Cuando Apple presenta y anuncia sus novedades, se asegura de mostrar con la misma importancia la calidad de los productos, sus innovaciones y la personalidad de los clientes.
La atención siempre está puesta en gente inquieta y creativa. De esta manera, el producto y el cliente se convierten en algo aspiracional al mismo tiempo.
Sí, la intención es muy clara: despertar el interés por tener un iPhone nuevo, pero el deseo que despierta es algún día ser tan creativo como la persona en el anuncio. El truco es muy simple: utilizar las emociones como un estímulo irresistible para generar una conducta. Comprar para ser o pertenecer.
Apple reconoce a sus clientes más fieles como alguien especial y diferente. Los celebra elevando su estatus en los anuncios, y de esa manera los convierte en un modelo a seguir. No pretende alcanzar a todo el mundo, son unos cuantos. Pueden o no ser diferentes en su terreno, pero la compañía así los hace sentir; son su tribu, casi su familia.
Esto no convierte a Apple en un monstruo insensible que utiliza y exprime a sus consumidores – todo el mundo lo hace -, son las reglas del juego, es la economía de mercado en la que vivimos.
Vivimos y trabajamos en una estructura de acuerdos y estatutos, pero las estrategias para triunfar no tienen límite a la creatividad. Podemos cometer el error de quererlo todo, seguir las mismas reglas, hacer lo que dicen que se tiene que hacer para atraer más clientes, seguidores o amigos, o podemos hacer como Apple: celebrar lo nuestro, destacar sus cualidades y con ellas atraer más gente como nosotros.
Este fin de semana, ¿por qué no celebras a tu familia, amigos y clientes más cercanos, los elevas al grado de irresistibles y, de paso, abres la puerta para que más personas se acerquen a tu clan? Aquí hay 5 ideas para celebrar y fortalecer tus relaciones.
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