¿Quién no ha enfrentado alguna vez en su vida un problema imposible de resolver?
William Willberforce fue el miembro del parlamento británico más comprometido con la lucha por terminar con la esclavitud. Dedicó gran parte de su tiempo y vida a pelear en contra de una práctica inmoral y corrosiva. Al momento de su muerte, a los 73 años, la esclavitud seguía siendo una práctica normal. A pesar de sus esfuerzos nada había cambiado.
Unos años más adelante, James Stephen retomó el trabajo de Willberforce, pero lo encaró de una manera diferente. En lugar de pelear de manera directa contra el sistema, le dio una vuelta de tuerca para encontrar sus debilidades.
En ese momento Francia e Inglaterra se encontraban en guerra. Los barcos con bandera neutral eran protegidos por la ley para no ser capturados por el enemigo. Muchos barcos franceses utilizaban una bandera estadounidense para colarse y transportar esclavos de un lado a otro. Así que Stephen enfocó sus esfuerzos en la guerra y en eliminar la ley marítima que protegía a estos barcos. Para no despertar sospechas, nunca mencionó la abolición de la esclavitud, pero cuando consiguió eliminar la protección marítima, terminó con la mayoría del comercio humano. Su estrategia funcionó tan bien que unos meses después, la práctica inhumana de la esclavitud fue formalmente declarada ilegal en el Imperio Británico.
En algún momento todos hemos enfrentado retos que parecen imposibles de doblegar, problemas más grandes que nosotros mismos y nuestro entendimiento. Es muy probable que estos problemas se puedan resolver si los vemos desde otro lugar, si cambiamos nuestra óptica, nuestra percepción de ellos y nuestra estrategia para enfrentarlos.
Resolver problemas muchas veces no tiene que ver con la capacidad y/o conocimiento que tenemos para encontrar la solución, sino con nuestra capacidad para pensar de manera creativa e imaginar una vía diferente de acción. Para resolver lo imposible, el primer paso es pensar de manera creativa, romper paradigmas y dejar volar la imaginación.
Este fin de semana, vamos a imaginar cómo podemos resolver lo que parece imposible.
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