Aproximadamente el 48% de la población económicamente activa en Estados Unidos está buscando cambiar de empleo o explorando otras oportunidades según un análisis de la consultora Gallup.
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Las compañías se están enfrentando a algo que no había pasado nunca: la tasa de abandono más alta en la historia. Según el departamento del trabajo, 4 millones de personas renunciaron en mayo de este año, un record sin precedentes. La tendencia no es exclusiva de una industria o categoría, trabajadores de todos los niveles están dejando el trabajo con la intención de encontrar o construir algo diferente y mejor. Este fenómeno ya es conocido como La Gran Renuncia o The Great Resignation en inglés, y lo más sorprendente es que no es un problema de salario o una sobre oferta de empleos, está pasando en el peor momento de la economía americana en más de 100 años. El estudio también revela que entre otras cosas, la mayoría de los trabajadores están dispuestos a cambiar porque se sienten poco vinculados y poco comprometidos con la empresa, pero sobre todo porque como resultado de la pandemia, sus valores y prioridades han cambiado.
Tras un largo confinamiento y después de la sacudida inicial, los trabajadores lograron ajustaron su rutina y redescubrieron cosas que habían olvidado. Recordaron que lo más importante es la libertad para manejar su tiempo, vivir experiencias e invertir más horas de calidad en la familia. Ya no quieren pasar horas viajando de la casa a los oficina, hoy aprecian mucho más la libertad para administrar su agenda y prioridades sin el peso del micromanagement de sus superiores, trabajar de manera remota y colaborar con compañías en cualquier parte del mundo, involucrarse en muchos proyectos, conocer profesionales con otros puntos de vista o cultura y así desarrollarse personal y profesionalmente en un ecosistema nuevo.
¿Qué es lo que está revelando este movimiento?
Así que conforme las cosas se han normalizado y los trabajadores son llamados de vuelta a la oficina, muchos prefieren decir renuncio, porque en realidad La Gran Renuncia nos deja ver el gran descontento que reina en el ambiente laboral contemporáneo.
La pandemia ha cambiado mentalidades, muchas personas están listas para reinventarse, buscar un empleo en una industria completamente nueva o empezar un negocio propio. Quieren dejar atrás el estrés con el que han vivido por largo tiempo y hacer cosas más creativas y divertidas.
El trabajo ha cambiado, pero lo más importante es que se ha transformado el mismo concepto de trabajar y cómo lo visualizamos. Éste ya no está asociado únicamente a una oficina, un espacio u horario rígido y poco flexible. Hoy el trabajo se empieza a ver como una parte de la vida que contribuye a alcanzar un objetivo más grande, por ejemplo, vivir cerca de los padres para apoyarlos. El trabajo no ha dejado de ser el vehículo para asegurar un ingreso y pagar las cuentas, pero el enfoque es completamente diferente, ahora la persona, el individuo y la familia están primero.
De vivir para trabajar a trabajar para vivir
La Gran Renuncia sugiere que las personas están empezando a cambiar su propósito, y en lugar de vivir para trabajar, empiezan a trabajar para vivir. No es fácil cambiar una cultura laboral y comportamiento de un día para otro, se necesita mucho valor para decidir que tu salud física y mental está por encima de todo, que la familia y el tiempo de calidad es la prioridad por encima del mail, ingreso y la productividad.
Este fenómeno no es exclusivo de Estados Unidos, los expertos en materia laboral y talento aseguran que pronto se empezará a vivir en otros países, posiblemente no al mismo nivel pero definitivamente esperan algo equivalente. Y resulta natural, porque en un mundo tan conectado, muchas condiciones y prácticas laborales son similares, pero también las herramientas que permiten la realización por otra vía están al alcance de profesionales en muchas partes del mundo. La revolución digital permite que más personas trabajen desde casa, a su tiempo, de manera independiente o incluso, que empiecen un negocio utilizando sus habilidades.
¿Estás pensando sumarte a La Gran Renuncia?
Aquí no hay una solución universal que funcione para todo el mundo, si estás pensando sumarte a La Gran Renuncia yo recomiendo que antes hagas un análisis muy profundo de tu nivel de empleabilidad: qué oportunidades tienes con lo que ya sabes hacer, cómo puedes adaptar tus capacidades a la nueva realidad, cómo puedes ampliar tu propuesta de valor y alinearlo con tus prioridades y objetivos.
No es una decisión fácil, pero tienes que decidir qué quieres y tienes que hacer para vivir como se te antoja, porque si no lo haces alguien más va a decidir por ti.