Si eres muy bueno en lo que haces, practica más

by | Sep 2, 2022 | desarrollo profesional, Las 5 Razones, marca personal, productividad

 

Cuando tienes mucha experiencia y dominas el trabajo hasta el más mínimo detalle, es fácil relajarse, asumir que se sabe todo, caer en el aburrimiento y perderse en el mar de oportunidades que todos tenemos.

 

Mucha gente quiere ser muy buena en lo que hace, alcanzar un desempeño por arriba lo normal, hacer las cosas de manera muy fácil y tener tiempo libre para explorar y buscar otras oportunidades. El problema es que cuando mejora tu desempeño y el trabajo se convierte en algo fácil, dejas de esforzarte y el músculo de la creatividad se debilita por la falta de presión.

 

Hacer las mismas tareas todos los días puede convertirnos en expertos, pero también corremos el riesgo de aburrirnos y distraernos pensando que es momento de moverse a otro lugar. La mejor manera de evitarlo y mejorar de manera continua es hacer nuestras tareas de todos los días como si fuera la primera y última vez que lo hacemos.

 

Si tu trabajo se ha convertido en algo rutinario, hazte preguntas difíciles, cuestiona lo que haces, sobre todo por qué y cómo. Empuja más allá de lo que has hecho siempre; cambia tu perspectiva y revive tu pasión o búscate otra cosa que hacer.



Cuando pensamos que dominamos un tema, es porque apenas estamos acariciando la superficie. Si de verdad haces lo que te gusta y eres muy bueno, no dejes de practicar, mejora todos los días un poco y sorpréndenos haciendo cosas que pensábamos nunca serían posibles.

 

Este fin de semana vamos a descubrir 5 maneras de mejorar en algo en lo que ya somos muy buenos.

 

 

1.- Establece metas concretas y ambiciosas

 

Si ya llegaste a un punto en donde eres muy bueno/a en algo, eso significa que sabes cómo fijarte objetivos y dirigirte a ellos. Este no es el momento de parar, pues ya llegaste muy lejos. Una buena forma de seguir avanzando es fijarte objetivos ambiciosos, que te motiven a hacer cosas que nunca pensaste que podías hacer.

 

No olvides encontrar formas concretas de medir tu progreso. Por ejemplo, si tu objetivo es “ser mejor escritor” no tendrás cómo medir tu progreso. Pero si lo conviertes a “escribir todos los días por una hora” entonces ya tienes un objetivo concreto con el que trabajar.

 

 

2.- Enfócate en el trabajo profundo

 

Si ya eres bueno en algo, puede ser difícil encontrar nuevas formas de mejorar, pero te prometo que sí las hay y ponerlas en práctica es lo que marca la diferencia entre ser bueno y ser excelente. El trabajo profundo es una de ellas.

 

El trabajo profundo necesita de un enfoque sostenido, de tiempo de concentración en donde sabrás que no habrá interrupciones. Procúrate ese tiempo, el más que puedas. Otra forma de llegar a este momento de concentración es meditar. Puedes empezar a meditar unos 10 minutos al día, y eventualmente agregarle más y más tiempo hasta llegar a unos 30 minutos al día antes de sentarte a trabajar.

 

i  n  t  e  r  m  e  d  i  o

 

¿Sabías en que parte del cerebro se encuentra la disciplina?

 

Tanto las costumbres como los actos repetitivos y la disciplina son controlados por los ganglios basales, unas estructuras nerviosas caracterizadas por estar más conectadas al resto de la corteza cerebral que cualquier otra.

 

 

3.- Trabaja con un mentor

 

No me cansaré nunca de repetirlo: el éxito nunca es individual. No te vayas con el mito de que lo puedes hacer todo sin ayuda de nadie más, pues no hay algo que te lleve de manera más rápida y mejor al éxito que encontrar a alguien que es incluso mejor que tú en lo que ya sabes hacer bien.

 

Un mentor te acompañará en tu proceso, te ayudará a conllevar errores y fracasos y celebrará contigo los éxitos. Si aún no sabes quién podría ser tu mentor, haz una lista de cinco personas a las que admiras en tu industria, y después planea cómo acercarte a ellas. No todas estarán dispuestas o disponibles, pero eventualmente encontrarás a alguien que te ayudará a darle un gran impulso a tu carrera.

 

 

4.- Celebra cualquier progreso, incluso los pequeños

 

Haz de la celebración un hábito. Es muy importante celebrar tus triunfos porque se convierten en lo que mantienen la motivación cuando las cosas no salen como esperabas. Errores y fracasos siempre habrán, pero, también triunfos. Y desafortunadamente estamos acostumbrados a fijarnos en los errores propios y no los triunfos.

 

Cada vez que tengas un progreso, encuentra una manera de celebrarlo. Cuéntale a tus amigos, hazte una buena comida, cómprate un libro o curso nuevo y agradece a las personas que han aportado a ese progreso.

 

 

5.- Estudia y pon en práctica lo que aprendes

 

Imposible ser mejor en algo sin aprender cosas nuevas. Es en este aprendizaje en donde se encuentran oportunidades de crecimiento fuera de tu zona de confort. Y además, lo mejor es que puedes empezar a poner a prueba lo que estás aprendiendo. Claro, siempre hay un riesgo – de equivocarse o de que simplemente no funcione lo que estás poniendo a prueba.

 

Mi consejo es: adelante. Arriésgate, mantente abierto a aprender de todo lo que estás poniendo en práctica. Significa que estás en camino hacia volverte excelente.

 

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