Quería llegar antes que nadie, entrar a la tienda y tenerlo en sus manos para ser el primero en compartirlo en su perfil de Instagram.
Quería hacer lo mismo que había hecho exactamente un año atrás y que seguramente haría un año después, cuando apareciera la nueva versión del iPhone. Quería colgarse esa medalla con la esperanza de obtener un beneficio.
Detente a pensar en la última vez que ser impaciente y correr a toda prisa te dejó algo bueno. Piénsalo otra vez, no hay prisa, aquí espero, soy paciente.
Es probable que ahora mismo te sientas ansioso por hacer algo más mientras lees este correo, es normal, es el ritmo de vida que alguien más quiere que vivas. Pero mi trabajo es decirte que, según las investigaciones más recientes, la impaciencia rara vez es útil; de hecho, hay más muestras de que es dañina. Por ejemplo, un estudio de la Escuela de Negocios de Columbia muestra que las personas impacientes tienen historiales crediticios malos, ya que piden más préstamos de lo normal. Otro estudio de la Universidad de Chicago confirma que las personas impacientes tienen carteras de inversión inferiores y se arrepienten más de las cosas que han hecho cuando llegan a la mitad de su vida.
La verdad es que a mí me gusta vivir a prisa, pero sereno, porque las cosas realmente buenas toman tiempo y es más probable que las consiga quien sabe esperar.
¿Cuántas veces, apresurado y a toda prisa, has enviado un correo electrónico o dicho algo de lo que unos instantes después te estás arrepintiendo?
No es raro que el arrepentimiento llegue apenas unos segundos después, cuando el daño ya está hecho y es demasiado tarde para evitarlo.
Sí, para conseguir lo que quieres tienes que tomar acción, ser constante y trabajar rápido. Pero no seas impaciente, toma un respiro, piensa las cosas y haz lo que tengas que hacer en el momento adecuado.
Aquí hay 5 razones para ser paciente en el trabajo y los negocios.
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