Si están de acuerdo en todo, por favor no trabajen juntos

by | Sep 23, 2022 | desarrollo profesional, Las 5 Razones, productividad

Una ensalada no es la mejor ensalada del mundo porque tiene más de las mejores almendras tostadas que se conocen, sino porque tiene la cantidad que necesita, ni más ni menos. 

 

 

Además, por supuesto, de un par de jugosos jitomates cherry, una buena lechuga, unos cuantos champiñones, dos rodajas de pepino y la cantidad exacta de un buen aceite de oliva, porque eso sí, el aceite de oliva tiene que ir en casi todo 😬

Preparar una ensalada es más fácil que formar un equipo de trabajo, pero el proceso es el mismo. En ambos caso es la combinación de atributos lo que hace que el resultado sea excelente. Afortunadamente para un chef, el jitomate no quiere cambiar a la lechuga ni se queja del pepino por ser demasiado rígido, cosa que pasa en casi todas las oficinas del mundo. En la mayoría de organizaciones es común escuchar frases tipo “lo que la compañía necesita es más personas intrépidas como yo” o “si el departamento de ventas fuera más extrovertido las cosas serían diferentes”.

Los humanos no somos como las verduras, pero tampoco nos damos cuenta que si todos tuviéramos las mismas cualidades, la vida y el trabajo serían muy sosos. Los equipos necesitan personas atrevidas, calculadoras, creativas y prudentes, entre otras cosas. Cuando todos piensan igual y hacen lo mismo, nadie aprende nada más, todo se convierte aburrido, predecible y deprimente.

Si las habilidades de cada miembro están bien integradas, todo el mundo podrá sacar lo mejor de sí y brillar en lo que hace. En los proyectos -como en las ensaladas- cada parte es importante, las cosas nunca funcionarían si todo tuviera el mismo color, sabor o consistencia.  Es la combinación de diferencias y la oportunidad de expresarnos y aportar nuestro sabor lo que hace que todos seamos valiosos.

Suprimir algún ingrediente es posible, pero corremos el riesgo de que el mundo entero se pierda de su sabor, y eso personalmente no se me antoja.

Vamos a  formar equipos diversos, desafiantes y creativos con estas 5 recomendaciones para ensamblar equiposporque lo peor que puedes hacer cuando trabajas con alguien, es trabajar con alguien que piensa exactamente igual a ti.   

 

 

1.- Establece objetivos y expectativas desde el primer día 

Hay una idea que corre por ahí, dice que la estructura genera rigidez y no ayuda a que se generen ideas nuevas. Pero eso es un mito, la estructura es muy buena guía para saber por dónde construir y cómo. Al establecer objetivos y expectativas, todos en el equipo podrán sentir seguridad al dar las primeras aportaciones, pues sabrán en dónde están.

No te saltes este paso. Es la base de donde surgirán colaboraciones, sinergias e ideas.

 

 

2.- Utiliza inteligencia emocional 

Un equipo verdaderamente diverso necesita que los integrantes tengan inteligencia emocional. ¿Por qué? Porque si estás construyendo desde la diferencia, es natural que ocurrirán fricciones. A todos nos gusta que nos digan que nuestra idea es buena, o incluso que opinan igual que nosotros. Pero eso no es más que una zona de confort, pues el verdadero reto está en encontrar afinidades en donde parece no haberlas a primera vista.  

Desarrolla tus habilidades de inteligencia emocional, recuerda que escuchar a los demás es una de esas habilidades que pocos tienen, pero que se aprecia mucho.

 

 


 

i  n  t  e  r  m  e  d  i  o

¿Sabías que el conflicto es positivo?
 Un poco de conflicto controlado y enfocado en los objetivos del equipo puede ser bueno, y generar más soluciones creativas que en los equipos con mayor armonía. Un estudio realizado a grupos de orquestas encontró que aquellas en las que había cierta tensión tocaban mejor que las orquestas con gente más unida. Por eso sigo que pensar distinto es bueno, solo recuerda que el conflicto debe ser moderado y siempre con respeto y profesionalismo.

 

3.- Respeta la diversidad e individualidad de cada miembro 

La diversidad en un equipo de trabajo conduce a la innovación y a la mejora del trabajo que se produce en general. Mientras más esté abierta una organización, mejores cosas pueden venir, porque todas las perspectivas suman a crear algo más grande. 

Recordando siempre que tú y el equipo están trabajando hacia ello, no te enganches en pequeñas cosas que podrían comprometer esta visión compartida. Respeta la individualidad de tus colaboradores y permíteles expresarse como quieran.

 

4.- Motiva positivamente 

A veces se nos van de las manos las ganas de llegar a un objetivo y comenzamos a estresarnos, a presionarnos e, incluso, a presionar a los demás. Pero eso no lleva a ninguna parte. Es mejor aprender a motivar a tus colaboradores, porque al final, ellos también quieren llegar al mismo objetivo.  

 

5.- Comunicación, comunicación y más comunicación 

 

La diversidad no es algo que se comienza y después se olvida. No es una meta a la que se llega para después seguir a otra cosa. Es un compromiso continuo para buscar y considerar activamente nuevas perspectivas.

Esto significa que aprender a comunicarse es absolutamente vital para que un equipo mantenga este componente y que todos los integrantes se sientan con libertad de opinar y aportar. Es importante que te hagas responsable de tu forma de comunicar las cosas y lo sigas afinando todos los días para que tu equipo siga creciendo de manera positiva. 

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