No necesitas cambiar el mundo todo el tiempo, con moverse a su velocidad es suficiente

by | Jun 18, 2021 | productividad

No sé si me pasa solo a mi, pero de un tiempo a la fecha todo lo que leo referente al trabajo o los negocios tiene que ver con la innovación.

 

¿Será un término de moda, un culto a su significado o es pura pretensión?

La innovación  se entendía como la introducción de una idea fresca y creativa en un concepto viejo. Hoy,  la innovación se asocia con el concepto de vanguardia de la tecnología, es la modernidad, es el combustible de los negocios y la estrategia a seguir, de un tiempo acá la innovación se presenta como una obligación para los profesionales y negocios, y si me apuras un poco me atrevo a decir que la carrera por la innovación está llegando a niveles que parecen sacados de una película de ciencia ficción. Nada en contra de los viajes al espacio o los conciertos de la versión holograma de Lady Gaga, pero para ser sinceros, en el día a día de las mayorías, la innovación es mucho más sencilla que eso y por lo general no es bien adoptada.

Para muchas personas la “cultura” de la innovación significa hacer el trabajo de otra manera, aprender habilidades diferentes, modificar sus hábitos, adaptarse o perder el trabajo, es cierto que el cambio es una constante en la vida, pero el cambio no tiene por que ser siempre revolucionario.  De hecho, muchas de las grandes compañías que formaron su reputación como innovadoras cuando eran pequeñas, hoy obedecen a las lógicas convencionales del mercado, y obligadas a entregar grandes ganancias para sus inversionistas, han favorecido la estabilidad para contener su ADN innovador, de alguna manera podemos decir que en estos casos la innovación fue víctima de su propio éxito.

En términos generales, la idea de la innovación como sinónimo de éxito me parece linda pero muy romántica, es cierto que el mundo se mueve de manera constante y todos tenemos que adaptarnos todo el tiempo, pero la mayoría de las veces con no perder el paso y caminar a su ritmo es suficiente para estar bien.

 

 

Las 5 razones de la semana recuerdan que aun en la época de las transformaciones ser un clásico no esta mal, y que no es necesario innovar todo el tiempo para contribuir de manera positiva:

 

1.- La innovación requiere mucha energía

Cambiar radicalmente requiere de mucho esfuerzo y energía. Si no estás listo mejor ni lo intentes. Es mejor mantenerte en el lugar en el que estás a quedarte atrapado en la indefinición.

Reconoce que tarde o temprano tendrás que hacer algún ajuste, para ese momento tienes que estar completamente listo. La mejor manera de hacerlo es fortalecer tus valores y características más representativas, tomar fuerza de tus mejores virtudes y asegurarte que de alguna manera siempre estarán ahí.

 

2.- Innova cuando es necesario para ti, no para los demás

La presión para innovar puede venir de muchas partes. Hoy, decir que no estás listo para innovar puede parecer un suicidio profesional a los ojos de la mayoría, pero solo tú sabes si estás listo para hacerlo o definitivamente no es para ti.

No hagas caso de las críticas, si todavía eres un rockstar en lo que haces es muy probable que todavía tengas cosas importantes que hacer desde ese lugar.

Es mucho mejor ser un clásico seguro que un innovador titubeante.

 

3.-  La innovación no es fácil ni instantánea

Algunos cambios son fáciles, pero la verdad es que la mayoría no. Cambiar algo que vale la pena toma tiempo, y por lo general requiere de varios esfuerzos.

Si no eres de los que quiere cambiar radicalmente enfócate en pequeños ajustes que puedas hacer de manera moderada, al cabo del tiempo, cuando mires atrás te dará cuenta cuanto habrás avanzado.

 

4.-  La innovación no es una píldora mágica

Es mucho más común de lo se dice, pero muchas personas y compañías terminan un proceso de cambio o innovación sin llegar al punto que esperaban.

La verdad es que la innovación no es para todo el mundo, no es la receta secreta que resuelve todos los problemas de adaptación si antes no están bien afianzados tus valores.

La necesidad de innovar es muy evidente, si tu trabajo o compañía no está a punto de colapsar y tus clientes no han corrido a refugiarse con la competencia es probable que los ajustes que necesites hacer no están de la mano con la innovación.

 

5.- Cambia poco a poco

Se puede hacer todo en la vida, pero no se puede hacer al mismo tiempo.

Adaptarse es lo mismo que hacer pequeños cambios paulatinos, no requiere de tantos recursos y permite mantener tu identidad. La innovación no tiene por que pasar a la misma velocidad para todo el mundo, tal vez en tu caso sucede sin darte cuenta.

 

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