El futuro del trabajo no es la idea o concepto que dice que el trabajo va a desaparecer porque el humano será reemplazado por las máquinas o los robots. De hecho, las cosas están cambiando a tal velocidad que hay muchas industrias con trabajos nuevos donde existen más vacantes que candidatos calificados para llenarlas, es decir, el trabajo no va a desaparecer, pero está cambiando.
Por supuesto que el futuro del trabajo está estrechamente ligado a la tecnología; la inteligencia artificial, la automatización y las Startups o emprendedores que consideran que las cosas se pueden hacer de otra manera. Pero el concepto general se refiere y describe las transformaciones que estamos viviendo en todos los terrenos relacionados a lo laboral. Es decir que también se consideran la parte social, las habilidades que se necesitan aprender y las predicciones sobre cómo podrían ser las cosas en los próximos años.
(Versión en video)
El trabajo ya no es como antes, la tecnología está transformado tres elementos básicos:
- Qué es el trabajo en sí
- Quién lo hace y dónde
- Cómo se realiza
Efectivamente, trabajar desde casa en pequeños equipos o compañías independientes de manera remota, aprovechar la automatización e inteligencia artificial para delegar en las máquinas tareas repetitivas, fortalecer la creatividad para autogestionar recursos y oportunidades, desarrollar productos o modelos de negocio flexibles e híbridos, especializarse y prestar servicios como consultor a grandes compañías, entre muchas otras cosas, son una realidad, ya están pasando pero también continúan evolucionando. Claro que estos cambios presentan retos y oportunidades, pero ya está claro que en el futuro el problema no será la generación de empleo, sino la adaptación y especialización a estos nuevos modelos.
Considerando esto, resulta loco imaginar que hasta hace poco tiempo, la mayoría de las personas salía a diario de su casa, pasaba hasta dos horas en el tráfico para ir a la oficina, sentarse en un escritorio a trabajar y repetir esto por muchos años. Hoy se puede trabajar casi desde cualquier parte, colaborar con un equipo al que nunca se le conoce en persona. Incluso cambiar de profesión, compañía o proyecto de manera constante.
Estos cambios no afectan únicamente al trabajo y cómo se hace, también influyen drásticamente en el significado que el trabajo tiene para nosotros. Nos hace pensar de qué manera afecta nuestra vida personal, nuestra preparación y nuestras capacidades, además de reorientar nuestros valores. El trabajo tiene un significado e importancia que trasciende lo meramente económico o financiero. Lo que hacemos nos define y da forma a nuestra identidad, por eso es tan importante para las personas y las sociedades.
¿Qué quiere decir esto?
Que el trabajo es una actividad humana central para la autorrealización y la cohesión social. En el futuro del trabajo, hacer lo que te apasiona, con un grupo de profesionales que te motivan y contribuyen de manera social no solo es posible, es necesario.
De ahí la importancia de prepararnos para aprovechar las oportunidades que nos ofrece el futuro.
La ventaja de esta revolución es que por primera vez en la historia, la responsabilidad de dar forma a lo que será el trabajo y nuestra relación con él no recae exclusivamente en las organizaciones, sino en nosotros. Ya no estamos limitados a las ofertas de trabajo que alguien más crea para nosotros. Hoy como emprendedor o ejecutivo podemos y debemos crear nuestro trabajo ideal si queremos mantenernos vigentes y vivir una vida buena. Hay muchas herramientas que podemos utilizar para crear compañías o maneras de trabajar. El mejor talento y más atractivo será el que se prepare mejor y eleve su nivel de empleabilidad. Por eso las compañías tienen que ser más flexibles, pueden proponer, pero también escuchar y adaptarse a esquemas nuevos con los que puedan retener y atraer a los mejores profesionales.
¿Cómo debemos prepararnos para el futuro del trabajo?
En realidad, nadie sabe exactamente cómo serán las cosas, lo que sí sabemos es que van a cambiar, y es casi seguro que cambien de manera constante por mucho tiempo.
Es complejo decirlo, a nadie le gusta escucharlo, pero es verdad, cualquier habilidad que tengas o aprendas en los próximos años muy pronto será obsoleta. Por eso lo mejor que podemos hacer es mejorar nuestras habilidades blandas, todas aquellas que tienen que ver con las relaciones sociales, la comunicación, la creatividad y la capacidad de aprender. Como ya mencioné, las cosas van a continuar cambiando, así que es importante fortalecer nuestra capacidad de adaptación, la habilidad de trabajar en equipo y colaborar.
Por ejemplo, piensa qué tienes que hacer para conocer y colaborar con los profesionales o compañías líderes en tu industria. No importa donde estén, hoy te pueden contratar desde cualquier parte del mundo. Imagina cómo puedes utilizar las redes sociales para ser reconocido, para atraer la atención de mejores clientes, socios o empleadores. Ese tipo de habilidades son las primeras que tienes que aprender.
En el futuro los profesionales que puedan relacionarse con muchos profesionales en muchos terrenos, adaptarse a nuevas condiciones del trabajo y mercado, desarrollar soluciones de manera creativa, aprender habilidades nuevas de manera ágil y comunicarse correctamente tendrán una enorme ventaja competitiva.
Entonces, podemos decir que el futuro del trabajo se refiere a la naturaleza cambiante del trabajo y nuestra capacidad para aprender habilidades nuevas y adaptarnos a la nueva realidad.
Qué hagamos, de qué manera, con quién colaboremos y desde dónde nos definirá como personas y como profesionales, pero en el futuro, todo eso está en nuestras manos si estás dispuesto a aprender todo otra vez.
Conclusiones
Con esto concluimos qué es el futuro del trabajo, vamos a destacar los 3 aspectos que más nos afectan:
1. El futuro del trabajo se basa en lo humano
Efectivamente, sin inteligencia artificial, algoritmos, Startups, disrupción, automatización y otros avances tecnológicos sería imposible imaginar el futuro del trabajo. Pero lo importante es que la tecnología está puesta al servicio de los humanos, y es a través de la creatividad y colaboración que el futuro del trabajo puede crear mejores condiciones para vivir y trabajar.
El futuro del trabajo nos da la posibilidad de poner nuestros valores e intereses como eje central de lo que hacemos.
2. El futuro del trabajo demanda un portafolio amplio de habilidades
Tener trabajos con títulos rimbombantes o alcanzar las posiciones más altas en el mundo corporativo no es suficiente. Tampoco lo es acumular muchos años de experiencia en una compañía o consolidar un gran negocio. Claro que es bueno, pero te puede hacer muy limitado.
Pasar muchos años viendo el mundo desde un solo lugar te convierte en alguien poco flexible. Ya hemos hablado de la necesidad de adaptarse rápidamente a nuevos escenarios, por eso es mejor acumular experiencias, habilidades y proyectos.
Suma a tus capacidades todas las habilidades que puedas, mi sugerencia es aprender de ventas, marketing digital, digitalización, criptomonedas, etc. No tienes que ser un experto en todo, pero tienes que entenderlo, porque serán los temas más comentados en los próximos años.
3.- El futuro del trabajo te obliga a desaprender para aprender todo otra vez
La única habilidad constante en el futuro del trabajo será la capacidad de aprender continuamente.
Aprender a aprender de manera no convencional, es decir, sin ir necesariamente a la escuela, pero hacerlo de manera rápida y enfocado en las habilidades que de verdad demanda el mercado será el secreto para construir una carrera sólida.
Para despedirme quiero dejar esta pregunta: ¿Cómo va a cambiar el trabajo y nuestra relación con él en los próximos años?
Es la pregunta central cuando hablamos del futuro del trabajo.
Estos cambios seguramente modificarán nuestros hábitos, relaciones y manera de vivir. Pero ya no estamos a sujetos a los cambios empujados por alguien más. Si nos preparamos y asumimos los cambios que están pasando como una oportunidad, podremos reforzar nuestros valores e identidad diseñando y generando un trabajo acorde a las cosas que nos interesan.
El secreto para aprovechar el futuro del trabajo es la preparación constante. Desaprender cómo hacíamos las cosas y adaptarnos a como las vamos a hacer a partir de ahora.