¿Se puede mejorar cualquier habilidad practicando de manera interminable?
La regla de las 10,000 horas de práctica para dominar cualquier disciplina se hizo famosa por ser incluida en el bestseller “Fuera de serie” de Malcolm Gladwell, pero el estudio de Anders Ericsson no sugiere precisamente lo que todo el mundo quiere creer.
De hecho es todo lo contrario, según Ericsson, el simple hecho de practicar algo con frecuencia no conduce a una mejora automática. Tristemente, su investigación concluye que es más fácil estancarse por debajo de tu potencial que superar las expectativas promedio.
En medicina, por ejemplo, se ha descubierto que los médicos no siempre mejoran a medida que atienden a más pacientes, de manera alarmante se ha descubierto que muchas veces sus diagnósticos empeoran. Ericsson descubrió que la diferencia entre crecimiento y estancamiento tiene que ver con el tipo de práctica que se realiza, y apunta que para mejorar es necesario realizar lo que denominó “práctica deliberada”, que consiste en practicar tu disciplina bajo la guía de un entrenador, recibir retroalimentación de manera directa y corregir los errores de inmediato. De otra manera, la práctica se convierte en un pasatiempo más que un catalizador de progreso.
En actividades más dinámicas, como puede ser el deporte, un entrenador aporta la visión externa que nosotros no tenemos, pero en habilidades que necesitan de la reflexión y el análisis la cosa se complica. Para mejorar en el trabajo, es necesario que te presenten cosas que desconoces – técnicas nuevas, herramientas más modernas, procesos digitales, etc. – y, al mismo tiempo, te señalen lo que estás haciendo mal.
Para patear el balón como Messi o dirigir una compañía como lo hace Jeff Bezos, se necesita algo más que talento y mucha práctica, se necesita la supervisión de un inspector externo, y la disciplina para corregir lo antes posible todo aquello que se puede mejorar.
Este fin de semana vamos a mejorar nuestro entrenamiento con estas 5 recomendaciones.
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