Regular tus emociones: Cuando estás abrumado es más complicado tomar buenas decisiones. El consejo es bajar de velocidad el resto del día y tomar distancia de los problemas para ver todo con más claridad. Después de un tiempo te puedes preguntar qué tan malo es esto que te está pasando y en qué te ayuda sentirte así. Una vez que tengas las respuestas, vas a ver todo con mayor claridad.
Buscar tu lado más optimista: Nada es para siempre, ni lo bueno, ni lo malo. Cualquier dificultad es temporal, así que las cosas van a cambiar, y si estás tranquilo y enfocado, puedes hacer que el cambio no sea necesariamente malo.
Agilidad de pensamiento: Piensa todas las maneras de resolver el problema, decide por la más fuerte y apuesta tu casa a resolver todo con eso. Bueno, no apuestes tu casa, pero sí tienes que poner todo tu enfoque en un solo plan.
Tolerancia contigo mismo: Cuando alguien cercano a ti tiene un problema, seguramente le ofreces ayuda. Bien, ahora es momento de hacer lo mismo contigo.
Eficacia: Si has visto algunos de mis videos o recibido otras entregas de L5R, sabes que lo mío, lo mío, lo mío es la eficacia. Gabriella y Martin piensan igual. Su sugerencia es dar pequeños pasos para cambiar la situación, alcanzar metas intermedias y verte a ti mismo como el tipo de persona que logra sus objetivos y puede hacer una buena historia de una mala experiencia.
Hasta aquí los consejos para ser un profesional resiliente. Ahora, para arrancar el fin de semana con broche de oro, vamos a ver 5 historias de resiliencia con un final feliz.
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