo valioso. Pero cuando se habla de productividad y eficiencia siempre se habla de aprovechar y administrar el tiempo para hacer más cosas, y se ignora por completo la importancia de administrar la energía. 

 

(Versión en video)

 

Administrar el tiempo no es suficiente

El problema es que administrar el tiempo no es suficiente en una época en las que los cambios en el trabajo son tantos. Se puede organizar un día perfecto, separar el tiempo que necesitas para cubrir cada tarea en tu agenda, y efectivamente hacer todo lo que planeaste. Pero si haces las tareas sin la energía que cada actividad necesita, es muy probable que hagas un trabajo mediocre que no marque diferencia, o peor aún, que hagas un trabajo tan malo que tengas que repetir lo que ya hiciste.  En ese caso lo único que habrás conseguido es perder el tiempo mientras tu competencia sigue avanzando.  

 

Cuando la competencia es fuerte – hoy es fuerte en todo momento en todas las industrias – la energía es el elemento que marca la diferencia, porque no es lo mismo hacer una tarea cuando estás cansado, y lo único que quieres es cerrar la computadora para irte a descansar que cuando estás lleno de energía, con ganas de trabajar y enfocado en completar esa tarea como nadie más la puede hacer. 

 

 

Duplicar la energía y gestionar el tiempo

La manera tradicional para administrar el tiempo propone dividir el día en bloques, y asignar tareas específicas a cada espacio para trabajar en ellas.  Esto que parece una buena idea tiene un problema enorme, que la energía y el tiempo son completamente diferentes y no se pueden administrar el tiempo y las tareas sin considerar la energía. El tiempo es un recurso finito, cuando se termina no hay más, se acabó y a lo que sigue; mientras que la energía es renovable hasta cierto punto. Por eso, programar tarea tras tarea sin descanso para aprovechar cada minuto y ser muy productivo, resulta contraproducente.  

 

No todas las tareas son iguales, por eso es mucho mejor y más eficiente programar las acciones que requieren más trabajo y concentración durante la primera parte del día, dejar las menos exigentes para la tarde y siempre, sin excepción, dejar un espacio entre una tarea y la otra para recargar fuerzas. Algunas personas visualizan su cuerpo, mente, enfoque, fuerza de voluntad y disciplina como la batería de su teléfono. Están conscientes de que tienen una capacidad de carga, hay un límite que no se puede sobrepasar, que el trabajo la va consumiendo. Es decir, que no es eterna; no se puede trabajar de la misma manera todo el tiempo, pero si se recarga vuelve a trabajar a su máxima capacidad.  

 

 

Consumo de energía y tiempo para obtener resultados

Evidentemente hay tareas y actitudes – como ser pesimista -, que consumen más energía o de manera más rápida que otras, y por eso es importante conocerse muy bien, saber cuáles son tus momentos más productivos, qué tipo de tareas o trabajo tienes que programar en determinado momento del día y disciplinarse para trabajar de esa manera. 

 

Las personas más exitosas no son las que trabajan más, son las que trabajan de manera más enfocada e inteligente. Son las que manejan muy bien su tiempo y energía para hacer en cada momento la tarea más adecuada. Esto les permite mantenerse enfocados en lo que están haciendo, hacer el trabajo de la mejor manera que pueden hacerlo, terminar los días, cansados, pero no agotados y listos para recargarse y el día siguiente empezar otra vez como casi nadie lo hace.  

 

Hay muchas maneras de recargar la energía que vamos consumiendo. La manera que te conviene depende de tus necesidades, tus actividades e intereses, van desde hacer siesta a la mitad de la tarde, balancear tu dieta, dar una caminata a mitad de la tarde o meditar. 

Hoy vamos a simplificar las cosas, vamos a revisar 4 sencillas maneras de recargarte de energía que funcionan casi para todo el mundo, sin romperse la cabeza.  

 

 

Hidratarte, hidratarte, hidratarte 

No deja de sorprenderme la cantidad de personas que dicen que no les gusta tomar agua, qué pena por ellos, porque desde hace mucho tiempo están comprobados sus beneficios.  Estar bien hidratado facilita la concentración en el trabajo, te mantiene más enfocado y sí, te da energía.  

 

Muchas personas no están acostumbradas al sabor del agua natural, y por eso toman jugos o aguas carbonatadas, refrescos o sodas -como se dice en algunos países-. Dependiendo de la bebida, puede incluso ser más malo que no tomar nada, especialmente si son productos endulzados con suplementos de azúcar, en ese caso puedes tener una inyección de energía por unos pocos minutos, pero rápidamente vas a sentir una fatiga intolerable, eso sin mencionar los daños a tu salud, incluido el sobrepeso. 

 

Mi consejo es acostumbrarte a tomar agua simple durante el día, ¿cuánta?, la respuesta es simple, toda la que necesites. Hay un debate eterno en torno a la cantidad de agua que necesitamos, eso es personal. Por eso lo más fácil es acostumbrarse a tomar un vaso de agua siempre que sientas sed.  

 

 

Muévete, haz ejercicio 

Estamos tan ocupados, que nunca tenemos tiempo de hacer ejercicio, ¿es cierto?  Hacer ejercicio no quiere decir ir al gimnasio 2 horas diarias ni prepararse para correr un maratón. Nada más quiere decir que te muevas.  A la mitad del día, o entre reuniones, puedes salir a caminar un poco, subir un par de pisos utilizando las escaleras o incluso, bailar una canción en la oficina.  

 

El ejercicio eleva la frecuencia cardiaca y contribuye a que liberemos endorfinas en el cerebro. Movernos nos hace sentir bien y con ganas de hacer más.  Si nunca te mueves, hacerlo de la noche a la mañana puede resultar muy complicado, así que empieza poco a poco y desarrolla el hábito.   

 

 

Aprende a manejar la respiración. 

La respiración controlada durante 5 minutos ayuda a restablecer el centro de estrés del cerebro para que se calme y se sienta descansado.  Cuando abordamos nuestras listas de tareas desde un lugar de calma, reservamos el combustible y la energía de nuestro cerebro para lo más importante. 

 

Hay muchas técnicas para aprender a utilizar la respiración, seguramente un especialista puede ayudarte, pero antes de eso puedes buscar recursos en internet para aprender de manera personal, ver qué necesitas y entonces sí, buscar ayuda.   

 

 

Llevar tu taza de café al siguiente nivel. 

Muchas bebidas ayudan a recargarnos de energía, podemos mencionar el mate, algunos smoothies o batidos y el café. En esta ocasión me voy a referir únicamente al café por ser el más popular, y particularmente a una receta especial de café, llamado el café a prueba de balas o bulletproof, como se dice en inglés. Esta receta se hizo famosa gracias a David Asprey, pero en realidad es una práctica ancestral, particularmente en algunos lugares de Asia, donde el café se mezcla con raíces, miel, coco, sal y mantequilla.   

 

No levantes la ceja, sí, efectivamente estoy sugiriendo que mezcles tu café con mantequilla, aceite de coco y una pizca de sal. Al principio resulta complicado, pero se convierte en un gusto adquirido, cuando te acostumbras – te aseguro que pasa – te resulta buenísimo.  

 

Busca las recetas en internet, vas a encontrar unas cuentas maneras de prepararlo, no hagas mucho caso de comprar los productos más caros, a menos que puedas hacerlo, y adáptala a tus gustos y posibilidades. El truco es que los ácidos grasos de la mantequilla y el aceite de coco prolongan la capacidad energizante y de enfoque de la cafeína. Además, que te mantienen lleno, satisfecho, por lo que no estás deseando comer algo de carbohidratos. Esos ácidos grasos esenciales son muy buenos y saludables para la salud el cerebro y todas las hormonas. 

 

 

Conclusiones:

Administrar el tiempo es importante, pero no sirve de nada si no aprendes a manejar tu energía y recargarla durante el día. El mensaje más importante es que tienes que conocerte muy bien, saber qué actividades haces mejor, en qué momento del día. Organizar tu agenda con base en eso y tomar pausas para recargarte varias veces. 

Manejar la energía para trabajar de manera más eficiente es otro secreto de las personas más exitosas de la historia. 

 

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